jueves, 28 de febrero de 2019

BENÉ HEJALÁ DEMALKÁ: Los hijos del palacio del Rey


BENÉ  HEJALÁ  DEMALKÁ: Los hijos del palacio del Rey

Todas las mesas de todas las personas en el mundo, que se llaman “BENÉ  HEJALÁ  DEMALKÁ - Los hijos del palacio del Rey”, están dispuestas allí en el lugar del deleite cuando inicia el Shabbát. Miles de miles y decenas de decenas de miles están junto a estas mesas y esa criatura viviente (Tumi´el), que es superior a los cuatro serafines, entra al lugar, ve todas esas mesas y observa cada mesa – cómo cada mesa recibe deleite. Se detiene y bendice la mesa, y todos esos miles y miles y decenas y decenas de miles abren y dicen: “Amén”.

Bendice la mesa, que ha sido bendecida y ha recibido deleite apropiadamente, como está escrito, “ÁZ  TITÄNNÁG  ÄL-ADO-NÁI… KÍ    ADO-NÁI  DIBBÉR - Entonces te deleitarás en el Señor… porque la boca del Señor ha hablado” (Ieshaäiáhu/Isaías 58:14). Todos ellos dirán: “ÁZ  TIKRÁ  VAADO-NÁI  IAÄNÉ - Entonces clamarás y el Señor te responderá” (Ibíd 9). Y cuando la mesa se deleita con esas tres comidas, el espíritu superior, llamado Zejút É´l, termina la última comida y dice acerca de la primera, “ÁZ  IBBAKÁ  KASHSHÁJAR  ORÉJ… KAVÓD  ADO-NÁI  IAASFÉJA - Entonces brotará tu luz como la aurora… la gloria del Señor te seguirá” (Ibíd 8). Todas esas otras setenta luces en los tres lados abren y dicen: “HINNÉ  JI-JÉN  IEVÓRAJ  GÁVER  IERÉ  ADO-NÁI - Así será bendito el hombre que teme al Señor” (Tehil´lím 128:4)

Cuando la mesa de una persona no está presente en ese lugar que se llama “Öneg/deleite”, dispuesta en el deleite como corresponde, esa criatura viviente y esos cuatro serafines bajo él, y todos esos miles y miles y decenas y decenas de miles la empujan hacia afuera, hacia Sitrá Ajárá. Entonces aquellos que despiertan el Din (juicio) y la ley la toman y la ponen en un lugar que es opuesto a las letras Öneg (placer/deleite) y que se llama Néga (aflicción, plaga). Cuando se le pone allí, dicen: “VAIE´EHÁV  KÉLALA  VATTEVOÉHU  VELO-JAFÉTZ  BIVRAJÁ  VATTIRJÁK  MIMMÉNNU - Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él” (Tehil´lím/Salmos 109:17). “IENAKKÉSH  NÓSHE  LEJOL-ASHER-LÓ  VEIAVÓZZU  ZARÍM  IEGUIÖ.  AL-IEHI-LÓ  MOSHÉJ  JÁSED - Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo. No tenga quien le haga misericordia” (Ibíd 11-12). “RAJAMANÁ  LISHEZVÁN - Que el Misericordioso nos salve”.

Debido a que el deleite del Shabbát es la fe en el Creador, lo cual es el deleite de la Divinidad, que se llama “fe”, estos cuatro serafines que están bajo la criatura viviente están frente al río de fuego (Nehár Dinúr). Ellos no abandonan a todos los que deleitan el Shabbát, los eventos y ocasiones especiales apropiadamente, para que no se quemen en él.

(Zóhar, Pekudé)

BENÉ  HEJALÁ  DEMALKÁ quiere decir: “Los hijos del palacio del Rey”, aquellos que desean llegar al Palacio del Rey. El Palacio del Rey es Biná - el atributo de otorgamiento, la fuerza del Creador, la espiritualidad. Los hijos son quienes anhelan parecerse al Rey en sus atributos, ser como Él. Como hijos, ansían comprender al Rey y a través del entendimiento acercarse a Él y percibirlo.

Para lograrlo, están dispuestos a recorrer el sistema entero de correcciones, cambiar desde el principio hasta al fin la naturaleza en la que fueron creados para alcanzar los atributos del Rey. De eso trata esta canción.

Cuando llegamos a este estado ya somos BENÉ  HEJALÁ  DEMALKÁ, y se llama Guemár Tikkún - la Corrección Final. Por eso la cantamos durante Minjá (la oración vespertina). En Shabbát. El Shabbát simboliza la ascensión en la que todo el mundo se eleva completamente al Mundo Superior y todos ingresamos al palacio del Rey.

Aquellos que están en el proceso de corrección individual, que estudian Kabbaláh, experimentan tres ascensiones en Shabbát. La primera, al atardecer, al entrar el Shabbát, la segunda, al día siguiente, la mañana de Shabbát y la tercera y más importante durante Minjá, al final del día, cuando termina el Shabbát. Y entonces durante el estado más elevado cantamos la canción Bené Hejalá.

La letra de esta canción fue compuesta por Itzják Luria, el Arí y la melodía es de Báäl HaSul´lám. Por esta razón debido a que el Arí y Báäl HaSul´lám se han unido en esta composición, nosotros, al entonar la canción, alcanzamos la ascensión más elevada que un cabalista puede experimentar antes de la Corrección Final General, cuando todo el mundo va a subir hasta este mismo Palacio.

Así pues, esta es una canción muy elevada como un himno de la ascensión. Este estado hasta ahora sólo lo han alcanzado aquellos que estudian la Kabbaláh y más adelante, como esperamos, toda la Humanidad.

LETRA:

Prepara la fiesta de la fe perfecta, la alegría del Rey Sagrado. Prepara la fiesta del Rey.

Esta es la fiesta de Zéër Anpín. Y Ättiká Kaddishá (el Anciano Sagrado) y Jakál Tappujín Kaddishín (el Campo de Manzanas Sagradas) vienen al festín.

Los hijos del Palacio que aspiran ver el brillo de Zéër Anpín. Puedan ellos estar aquí en esta mesa en la cual el Rey está inscrito en alegría.
Aspiran ser parte de esta reunión de ángeles alados.

Regocíjate ahora en esta hora precisa en la cual hay un favor pero no rabia.
Ven cerca de mí, mira mi fuerza, cuando no hay juicios rigurosos.
Deja a ellos esperar afuera, nunca originarse, esos perros cínicos.

Pero yo invité a Ättík Iomín (al Anciano de Días) a Minjá, el momento cuando ellos se desvaneces.
Pueda él colocarlos en sus hoyos y esconderlos entre las rocas. Yo pido esto ahora, en Minjá, durante el regocijo de Zéër Anpín.


SERAFINES PROTECTORES PARA EL SHOMER SHABBAT (El que guarda Shabbat)


SERAFINES PROTECTORES PARA EL SHOMÉR SHABBÁT (El que guarda Shabbát)

Cuatro serafines centellean bajo la criatura viviente: Seraf´el, Barki´el, Kerishi´el y Kedumiá´h – hacia las cuatro direcciones. Están designados para resguardar a aquellos que observan el día de Shabbát y deleitan el día apropiadamente.

Debido a que el deleite del Shabbát es la fe en el Creador, lo cual es el deleite de la Shejiná (Divinidad), que se llama “Fe”, estos cuatro serafines que están bajo la criatura viviente están frente al río de fuego (Nehár Dinúr). Ellos no abandonan a todos los que deleitan el Shabbát, los eventos y ocasiones especiales apropiadamente, para que no se quemen en él.

(Zóhar, Pekudé)


BENÉ, JAIÉ UMEZONÉ: HIJOS, VIDA Y ALIMENTO


BENÉ, JAIÉ UMEZONÉ: HIJOS, VIDA Y ALIMENTO

Todo se juzga aquí, excepto tres cosas que no se permitió que juzgara el palacio del mérito. Son Bené, Jaié uMezoné (los hijos, la vida y el alimento). Esto es así porque estos tres no se encuentran aquí, sino que dependen de Mazzalá (la suerte, el destino), pues el río que se extiende fuera es Iesód de Zéër Anpín (ZA), cuya raíz es de Dikná (la barba) de Aríj Anpín (AA), de la cual depende la vida arriba, de la cual depende el alimento, y de la cual dependen los hijos. Esto es así porque estos tres salen de allí, se vierten, y se extienden hacia abajo. Es debido a esto que todo se encuentra en este lugar, salvo estos tres.

Cuando una persona se encuentra en su lecho de muerte, se le sentencia aquí, al igual que al resto de los juicios del mundo. Pero, si a un hombre en su lecho de muerte se le dictamina la vida, esta se le entrega. Por lo tanto, ¿cómo podemos decir que los hijos, la vida y el alimento no dependen de este lugar? Sin embargo, esto no significa que la vida dependa de aquí, sino que cuando se dictamina a favor de la vida aquí, entonces la vida se extiende desde arriba, desde Mazzalá (la suerte, el destino), y se le entrega. Dichosos son los justos que conocen los caminos de la Torá y son recompensados por ella con la vida eterna. Está escrito acerca de ellos: “VEÄMMÉJ  KUL´LÁM  TZADDIKÍM  LEÖLÁM  IRESHÚ  ÁRETZ - Todos los de tu pueblo serán justos; para siempre heredarán la tierra” (Ieshaäiáhu/Isaías 60:21).

(Zóhar, Pekudé) 



miércoles, 27 de febrero de 2019

VAIAKHEL: SORIA Y EL PODER DEL NETILAT IADAIM


VAIAKHÉL: SORIÁ Y EL PODER DEL NETILÁT IADÁIM

Todas las palabras del mundo retornan a la fuente de la raíz desde la cual emergieron y durante algunas noches cada una está destinada a tomar lo que le corresponde porque de noche, todo vuelve a su raíz. Esto es así porque el alma camina y vaga y retorna a la raíz que ella merece desde arriba, y el cuerpo se queda quieto como una roca, retornando a su lugar adecuado para estar allí, es decir que la Sitrá Ajará (El Otro Lado) estará en éste después de su muerte. Por esta razón, el cuerpo retorna a su lado y el alma retorna a su lado.

La Sitrá Ajará está sobre el cuerpo que ha retornado a su lado. Por esta razón, sus manos se vuelven impuras y él debe lavarlas porque de noche, todo retorna a su lugar, a su raíz. Y las almas de los justos ascienden y retornan a sus lugares, a sus raíces, a Maljút, de la cual nacieron y Maljút se corona con ellos, incorporada en todos los lados, arriba y abajo. En ese momento, la gloria del Creador asciende y es coronada con todo.

Existen encargados que dominan sobre la noche, designados sobre esas almas de los justos, para elevarlas y ofrecerlas como una ofrenda de aroma a su Señor. El nombre del encargado superior que fue designado sobre estos campamentos es Soriá. Debido a que el alma sube a través de todos esos firmamentos, se le conduce ante él, él la huele como está escrito: “VAHARIJÚ  BEIRÁT  ADO-NAÍ - E inhalará el aroma del temor del Señor” (Ieshaäiáhu/Isaías 11:3), como lo hará el Rey Mesías en el mundo. Ante él pasan todas las almas que están a su cargo para acercarse a Maljút.

Cuando todas las almas que se han acercado a Maljút son vistas allí, todas las almas están incorporadas en el punto de Maljút, y ella las toma de una vez como si tragara algo. Se impregna con ellas como una mujer que ha sido impregnada. Este asunto es para aquellos que moran sobre Midián, cuando este punto se impregna como una mujer que es impregnada. Ella disfruta con la alegría de que un alma de este mundo haya sido incorporada en ella, por estas obras y por la Torá de la cual se ocupó durante el día. Ella toma la voluntad de este mundo y disfruta de ella con alegría y está completa en todos los lados, arriba y abajo.

Después Maljút las hace salir y las hace nacer como antes, pues las almas son los vástagos de Maljút y el alma es ahora tan nueva como cuando nació la primera vez como está escrito: “JADASHÍM  LABBEKORÍM - Nuevas son cada mañana” (Ejá/Lamentaciones 3:23), en relación a las almas, que se renuevan cada mañana. Está escrito: “RABBÁ  EMUNATÉJA - Grande es tu fe”. Maljút que es la fe, es grande, capaz de incorporar a las almas, llevarlas dentro de ella, hacerlas salir cuando se renuevan. Es debido a esto que recibe a los otros de arriba durante el día.

(Zóhar, Vaiakhél)


martes, 26 de febrero de 2019

VAIAKHEL: EL QUE SEPARA ENTRE LO SAGRADO Y LO PROFANO


VAIAKHÉL: EL QUE SEPARA ENTRE LO SAGRADO Y LO PROFANO

אֶת־הָאָרֹן וְאֶת־בַּדָּיו אֶת־הַכַּפֹּרֶת וְאֵת פָּרֹכֶת הַמָּסָךְ

ET-HAARÓN  VE´ET-BADDÁV  ET-HAKKAPPÓRET  VE´ÉT  PARÓJET  HAMMASÁJ

“El arca, y sus varas, la cubierta, y el velo de la tienda” (Shemót/Exodo 35:12)

Había una división entre el Kódesh HakKodashím (Sancta Sanctórum) y el resto del Tabernáculo. Esto nos enseña que hay distinciones en la vida entre lo que es corriente y lo que es muy especial. Las oportunidades que Shabbát, Rósh Jódesh y las Jaguím (festividades) nos brindan, cada una en particular, son únicas. Es valioso conocer estas ventanas de tiempo para poder hacer un esfuerzo especial y enfocar toda nuestra energía en nuestra conexión.

Por este motivo, a nadie se le permite entrar en el Kódesh HakKodashím en este mundo, excepto al Kohén HagGadól (Sumo Sacerdote) que viene del aspecto de Jésed, puesto que nadie entra en ese lugar arriba, esto es, Iesód de Maljút, llamado Sion, excepto lo que se llama Jésed de Zéër Anpín, el aspecto del sumo sacerdote que entra en el Kódesh HakKodashím. Maljút se mitiga y el Kódesh HakKodashím es bendecido en lo más profundo, que es el lugar llamado Sion. Sion y Jerusalén son dos grados: uno la Misericordia (Jésed) y el otro el Juicio (Din). Sion es la misericordia, como está escrito: “TZÍON  BEMISHPÁT  TIPPADÉ - Sion será rescatada con justicia” (Ieshaäiáhu/Isaías 1:27), siendo la justicia la Misericordia; Jerusalén es el Juicio, como está escrito: “TZÉDEK  IALÍN  BÁH - En ella habitó la equidad” (Ibíd. 21) siendo la equidad el juicio, como explicamos.

(Zóhar, Haazínu 47:194)