LA LETRA י IUD

Imagen
LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PARASHA TERUMA: LA PUREZA DEL CORAZÓN


PARASHÁT TERUMÁ: LA PUREZA DEL CORAZÓN

“ME´ÉT  KOL-ÍSH  ASHÉR  IDDEVÉNNU  LIBBÓ... - De todo varón que la diere de su voluntad, de corazón” (Shemót/Éxodo 25:2)

El trabajo espiritual debe hacerse desde el corazón. ¡Esto es esencial! Como sabemos, las instrucciones para construir el Tabernáculo no se refiere a su construcción física limitada por el tiempo y el lugar. Cuando construimos el Tabernáculo en nuestros corazones, lo hacemos para todo el mundo a lo largo de todas las generaciones.

A Karen Berg, le gusta explicar una bella historia que tuvo lugar en Ióm Kippúr. Las Puertas del Cielo estaban cerradas, y ni siquiera las oraciones del Báäl Shém Tóv y sus estudiantes podían forzarlas. Un pequeño quiso ayudar, pero no sabía cómo rezar. Pero tenía un silbato en su bolsillo, lo tomó y empezó a soplar tan alto y tan fuerte como pudo. Todo el mundo en el templo corrió para hacerle parar, pero cuando estaban a punto de echarle, el Báäl Shém Tóv anunció: “¡Por su mérito, las Puertas del Cielo se han abierto!”.

Ciertamente, es importante conocer los rezos y las meditaciones. No hay duda de que los estudiantes de Báäl Shém Tóv estaban familiarizados con toda la tecnología de la Kabbaláh. Sin embargo, a veces demasiado conocimiento en nuestras mentes puede hacer que perdamos la simplicidad del corazón. Según el Zóhar: “El Creador desea el corazón”. Sin la simplicidad y la sinceridad del corazón, todas las meditaciones, los rezos y los Nombres Sagrados no tienen ningún poder.

“De todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomarán Mi ofrenda” (Shemót/Éxodo 25:2). Él pregunta: ¿Debería decir este pasaje: “Todo varón que la diere de su voluntad, de corazón”, en lugar de “de todo varón”? Él responde aquí está el secreto para aquellos que entienden las medidas. Felices son los justos que saben cómo colocar el deseo de su corazón ante el Santo Rey celestial. El deseo entero de su corazón no es para el mundo y su deseo vanidoso, sino que más bien saben y se esfuerzan por colocar su deseo y partir hacia Arriba, con el fin de atraer a ellos el deseo de su maestro de Arriba a Abajo.

(Zóhar, Terumá 13:151)

En el Zóhar (Terumá, Introducción al capítulo 6), Rabbí Shimön nos explica que cuando cada uno de nosotros aspira a tener una conexión con el Creador, debemos esforzarnos con un corazón puro y pagar el precio necesario para hacer esa conexión. Rabbí Shimön dice que es el corazón de Di-s que existe en nuestro interior lo que nos empuja a hacerlo. Es nuestro corazón y nuestro anhelo por el Creador lo que impulsa nuestro deseo de superar nuestra inclinación al Mal y embarcarnos en un camino más espiritual.

Hay personas que son más entendidas, que se han vuelto tan eruditas que empiezan a creer de sí mismas que son tzaddikím (gente sabia y justa). Sin embargo, los verdaderos tzaddikím son más como niños pequeños en la pureza e inocencia de sus corazones. Cuando creemos que “sabemos”, no tardamos en creer que sabemos más que los demás. Pero si observamos el comportamiento de una persona justa, vemos que buscan las palabras y los pensamientos de los demás. Nunca se sabe dónde o a través de qué fuente se revelará la Luz. Las personas justas siempre están escuchando a esa fuente. Esto no significa que no debamos estudiar y cultivar el aprendizaje. Sí que debemos, pero no con la motivación de recopilar más información, sino en una búsqueda de la iluminación espiritual. Tenemos que ejercitar la restricción y el control para que nuestros corazones estén limpios. Está escrito en la Guemará: “Algunos hacen más y otros hacen menos, pero sólo deben dar sus corazones al Uno de Arriba”.

La Parashá de Terumá trata sobre el Tabernáculo, que fue el precursor del Templo. Puesto que en nuestros tiempos no tenemos el Templo físico, debemos construir un Templo espiritual dentro de nosotros mismos. El Rav Berg nos enseña que según los sabios, el Templo físico existe pero no lo percibimos porque todavía no hemos creado nuestro propio Templo interno. Este es el trabajo de nuestra vida. Cada acción que tomamos, por muy significativa o insignificante que sea, nos ayuda a construir o a destruir este Templo interno.

Terumá describe al Tabernáculo en su totalidad. La palabra terumá significa “caridad”. Una forma de crear nuestro propio Templo interno y por lo tanto acceder a este nivel más elevado de la Vasija y su energía es a través de la tzedaká y de los actos de compartir.


Comentarios

Entradas populares de este blog

TEHILIM/SALMOS 145 - HEBREO-FONÉTICA Y ESPAÑOL

PITUM KETORET - HEBREO-FONÉTICA-ESPAÑOL

TEHILIM - SALMOS 91 YOSHEV - El que habita - SEGULÁ CONTRA MAZIKIM (ESPÍRITUS DAÑINOS) - MEKATREGUIM Y LILIN