miércoles, 31 de octubre de 2018

ZEJER LEMAASE VERESHIT (“remembranza de la obra de la Creación”): EL SHABBÁT PRIMORDIAL


ZÉJER  LEMAÄSÉ  VERESHÍT (“remembranza de la obra de la Creación”): EL SHABBÁT PRIMORDIAL

ISMEJÚ: Este verso se refiere al Shabbát original que ocurrió en el Jardín de Edén. Para activar el poder de nuestro Shabbát, debemos reconocer que estamos conectándonos a la energía espiritual primordial que fue revelada durante el primer Shabbát. Tanto Albert Einstein como Moshé Rabbénu entendían que el tiempo es una ilusión. El tiempo es como una rueda giratoria. El mismo rayo de energía que surgió en el Shabbát original regresa cada semana. Los eventos no pasan una sola vez como un tren de carga con un solo destino. Nos movemos a través de la rueda del tiempo, revisitando los mismos momentos cada año. Lo único que cambia es la “decoración del plató” para darnos la ilusión de un nuevo día, un nuevo año y una vida nueva.

יִשְׂמְחוּ בְמַלְכוּתָךְ שׁוֹמְרֵי שַׁבָּת וְקוֹרְאֵי עוֹנֶג

ISMEJÚ  VEMALJUTÁJ  SHOMERÉ  SHABBÁT  VEKORÉ  ÖNEG

Se alegrarán en tu Reino los que guardan el Shabbát y lo llaman “deleite”.

עַם מְקַדְּשֵׁי שְׁבִיעִי

ÄM  MEKADDESHÉ  SHEVIÏ

El pueblo que santifica el séptimo (día).

כֻּלָּם יִשְׂבְּעוּ וְיִתְעַנְּגוּ מִטּוּבָךְ

KUL´LÁM  ISBEÜ  VEITÄNNEGÚ  MITTUVÁJ

Todos serán saciados y deleitados por Tu bondad.

וְהַשְּׁבִיעִי רָצִיתָ בּוֹ וְקִדַּשְׁתּוֹ

VEHASH´SHEVIÏ  RATZÍTA    VEKIDDASHTÓ

Y en el séptimo, mostraste tu favor (a él) y lo santificaste.

 חֶמְדַּת יָמִים אוֹתוֹ קָרָאתָ

JEMDÁT  IAMÍM  OTÓ  KARATA

El día más anhelado de todos lo has llamado:

זֵכֶר לְמַעֲשֵׂה בְרֵאשִׁית

ZÉJER  LEMAÄSÉ  VERESHÍT

Una remembranza de la obra de la Creación.



TESHUVA


TESHUVÁ

BE´ËNÉ  ADO-NÁI: Poderoso Código Kabbalístico de Guematria 168 para la Teshuvá (“arrepentimiento”), la reconciliación y para retornar a la senda de la justicia: “En los ojos de Di-s”



martes, 30 de octubre de 2018

INTELECTO DIVINO


INTELECTO DIVINO

BAIJaH: Basado en la Cuarta Bendición de la Ämidá.

Esta Bendición-Meditación nos ayuda a transformar la información en conocimiento al ayudarnos a internalizar todo lo que aprendemos:

“Tú agracias al hombre con conocimiento, y enseñas entendimiento al ser humano. Concédenos con gracia, de Ti, sabiduría, entendimiento y conocimiento. Bendito eres Tú, Señor, el que agracia con el conocimiento”


lunes, 29 de octubre de 2018

JAYE SARA: TRASCENDIENDO LA MATERIA


JAIÉ SARÁ: TRASCENDIENDO LA MATERIA

וַיִּהְיוּ חַיֵּי שָׂרָה מֵאָה שָׁנָה וְעֶשְׂרִים שָׁנָה וְשֶׁבַע שָׁנִים שְׁנֵי חַיֵּי שָׂרָה

VAIHIÚ  JAIÉ  SARÁ  MEÁ  SHANÁ  VE´ËSRÍM  SHANÁ  VESHÉVA  SHANÍM  SHENÉ  JAIÉ  SARÁ

“Y fue la vida de Sara de cien año y veinte año y siete años; los años de la vida de Sara”. (Bereshít/Génesis 23:1)

Sará vivió 127 años, y finalmente se reencarnó en la reina Estér. Cada año de la vida de Sará estuvo lleno de Luz, lo cual le otorgó el mérito en su encarnación posterior como Estér de gobernar 127 naciones. Este ejemplo nos muestra cómo nuestras acciones en vidas pasadas pueden influir en el presente y el futuro.

וַתָּמָת שָׂרָה בְּקִרְיַת אַרְבַּע הִוא חֶבְרוֹן בְּאֶרֶץ כְּנָעַן וַיָּבֹא אַבְרָהָם לִסְפֹּד לְשָׂרָה וְלִבְכֹּתָהּ

VATTÁMOT  SARÁ  BEKIRIÁT  ARBÁ   JEVRÓN  BE´ÉRETZ  KENÁÄN  VAIAVÓ  AVRAHÁM  LISPÓD  LESARÁ  VELIVKOTÁH

“Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a endechar a Sara, y a llorarla”. (Bereshít/Génesis 23:2)

La letra pequeña Kaf aparece en VELIVkOTÁH, que significa “llorar por ella”. A menudo, cuando lloramos por una pérdida, sentimos el dolor y la pena por la manifestación física de la pérdida, y no por lo que ha sucedido a nivel espiritual. Las letras pequeñas de la Torá representan a Maljút, el nivel de nuestra existencia física; estas letras nos dan el poder de trascender nuestra realidad física presente para que podamos conectar con la Luz y recibir claridad de ella.

וַיְדַבֵּר אִתָּם לֵאמֹר אִם־יֵשׁ אֶת־נַפְשְׁכֶם לִקְבֹּר אֶת־מֵתִי מִלְּפָנַי שְׁמָעוּנִי וּפִגְעוּ־לִי בְּעֶפְרוֹן בֶּן־צֹחַר

VAIDABBÉR  ITTÁM  LEMÓR  IM-IÉSH  ET-NAFSHEJÉM  LIKBÓR  ET-METÍ  MIL´LEFANÁI  SHEMAÜNI  UFIGÜ-LÍ  BE´ËFRÓN  BEN-TZÓJAR

“Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerta de delante de mí, oídme, e interceded por mí con Efrón, hijo de Tzóhar”. (Bereshít/Génesis 23:8)

Cuando Avrahám estaba buscando un sitio para enterrar a Sará, vio un pequeño animal en el campo; entonces lo siguió hasta una cueva, donde vio a Adám (Adán). Adám le reveló a Avrahám que aquel lugar era donde Javvá (Eva) y él fueron enterrados, y donde también debían ser enterrados Avrahám y Sará (Meärát HamMajpelá/La Cueva de Macpela). El Zóhar dice que mientras Adám buscaba un lugar en el que Javvá y él pudieran ser enterrados, fue guiado hasta aquella cueva por una pequeña Luz que entró en ella desde el Jardín de Edén. En nuestras vidas, podemos esforzarnos para asegurarnos de que los lugares donde vivimos sean lugares positivos que nos traen bendiciones.




JAYE SARA: MÁS ALLA DE LA VIDA


JAIÉ SARÁ: MÁS ALLA DE LA VIDA

La historia de Jaié Sará trata sobre la vida de Sará, aunque sólo el primer versículo de esta historia hace mención de ella.

El secreto más profundo está relacionado con la forma en que se menciona la edad de Sará. La Torá no dice que Sará vivió 127 años, sino “100 año, 20 año y 7 años”. La pregunta obvia es, ¿Por qué los 100 y los 20 se mencionan en singular mientras que el 7 se expresa en plural utilizando la palabra “shaním”?

El Zóhar dice que Sará representa la totalidad de la unidad, como la semilla que contiene dentro de sí misma el total de los elementos del árbol subsecuente: las ramas, las raíces, los frutos y las hojas. Todos ellos emergen separadamente de la semilla, indicada por los “7 años” (shéva shaním). Kabbalísticamente, siete también se refiere a Maljút (la dimensión de este mundo físico) nuestro mundo de diferenciación y fragmentación que está gobernado por el tiempo, el espacio y el movimiento.

Puesto que Sará personifica la idea de la unidad, el “100 año” indica el concepto kabbalístico de 100 dimensiones espirituales distintas: las Diez Sefirót, multiplicadas cada una de ellas por sus diez niveles individuales propios (también llamados Sefirót). Cada una de las Diez Sefirót también están formada por otras Diez Sefirót (10x10), lo cual introduce el concepto de unidad y completitud. Y el “20 año”, aunque es un nivel inferior de conexión-de 10+10, que son las 10 Sefirót de Ór Iashár (Luz Directa) más las 10 Sefirót de Ór Jozér (Luz Retornante), continúa estando en el reino de la no separación. Sólo en este mundo físico emergen el caos y la separación, trayendo con ellos las limitaciones del tiempo, el espacio y el movimiento.

El número de años que vivió Sará nos enseña que este mundo físico no es la auténtica realidad, sino una realidad ilusoria que podemos transformar en un mundo de unidad. También nos muestra que la vida de Sará personificaba tanto unidad como diversidad, y por lo tanto la diversidad no tiene necesariamente que resultar en separación, ni siquiera en conflicto.