KI TISSA: LA ESENCIA ESPIRITUAL

KI TISSÁ: LA ESENCIA ESPIRITUAL

וַיְהִי כַּאֲשֶׁר קָרַב אֶל־הַמַּחֲנֶה וַיַּרְא אֶת־הָעֵגֶל וּמְחֹלֹת וַיִּחַר־אַף מֹשֶׁה וַיַּשְׁלֵךְ מִיָּדָיו אֶת־הַלֻּחֹת וַיְשַׁבֵּר אֹתָם תַּחַת הָהָר

VAIHÍ  KAASHÉR  KARÁV  EL-HAMMAJANÉ  VAIÁR  ET-HAËGUEL  UMJOLÓT  VAÍJAR-ÁF  MOSHÉ  VAIASHLÉJ  MIIADÁV  ET-HAL´LUJÓT  VAISHABBÉR  OTÁM  TÁJAT  HAHÁR

“Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte”. (Shemót/Éxodo 32:19)

El Zóhar nos dice que las Tablas, sobrecargadas por la densidad de su parte física, en realidad se cayeron de las manos de Moshé. En el momento del pecado, las letras hebreas -la Luz- grabadas en las Tablas echaron a volar, haciendo las Tablas demasiado pesadas para ser sujetadas. Cuando las Tablas perdieron su esencia espiritual, su parte física controló la realidad.

Cuando algo está vacío de Luz, se vuelve físicamente pesado. Piensa en el lenguaje que utilizamos cuando no experimentamos Luz: la vida puede parecer “pesada” o nos podemos sentir “deprimidos” o “bajos”.

En aquel tiempo, las primeras tablas de piedra se rompieron. Y ya hemos explicado que las piedras en las manos de Moshé se volvieron pesadas, se cayeron y se rompieron. ¿Cuál es la razón? Las letras han volado de las tablas de piedra y las piedras quedaron sin espíritu y por lo tanto se volvieron pesadas.

(Zóhar, Vaiakhél 1:11)