KI TISSÁ: CAUSA Y EFECTO
וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה אֶל־אַהֲרֹן מֶה־עָשָׂה לְךָ הָעָם
הַזֶּה כִּי־הֵבֵאתָ עָלָיו חֲטָאָה גְדֹלָה
VAIÓMER MOSHÉ EL-AHARÓN ME-ÄSÁ LEJÁ HAÁM HAZZÉ
KI-HEVÉTA ÄLÁV JATAÁ GEDOLÁ
“Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha
hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?” (Shemót/Éxodo
32:21)
Moshé le explicó a Aharón que a
pesar de sus “buenas intenciones”, sus acciones (las de Aharón) y su energía
contribuyeron a la creación del Becerro de Oro.
Las Leyes Universales dictan que
somos totalmente responsables de todas nuestras acciones, aunque estemos haciendo
lo que pensamos que es mejor. Si nuestras acciones traen un resultado negativo,
hay un efecto -un pago- que debe saldarse.
El Santo, Bendito Sea Él, le dijo a
él: Aharón, estos dos magos (Iunús y Iambrús) te atrajeron hacia lo que ellos
querían. En tu vida, dos de tus hijos caerán, y serán incautados por este
pecado. Esto es lo que está escrito: “UVAHARÓN HITANNÁF ADO-NÁI MEÓD LEHASHMIDÓ
- Contra Aharón también se enojó Di-s en gran manera para destruirlo” (Devarím/Deuteronomio
9:20). Esto se refiere a sus hijos, como está escrito: “VAASHMÍD PIRIÓ
MIMMÁÄL - Y destruí su fruto arriba” (Ämós 2:9), porque los frutos de un
hombre son sus hijos.
(Zóhar, Ki Tissá 11:92)
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