AGUAS
SUPERIORES CADA 72 HORAS
Por Kabbalah y
Torah
Cuando ocurrió
el incidente de la roca, la Shejiná se fue y una energía negativa reemplazó su
lugar. El Zóhar se relaciona con esta energía como ‘Mará’ y está relacionada
con el proceso de la vida, el trabajo y la muerte.
El nombre
‘Mará’ מרה significa literalmente “amargura”. Encontramos
referencias a él en Shemót/Éxodo 1:14:
וַיְמָרֲרוּ אֶת־חַיֵּיהֶם
בַּעֲבֹדָה קָשָׁה בְּחֹמֶר וּבִלְבֵנִים וּבְכָל־עֲבֹדָה בַּשָּׂדֶה אֵת כָּל־עֲבֹדָתָם
אֲשֶׁר־עָבְדוּ בָהֶם בְּפָרֶךְ
VAIMARERÚ ET-JAIEHÉM BAÄVODÁ KASHÁ BEJÓMER UVILVENÍM UVJOL-ÄVODÁ BASSADÉ ET KOL-ÄVODATÁM
ASHER-ÄVDÚ VAHÉM BEFÁREJ
“Y amargaron su
vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del
campo, y en todo su servicio, al cual los obligaban con dureza”.
Shemót/Éxodo
15:23-25:
וַיָּבֹאוּ מָרָתָה וְלֹא יָכְלוּ
לִשְׁתֹּת מַיִם מִמָּרָה כִּי מָרִים הֵם עַל־כֵּן קָרָא־שְׁמָהּ מָרָה
VAIAVÓU MARÁTA VELÓ IAJELÚ
LISHTÓT MÁIM MIMMARÁ
KÍ MARÍM
HÉM ÄL-KÉN KARA-SHEMÁH
MARÁ
“Y llegaron a
Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le
pusieron el nombre de Mara”.
וַיִּלֹּנוּ הָעָם עַל־מֹשֶׁה
לֵּאמֹר מַה־נִּשְׁתֶּה
VAIL´LÓNU HAÄM
AL-MOSHÉ LEMÓR MA-NISHTÉ
Entonces el
pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
וַיִּצְעַק אֶל־יְהֹוָה וַיּוֹרֵהוּ
יְהוָֹה עֵץ וַיַּשְׁלֵךְ אֶל־הַמַּיִם וַיִּמְתְּקוּ הַמָּיִם שָׁם שָׂם לוֹ חֹק וּמִשְׁפָּט
וְשָׁם נִסָּהוּ
VAITZÄK EL-ADO-NÁI
VAIORÉHU ADO-NÁI ËTZ VAIASHLÉJ
EL-HAMMÁIM VAIMTEKÚ HAMMÁIM SHÁM SÁM
LÓ JÓK UMISHPÁT
VESHÁM NISSÁHU
“Y Moisés clamó
al Señor; y el Señor le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las
aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y derechos, y allí los
probó”.
El incidente
anterior fue 72 horas después de la división y el cruce del “Mar Rojo”. El agua
física era AMARGA y sentían la falta de la Luz. Cuando Moisés lloró al Señor,
se le mostró la conexión del Árbol de la Vida y eso trajo vida a las aguas más
bajas.
Shemót/Éxodo 15:26:
וַיֹּאמֶר אִם־שָׁמוֹעַ תִּשְׁמַע
לְקוֹל יְהוָֹה אֱלֹהֶיךָ וְהַיָּשָׁר בְּעֵינָיו תַּעֲשֶׂה וְהַאֲזַנְתָּ לְמִצְוֹתָיו
וְשָׁמַרְתָּ כָּל־חֻקָּיו כָּל־הַמַּחֲלָה אֲשֶׁר־שַׂמְתִּי בְמִצְרַיִם לֹא־אָשִׂים
עָלֶיךָ כִּי אֲנִי יְהוָֹה רֹפְאֶךָ
VAIÓMER IM-SHAMÓÄ TISHMÁ LEKÓL
ADO-NÁI
ELO-HÉJA VEHAIASHÁR BE´ËNÁV TAÄSÉ VEHAAZANTÁ LEMITZVOTÁV VESHAMARTÁ KOL-JUKKÁV KOL-HAMMAJALÁ ASHER-SÁMTI BEMITZRÁIM LO-ASÍM ÄLÉJA KÍ
ANÍ ADO-NÁI ROFÉJA
“Y dijo: Si
oyeres atentamente la voz del Señor tu Di-s, e hicieres lo recto delante de sus
ojos (Jojmá), y dieres oído (Biná) a sus mandamientos, y guardares todos sus
estatutos, ninguna enfermedad, de las que envié a los egipcios, te enviaré a
ti; porque yo soy el Señor tu Sanador”.
La vida en el
agua se activa en conexión con las leyes espirituales y atrae la Luz Superior.
Esta es la razón por la que tenemos lectura de la Torá en público cada 72 horas
(lunes, jueves y sábados).
(Tikkuné
HazZóhar)