PARASHÁT TETZAVVÉ: EL CONTROL DE LA
MATERIA FÍSICA
Kabbalísticamente, cada elemento del
cuerpo tiene no solo una función práctica, sino que también un significado
espiritual. El hueso, por ejemplo, está conectado con la Sefirá de Jojmá. Las
venas y las arterias representan la dimensión de Biná. La piel del cuerpo
humano representa Zéër Anpín. Y la ropa, que es el aspecto más exterior del ser
humano tangible, se presenta ante el mundo (como Maljút).
¿A qué se refiere con ropa? La
respuesta varía de persona a persona. Para algunos, significa estar a la moda.
Para otros, es simplemente una manera para conservar el calor. Pero para todo
el mundo, la ropa es una forma de ocultar el cuerpo desnudo. Con el fin de
darnos a conocer al mundo, con el fin de salir a la calle sin ser arrestado por
exposición indecente, tenemos que ocultar nuestro ser físico desnudos.
En la Parashá de Tetzavvé, aunque en
un nivel muy mundano, nosotros vemos la paradoja de lo oculto y revelaciones.
Proporciona una introducción a la interpretación kabbalística de la ropa. En su
tratado sobre las Diez Emanaciones Luminosas Rav Áshlag, afirma que todas las
formas de ropa tienen el potencial de actuar como un canal para la última
dimensión de Maljút-el último canal por el cual la Luz se manifiesta. Aquí es
donde la anti-materia comienza a operar.
De acuerdo con Rabbí Isaac Luria (El
Arí), si nosotros no sabemos la estructura de algo, no podemos influir en su
nivel físico más básico. Y aquí es donde la historia de Tetzavvé es tan
poderosa para nosotros. Comienza con las palabras “VEATTÁ TETZAVVÉ” que significa “Y tú, tu comandarás”
el Zóhar pregunta: porque es “VeAttá” (y tú) necesario si “tetzavvé” significa
“tu comandarás?”. Muchos comentaristas han planteado la misma pregunta: La
palabra “VeAttá” es redundante. No es necesario, sin necesidad, para que esta
palabra esté ahí.
Kabbaláh enseña que la letra “Vav”
es Zéër Anpín y la palabra “Attáh” es Maljút. Así, cuando nosotros conectamos
con la letra Vav con la palabra “Attáh” para crear “VeAttáh,” nos empodera para
el control de la materia física para ayudarnos a traer la conciencia de Zéër
Anpín, Universo sin fallas, en el reino de Maljút. Este era el poder de la ropa
del Sumo Sacerdote-la unión de la realidad física con la realidad espiritual,
que es un gran paso adelante en la labor de remover el caos de nuestras vidas.
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