ENCENDIDO DE LAS VELAS DE SHABBÁT: IEHÍ
RATZÓN (“Sea Tu voluntad”)
A través de esta bendición se nos da
el poder de tener hijos justos y de tener un esposo justo. La mayor oportunidad
que tiene una mujer de compartir es con su familia, que es lo que está más
cerca de ella en su vida diaria. La definición de compartir con nuestro hijo o
cónyuge toma todo un nuevo significado cuando se entiende desde el punto de
vista kabbalístico. Para ayudarnos a entender lo que de verdad significa
compartir, debemos primero comprender lo que no es compartir.
El Rav Berg explica que cuando los
padres crían a sus hijos, la mayoría de los actos de compartir están
considerados como parte de nuestro deber como padres amorosos. En otras
palabras, cuando compartimos con nuestros seres queridos, no se generan “puntos
meritorios” en los Mundos Superiores. El verdadero compartir sólo ocurre cuando
nos es difícil dar, cuando nos salimos de nosotros mismos y nos salimos de
nuestras zonas de confort. Comúnmente jugamos con nuestros hijos o les damos a
nuestros hijos cuando esto nos satisface. Obtenemos tanto placer como ellos
mismos. Sin embargo, si podemos aprender a compartir y a darles nuestro tiempo
y atención cuando nos es difícil, obtendremos mayores beneficios. El encender
las velas de Shabbát se considera un verdadero acto de compartir con nuestra
familia.
IEHÍ RATZÓN:
Sea Tu voluntad ante Ti, Señor, mi
Di-s, y Di-s de mis ancestros, que tengas piedad y seas misericordioso conmigo,
y puedas Tú aumentar Tu compasión hacia mí al concederme como prole aquellos
que cumplan Tus preceptos y que se ocupen de Tu Torá por el bien de Ésta.
Puedan ellos ser resplandecientes en
la Torá gracias a estas velas, como fue dicho: “Porque el mandamiento es una
vela y la Torá es Luz” (Mishlé/Proverbios 6:23).
Tengas también piedad y seas
misericordioso hacia mi esposo (la mujer debe mencionar aquí el nombre de su
esposo y el nombre del padre de él) y le otorgues Tú largos días y años de
vida, llenos de bendiciones y éxitos, y puedas Tú ayudarlo a cumplir Tus
preceptos, de manera perfecta. Sea ese Tu deseo, Amén.
“Sean agradables los dichos de mi
boca y los pensamientos de mi corazón ante Ti, Di-s, mi fortaleza y mi redentor”
(Tehil´lím/Salmos 19:15).
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