LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PARASHAT TERUMÁ: BENDICIÓN, SUSTENTO Y ELEVACIÓN POR ENCIMA DE LA INFLUENCIA ASTRAL


PARASHÁT TERUMÁ: BENDICIÓN, SUSTENTO Y ELEVACIÓN POR ENCIMA DE LA INFLUENCIA ASTRAL

וְנָתַתָּ עַל־הַשֻּׁלְחָן לֶחֶם פָּנִים לְפָנַי תָּמִיד

VENATATTÁ  ÄL-HASHSHULJÁN  LÉJEM  PANÍM  LEFANÁI  TAMÍD

“Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de Mí continuamente”. (Shemót/Éxodo 25:30)

Dentro del Tabernáculo había una mesa sobre la cual estaban colocados 12 panes para Shabbát, conocidos como “Pan de los Semblantes o Pan de la Proposición”.

Rabbí Iesá abrió la discusión diciendo: “VEÄSÍTA  SHULJÁN  ÄTZÉ  SHITTÍM - Y harás una mesa de madera de acacia...” (Shemót/Éxodo 25:23). Esta mesa se halla dentro del Tabernáculo y una bendición celestial mora sobre ésta. De esta emerge alimento para todo el mundo, y esta mesa no debe vaciarse ni siquiera por un momento. Debe haber comida sobre ella porque la bendición no está presente en un lugar vacío. Por lo tanto, debe haber pan constantemente sobre ésta, para que la Bendición Celestial esté siempre presente en ésta. Y de esta mesa, bendición y comida sale a todas las mesas del mundo que son bendecidas debido a ésta.

(Zóhar, Terumá 47:503)

Estos doce panes representan los doce signos del zodíaco, mientras que la mesa era un vehículo para que cada persona se elevara por encima de las influencias celestes de este mundo físico y su designio astrológico. Si una persona que está gobernada por un signo de fuego se eleva por encima de las limitaciones de su signo, puede compartir una relación perfecta con un signo de agua, aunque los dos signos no sean tradicionalmente compatibles. Hay muchas más posibilidades en la vida que las que nos ofrece nuestro destino astrológico. Esta lectura actúa como apoyo espiritual para que podamos elevarnos por encima de la influencia de nuestro signo y de las limitaciones de este mundo físico.


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