jueves, 23 de marzo de 2017

LAZO CON LAS FUERZAS DE LA CREACIÓN



LAZO CON LAS FUERZAS DE LA CREACIÓN

Si te detienes un momento a considerar los innumerables beneficios que el Altísimo te concede continuamente desde el momento de tu formación, tu alma se llenará de amor por Él y tendrás el deseo ferviente de servirle.

Dijeron los sabios del Midrásh Tanjuma; Emor 7, comentando acerca de la respuesta Divina a Iyóv/Job 41:3, "¿Quién Me ha dado algo que Me obligue a pagárselo? Todo lo que se halla bajo el cielo es Mío":

Rabí Jeremías, hijo de Rabí Elazar, observó: En el futuro, una voz celestial proclamará desde la cima de la montaña: “¡Quien haya actuado junto con Di-s, que venga y reciba su recompensa!” Y dice el espíritu Divino, “¿Quién Me ha dado algo que Me obligue a pagárselo?” o bien: “¿Quién Me ha alabado antes de que le diera alma? ¿Quién ejecutó una circuncisión en Mi Nombre antes de que le diera un hijo? ¿Quién hizo una barandilla para cumplir Mi mandato antes de que le diera techo?” etc.

Al exponer sus ejemplos, los sabios del Midrásh explican las palabras Divinas: Si alguien Me ha dado alguna vez un beneficio que no haya recibido de Mí, ¡le recompensaré! Sin embargo, "todo lo que se halla bajo el cielo es Mío", es decir, a pesar de que lo que Me dan ya era Mío, igualmente los recompensaré por dármelo.

Si fijamos nuestra atención en las palabras del versículo "Quién Me ha dado algo" observamos otro nivel de interpretación. La partícula hebrea Mi  מי  (“Quién”, cuyo valor numérico es 50) alude a las Fuerzas Femeninas de la Creación y a las cincuenta puertas de biná que se abren para beneficiar a las criaturas, como lo explica el Séfer Yetzirá.

La respuesta Divina a Iyóv/Job en 31:8, "desde el torbellino", contiene una alusión implícita a las cincuenta puertas.

Del libro de Iyóv extraemos estos versículos: ¿Dónde estabas tú cuando Yo eché los cimientos de la tierra? ¡Indícamelo, ya que tanto sabes! ¿Quién determinó sus medidas, si lo sabes?  ¿O quién extendió sobre ella cordel? "¿Quién abre canales para la inundación? ¿Quién ha engendrado las gotas de rocío? ¿De qué matriz vino el hielo? "¿Quién provee al cuervo su presa? "¿Quién puso en libertad al asno salvaje?"

Hay cincuenta versos de reprobación Divina, correspondientes a las cincuenta puertas de entendimiento que abrió Di-s para beneficiar a Sus criaturas. Por lo tanto, el versículo comienza con la palabraמי   Mi (quién), que alude a las fuerzas Divinas de biná, que precedieron a la creación del mundo. Como señaló el Ramak en su Pardés Rimonim, a pesar de que no había nadie antes de Él, aún así el Creador recompensa al ser humano, ya que la retribución de las personas rectas es gozar del deleite celestial que proviene de las Fuerzas Femeninas de la Creación.

Cuando consideras que Di-s creó al ser humano y le infundió [al cuerpo y al espíritu] las 22 letras sagradas del alfabeto hebreo que provienen de las Fuerzas Femeninas de la Creación, y si piensas que estas letras contienen el anteproyecto del universo, no puedes más que amarlo y tener el deseo de cumplir Su voluntad. Y tu amor se ha de intensificar aún más cuando consideres que de estas Fuerzas Femeninas de la Creación proviene la infinita bondad que el Creador extiende sobre Sus hijos.

El Zóhar Jadash Shír Hashirím 62a, al referirse al Cantar de los Cantares, nos ayuda a vislumbrar el reino de biná:

Es un lugar donde serás feliz, porque carece de justicia estricta y de ira; el mundo venidero [equivalente a biná] es pura dicha. Hace que todos se alegren y en consecuencia, extiende una profunda alegría a los niveles sucesivos.

Debemos destacar otro vínculo existente entre amor y entendimiento, ya que se debe a este vínculo que nuestras plegarias de angustia encuentren respuesta. Como está escrito en Devarím 4:7:

¿Qué otro gran pueblo tiene a Di-s tan cerca, como el Eterno, nuestro Di-s, quien acude cada vez que es invocado?

El Zóhar Vaetjanán 265b distingue "El Eterno tu Di-s" de "el Eterno nuestro Di-s", señalando que "el Eterno tu Di-s" equivale al Todopoderoso y Su Shejiná, mientras que "el Eterno nuestro Di-s" se refiere a las Fuerzas de la Creación Masculinas y Femeninas.

El temor a Di-s es un sentimiento reverencial hacia el Emanador, poderoso Creador de todo. Este temor reverencial se le revela al hombre mediante las Fuerzas Masculinas de la Creación. El amor, en cambio, es el sentimiento que tiene el hombre hacia su Creador debido a Su infinito amor impregnado de bondad que, como hemos visto, se revela mediante las Fuerzas Femeninas de la Creación. La esencia del amor es despertar un deseo ferviente en el corazón. 

Del mismo modo, el Talmud Tratado Calá, capítulo 3, hace contrastar el amor con el honor: "el amor mora en el corazón, mientras que el honor habita en nuestros actos". Rabí Waldman explica la diferencia entre el amor y el honor: el amor a Di-s, o a la Torá, o al estudio de la Torá, están ocultos al ojo; has de amar a éstos con todo tu ser, pero tu amor está oculto dentro de tu corazón. El honor, en cambio, es el modo en que tratas a un sabio de la Torá, o a tus padres. No puedes expresar tu honor tan sólo con tu corazón. Has de traducir el sentimiento de honor en actos y palabras, como por ejemplo al hablarles con respeto, etc. 

 
 

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