AMAR ES ENTREGARSE
Enseña el Tikuné Zohar que el amor
Divino en su esencia supone entregarse en cuerpo y alma para santificar Su
Nombre:
Dice el versículo en el libro de
Daniel: "Y los sabios resplandecerán"; "los sabios" son los
iniciados en la explicación mística del segundo precepto, al cual alude la
expresión “bereshit” [en el principio. Es decir, el primer precepto es temer a
Di-s, y el segundo es amarlo sin esperar retribución].
[¿De qué manera la expresión]
“bereshit” [alude al precepto de amar a Di-s?] El valor numérico de las letras
de la palabra hebrea ahaváh אהבה [amor] es 13. [El valor de la expresión
bereshit בראשית es
913; pero las cifras 9, 1, y 3 también suman 13.] El hecho de que tanto ahavá
como bereshit [sumen 13], implica que la fuente del amor se encuentra en [la
sefirá de] jésed. [El valor numérico de la palabra
חסד “jésed” es] 72, que alude
al Nombre Inefable de setenta y dos letras, [derivado de los versículos 19 al
21 del capítulo 14 del libro de Shemót/Éxodo, cada uno de los cuales contiene
72 letras.]
La primera palabra de cada uno de
estos tres versículos comienza con la letra Vav: vaisá, vayavó, vayét. [El
valor numérico de las letras que forman la palabra] "Vav" es 13, como
el de las palabras ejád [uno], y [la palabra] ahavá. Hay aquí una referencia al
primer dicho de la Creación – "Bereshít ", acerca del cual nos
enseñan el Pirké Avót 5:1: "¿No podía [el mundo] haberse creado con un
único mandato?" [Es decir: los conceptos] bereshít, ejád, y ahavá, [se
vinculan por su idéntico valor numérico – 13].
He aquí el significado de "amor
intenso": al enunciar la palabra "uno" [en la Shemá], has de
entregar tu alma por el amor a tu Hacedor. Es por esta razón [que a
continuación del versículo Shemá' Israel está escrito,] "amarás al Eterno,
tu Di-s, [con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus
recursos]." [En otras palabras, por amor a Él, debes estar disponerte a]
ofrecerle lo que más estimes, tu cuerpo [padeciendo sufrimientos], tu alma [tu
vida], y tus recursos financieros, inclusive en tiempos de crisis.
La prueba que habrá de sobrellevar
Israel durante los últimos setenta años del exilio que será el último, [en que
serán más severas las tribulaciones,] es la pérdida financiera. El Talmud
compara el pobre al muerto, lo que en este sentido significa que la pérdida de
los recursos financieros es equivalente a la pérdida del alma.
Si tu cuerpo, tu alma y tu dinero
tienen igual importancia a tus ojos, ofrece al Todopoderoso lo que más estimes,
[para santificar Su Nombre]. Al hacerlo, estás simultáneamente uniéndote a Él
con la palabra ahavá [que, como hemos visto, alude a] bereshít. En ese momento,
es como si el mundo hubiese sido creado para ti.
Si un judío no entrega su alma, su
cuerpo o su fortuna por amor al Todopoderoso en tiempos de persecución
religiosa, [decidiendo vivir en este mundo como un pagano incircunciso,] en el
cielo consideran como si hubiese [destruido] el mundo, devolviéndolo a su
estado caótico original. [Vemos el vínculo entre] bereshit y ahavá en el
versículo "la tierra estaba desolada y vacía," ya que éste sigue al
versículo que comienza con "En el principio".
En cambio, quien entrega su cuerpo,
alma y fortuna por amor a su Hacedor, alcanzará el nivel más elevado en el
mundo venidero. Tan sólo cuando tu amor a Di-s [se manifieste con el
cumplimiento de] los 613 preceptos, puede maljút existir [como entidad cohesiva
y transmitir la Providencia Divina al hombre, como lo sugiere el versículo de
la Meguilat Ester 3:3], "¿Por qué desafías la orden del
rey?" El cumplimiento de los preceptos mantiene el mundo.
[El Yetzer Hará, la inclinación al
mal, llamada en Cabalá] "la sirvienta malvada ", causa la destrucción
del mundo [incitando a los hombres al pecado]. Por tanto, se relaciona con el
versículo "la tierra estaba desolada y vacía." [El Altísimo creó a
esta "sirvienta malvada"] para otorgar recompensa e imponer castigo a
los hombres.
[Hay distintos modos de entregar el
alma para santificar el Nombre Divino, y] quien ama a Di-s con su alma, su
cuerpo y su fortuna para que Di-s lo proteja de las aflicciones de este mundo,
ama con interés. Si su amor se basa en lo que Di-s le da, su motivación no es
el amor, sino los resultados de ese amor. En este caso, si sucediera que el
Altísimo le quitase la fortuna o el cuerpo, [su reacción natural sería] negar
la existencia de Di-s.
[No puede decirse que el amor a Di-s]
es la fuerza motriz [de tu vida] hasta que no estés listo a entregar tu alma
[para santificar Su Nombre] por el amor de tu Hacedor. Y si los tres elementos
[la vida, salud y dinero] tienen igual importancia a tus ojos, entrega los tres
por Su amor. Éste es el amor fundamental. [Quien ama a Di-s de este modo causa
que las Fuerzas Masculinas de la Providencia fortalezcan] a maljút, iluminándola
con jésed hasta que maljút pueda funcionar como entidad cohesiva, capaz de
transmitir shéfa. Cuando está iluminada por guevurá, maljút se vincula con el
temor de Di-s y cuando su iluminación proviene de jésed, maljút se vincula con
el amor a Di-s.
Comentarios
Publicar un comentario