EL PROCESO DEL MASHIAJ BEN
YOSEF
Los comentarios de rabí Jaim Vital
acerca del Zóhar citado eran que la última generación antes del Mesías
revelaría los secretos de la Cabalá. ¿Cómo sucederá esto?
Es importante saber que existen dos
clases de mesías, el llamado “mesías hijo de Yoséf” y el “mesías hijo de David”
(Midrásh Tehilim 60:3; Sucá 52b, Zóhar vol.1 p. 25b y en diversas citas del
Midrásh y del Zóhar). El mesías ben Yoséf opera a través de la naturaleza y su
era es natural, aunque espectacular. La era del descendiente de David es
milagrosa y, tal como los profetas la describen, supera la grandeza de la era
del descendiente de Yoséf. Este prefacio trata sólo del proceso del mesías ben
Yoséf, que conduce a la era de David. Comprender el meshiaj ben Yoséf es
percibir cómo ocurre el proceso de la redención.
Si el pueblo de Israel estuviese
listo a merecer la era mesiánica ahora, la redención podría suceder rápida y
milagrosamente. Sin embargo, si no lo merecemos, continuará siendo un proceso
que progresa paso a paso por medios naturales. Se necesitan la ciencia para
acceder a la Cabalá, porque el mesías ben Yoséf obra de modo natural. La luz
mesiánica vinculada con el mashiaj ben Yoséf desciende oculta y está exiliada
entre las naciones bajo el aspecto de ciencia y tecnología. Tener en mente lo
que precede nos facilitará comprender lo que sugiere rabí JaimVital en su
introducción al Etz Jaim:
El Zohar declara: “A medida que se
acerca la era mesiánica, incluso los niños podrán comprender la sabiduría
mística”. Explica rabí Jaim: “En la última generación podrán comprenderse los
secretos esotéricos de la Torá, que les eran inaccesibles a las generaciones
anteriores. Pero surge la pregunta, ¿si las generaciones anteriores no podían
comprender, cómo podremos nosotros? Es porque esta sabiduría será abiertamente
revelada en las generaciones postreras, particularmente en la última.”
Pero la pregunta es, ¿cuándo y cómo
sucederá? Para responder a estas preguntas, rabí Jaim Vital ofrece dos citas
del Zóhar. La primera es del Tikuné Zóhar, que nos dice cuándo sucederá esto,
en una revelación del profeta Elías a rabí Shimon bar Yojái:
“¡Cuánta gente se mantendrá y
alimentará de su libro (el Zóhar) cuando sea revelado en la Tierra, en la
última generación al final de los días!”
La segunda es una enseñanza del
Tikuné Zóhar Jadash, que nos dice cómo sucederá:
“Tú, Eliáhu/Elías, precederás a la
profecía en la generación anterior al arribo de la era mesiánica… Te revelarás
a algunos cara a cara, a otros te revelarás escondido por el ojo del intelecto,
y a otros te revelarás a través de su sabiduría”.
Según el Zóhar, la Cabalá se
revelará por medios naturales a través del conocimiento científico, porque la
relación entre ciencia y Cabalá forma parte del rúaj hakodesh. Éste es el
proceso de revelación de la luz mesiánica que está evolucionando y descendiendo
gradualmente, revestido de las diversas formas y modelos del tiempo, volviendo
a la Cabalá más accesible. En cambio, en generaciones anteriores esta clase de
rúaj hakodesh todavía no había descendido hasta el punto que está sucediendo
hoy en día, porque nos referimos a la revelación y el desarrollo de la Cabalá
de la última generación por medios naturales.
Como no merecemos que el mesías
llegue ahora, el proceso mesiánico se va produciendo de modo oculto, por medios
naturales. En otras palabras, parte de ese medio natural es la revelación de la
ciencia y la Cabalá integradas para formar un conjunto. Por ende, podemos
comprender que el Zóhar y el Gaón de Vilna que citamos al principio, son en
realidad una profecía que recién comienza a realizarse.
La comprensión del proceso de
redención expuesto, realza el papel unificador de la Torá. Es decir, así como
Di-s y la Torá son uno, no debemos considerar que la Cabalá y la ciencia son
dos entidades distintas, sino dos sistemas de sabiduría que se complementan
mutuamente. Esto se debe a que, aun cuando parece que todo proviene de la
inventiva humana, la fuente última del conocimiento es Di-s. De hecho, cuando
se comprende la Cabalá correctamente se ve que es la clave, como un metasistema
que unifica toda la sabiduría. Nada permanece fuera del sistema Divino. Por lo
tanto, percibir todo en el universo como parte de un conjunto unificado, es la
manifestación y la conciencia de la unicidad de Di-s.
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