jueves, 23 de marzo de 2017

EL ANHELO NOCTURNO



EL ANHELO NOCTURNO 

[...] Rabi Shimon bar Yojái (Rashbí) expone la esencia del amor en el Zóhar Ajaré Mot 68b:

Dijo Rabí Aba [a Rabí Shimón, citando el versículo de Yeshayáhu/Isaías 26:9], "Nafshí [mi alma] Te anhela en la noche; y rují [mi espíritu] en mi interior Te ansía". [El profeta no está comunicando su propio anhelo de aproximarse a Di-s, sino el de su alma. Asimismo, en la segunda parte del versículo, es su espíritu quien ansía al Todopoderoso. (…)]

Dijo [Rabí Shimón a Rabí Aba]: explicaron los compañeros: "En Su mano está el néfesh de todo ser viviente y el rúaj de toda la humanidad" (Iyóv/Job 12:10, [es decir, como nuestra néfesh y nuestro rúaj están en la mano del Todopoderoso, el pueblo de Israel se refiere a Di-s como "Nafshí", y "Rují". Por lo tanto, dice el versículo, Tú eres quien habita dentro de mí; mi alma esta oculta en Ti y "Te ansía" con amor y deseo, "en la noche", mientras que estoy sumido en mi estudio de la Torá y composiciones de alabanza en las horas de la noche. "Y mi espíritu en mi interior": en Ti está oculto mi espíritu, y eres Tú quien me lo devuelve al despertarme, de modo que está ahora en mi interior; por lo tanto, "Te ansía".] 

También explica Rabí Shimón: ¡Ven y mira! El néfesh y el rúaj están siempre relacionados. Es sabido [que el rúaj y el néfesh del ser humano aluden respectivamente a las Fuerzas masculinas de la Providencia y a las Fuerzas Femeninas de maljút. Estos] están siempre relacionados [para guiar al mundo terrenal].

El servicio perfecto que debes ofrecer al Todopoderoso, requiere como hemos señalado, que ames "al Eterno tu Di-s con todo tu corazón...", con un amor total que comprenda tanto néfesh como rúaj (Talmud Berajot 54a). Así como el néfesh y el rúaj están vinculados en tu cuerpo, y tu cuerpo los ama [porque le insuflan vida], de la misma manera debes amar al Altísimo y vincularte a Él. Como está escrito, "Mi alma Te anhela en la noche": el profeta se refiere literalmente a su néfesh dentro de su cuerpo. "Y el espíritu en mi interior Te ansía". Así como mi rúaj se aferra a mí, así también deseo vincularme a Ti con un amor ardiente. [Dice pues el profeta al Altísimo, "así como mi alma te anhela en la noche, y como mi espíritu en mi interior, así también Te ansío Yo."]

[Al decir] “en la noche”, [el mensaje de Yeshayáhu/Isaías es que] has de levantarte todas las noches a medianoche (jatzot), por amor al Altísimo, procurando cumplir Su servicio hasta después del amanecer, sin interrumpir tu estudio para dormir hasta después de [las oraciones de] la mañana. Entonces atraerás a ti un caudal de amor que te impregnará y permanecerá contigo el día entero. Digno de alabanza es aquel cuyo amor alcanza la intensidad de levantarse a medianoche para servir al Creador y cuantiosa será su recompensa.

Los que aman al Todopoderoso de este modo son los verdaderamente rectos, y el mundo depende de su existencia. Tienen el poder de anular los decretos severos arriba y abajo, porque gracias a ellos existe el mundo. Así, pues, aprendemos que los rectos cuyo néfesh y rúaj están vinculados al Altísimo en el cielo con un amor de esta índole, pueden ejercer su dominio sobre la tierra; todo cuanto decretan para la tierra se realiza.

En el versículo que inicia este Zóhar, Isaías parece decir que su néfesh anhela al Altísimo en la noche, y expresa su anhelo por medio del rúaj dentro de él.

Explica Rashbí que Yeshayáhu no se refería a su néfesh ni a su rúaj propios, sino al Altísimo y a Su Shejiná. Como de Ellos provienen el néfesh y el rúaj, el versículo los llama Nafshí (mi alma), y Rují (mi espíritu). Como lo indica Rashbí, "¡¡Ven y mira! El néfesh y el rúaj están siempre relacionados mutuamente en el ser humano, y con Di-s".

La razón por la cual néfesh y rúaj están unidos entre sí mientras viva la persona en este mundo, es que la raíz que comparten yace en el Altísimo y Su Shejiná. Del mismo modo que es imposible relacionarse con Él sin Ella, así mismo se entrelazan las ramas que provienen de Ellos.

El Tikuné Zóhar Tikún 21, 49b explica el versículo de Mishlé/Proverbios 20:27: "La neshamá del hombre es el ner (lámpara) del Eterno". La palabra hebrea נר  NeR puede leerse como un acróstico en el que la N es la letra inicial de néfesh, y la R es la letra inicial de rúaj, lo cual indica que néfesh y rúaj están aunados como una sola entidad. 

El Tikuné Zohar cita el versículo, "En Su mano está el néfesh de toda cosa viviente y el rúaj de toda la humanidad", para mostrar que aunque néfesh y rúaj han descendido a la tierra y están contenidos en el cuerpo, la raíz de ambos sigue fijada en el cielo. Es mediante esta raíz celestial que Di-s tiene literalmente el alma de todo ser viviente en Su mano.

Si el versículo sólo se hubiese referido al vínculo personal de Isaías con Di-s y la Shejiná, la redacción habría sido, "Di-s mío, Te anhelo en la noche, y Te ansío". Sin embargo, para mostrarnos el amor y el apego del alma humana al Altísimo, recalca el profeta que su néfesh y su rúaj ansían a Di-s.    



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