EL ANHELO NOCTURNO
[...] Rabi Shimon bar Yojái (Rashbí)
expone la esencia del amor en el Zóhar Ajaré Mot 68b:
Dijo Rabí Aba [a Rabí Shimón,
citando el versículo de Yeshayáhu/Isaías 26:9], "Nafshí [mi alma] Te
anhela en la noche; y rují [mi espíritu] en mi interior Te ansía". [El
profeta no está comunicando su propio anhelo de aproximarse a Di-s, sino el de
su alma. Asimismo, en la segunda parte del versículo, es su espíritu quien
ansía al Todopoderoso. (…)]
Dijo [Rabí Shimón a Rabí Aba]:
explicaron los compañeros: "En Su mano está el néfesh de todo ser viviente
y el rúaj de toda la humanidad" (Iyóv/Job 12:10, [es decir, como nuestra
néfesh y nuestro rúaj están en la mano del Todopoderoso, el pueblo de Israel se
refiere a Di-s como "Nafshí", y "Rují". Por lo tanto, dice
el versículo, Tú eres quien habita dentro de mí; mi alma esta oculta en Ti y
"Te ansía" con amor y deseo, "en la noche", mientras que
estoy sumido en mi estudio de la Torá y composiciones de alabanza en las horas
de la noche. "Y mi espíritu en mi interior": en Ti está oculto mi
espíritu, y eres Tú quien me lo devuelve al despertarme, de modo que está ahora
en mi interior; por lo tanto, "Te ansía".]
También explica Rabí Shimón: ¡Ven y
mira! El néfesh y el rúaj están siempre relacionados. Es sabido [que el rúaj y
el néfesh del ser humano aluden respectivamente a las Fuerzas masculinas de la
Providencia y a las Fuerzas Femeninas de maljút. Estos] están siempre
relacionados [para guiar al mundo terrenal].
El servicio perfecto que debes
ofrecer al Todopoderoso, requiere como hemos señalado, que ames "al Eterno
tu Di-s con todo tu corazón...", con un amor total que comprenda tanto
néfesh como rúaj (Talmud Berajot 54a). Así como el néfesh y el rúaj están
vinculados en tu cuerpo, y tu cuerpo los ama [porque le insuflan vida], de la
misma manera debes amar al Altísimo y vincularte a Él. Como está escrito,
"Mi alma Te anhela en la noche": el profeta se refiere literalmente a
su néfesh dentro de su cuerpo. "Y el espíritu en mi interior Te
ansía". Así como mi rúaj se aferra a mí, así también deseo vincularme a Ti
con un amor ardiente. [Dice pues el profeta al Altísimo, "así como mi alma
te anhela en la noche, y como mi espíritu en mi interior, así también Te ansío
Yo."]
[Al decir] “en la noche”, [el
mensaje de Yeshayáhu/Isaías es que] has de levantarte todas las noches a
medianoche (jatzot), por amor al Altísimo, procurando cumplir Su servicio hasta
después del amanecer, sin interrumpir tu estudio para dormir hasta después de
[las oraciones de] la mañana. Entonces atraerás a ti un caudal de amor que te
impregnará y permanecerá contigo el día entero. Digno de alabanza es aquel cuyo
amor alcanza la intensidad de levantarse a medianoche para servir al Creador y
cuantiosa será su recompensa.
Los que aman al Todopoderoso de este
modo son los verdaderamente rectos, y el mundo depende de su existencia. Tienen
el poder de anular los decretos severos arriba y abajo, porque gracias a ellos
existe el mundo. Así, pues, aprendemos que los rectos cuyo néfesh y rúaj están
vinculados al Altísimo en el cielo con un amor de esta índole, pueden ejercer
su dominio sobre la tierra; todo cuanto decretan para la tierra se realiza.
En el versículo que inicia este Zóhar,
Isaías parece decir que su néfesh anhela al Altísimo en la noche, y expresa su
anhelo por medio del rúaj dentro de él.
Explica Rashbí que Yeshayáhu no se
refería a su néfesh ni a su rúaj propios, sino al Altísimo y a Su Shejiná. Como
de Ellos provienen el néfesh y el rúaj, el versículo los llama Nafshí (mi
alma), y Rují (mi espíritu). Como lo indica Rashbí, "¡¡Ven y mira! El
néfesh y el rúaj están siempre relacionados mutuamente en el ser humano, y con
Di-s".
La razón por la cual néfesh y rúaj
están unidos entre sí mientras viva la persona en este mundo, es que la raíz
que comparten yace en el Altísimo y Su Shejiná. Del mismo modo que es imposible
relacionarse con Él sin Ella, así mismo se entrelazan las ramas que provienen
de Ellos.
El Tikuné Zóhar Tikún 21, 49b explica
el versículo de Mishlé/Proverbios 20:27: "La neshamá del hombre es el ner
(lámpara) del Eterno". La palabra hebrea נר NeR puede leerse como un acróstico en el que
la N es la letra inicial de néfesh, y la R es la letra inicial de rúaj, lo cual
indica que néfesh y rúaj están aunados como una sola entidad.
El Tikuné Zohar cita el versículo,
"En Su mano está el néfesh de toda cosa viviente y el rúaj de toda la
humanidad", para mostrar que aunque néfesh y rúaj han descendido a la
tierra y están contenidos en el cuerpo, la raíz de ambos sigue fijada en el
cielo. Es mediante esta raíz celestial que Di-s tiene literalmente el alma de
todo ser viviente en Su mano.
Si el versículo sólo se hubiese
referido al vínculo personal de Isaías con Di-s y la Shejiná, la redacción
habría sido, "Di-s mío, Te anhelo en la noche, y Te ansío". Sin
embargo, para mostrarnos el amor y el apego del alma humana al Altísimo,
recalca el profeta que su néfesh y su rúaj ansían a Di-s.
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