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Por Kabbalah y Torah en Expansión
¿CÓMO SE PUEDE DORMIR CUANDO SABEMOS
QUE NUESTRA MATRIARCA RAJEL LLORA EN TODAS LAS MEDIANOCHES, O CÓMO SE PUEDE
ESTAR OCUPADO EN OTRAS COSAS EN ESA HORA?
Todo el trabajo de los Tzaddikim en
este mundo es sacar las chispas de Kedushá que fueron tragadas por las fuerzas
malignas o atrapadas en las manos de los malvados.
¿Qué significa que su mano agarrando
el talón de Ësav? Que desde que estaba en el vientre de su mamá trataba de
sacar el alma de Rabbí Äkivá que estaba atrapada en el talón de Ësav. ¿Cuál es
la explicación de lo que dice el Midrash que Esav preguntó a Itzjak su padre,
¿cómo se hace el maäser de la paja? Y otra pregunta más es ¿qué tiene que ver y
qué le importa a Ësav cómo se hace el maäser de la paja o de la sal? A esto
responde el Báäl Shem Tov: “Aquí hay una indicación que el alma de Rabbí Äkivá
estaba en el talón de Esav y ésta le causaba a Esav a hacer preguntas de Halajá”.
Ya que todo lo que los malvados hablan y dicen aunque sean palabras buenas es
solamente porque alguna alma del Tzadik está apresadas por ellos, como se
cuenta en el Tratado Nedarim 50-71 sobre Rabbí Äkiva que él y su mujer no
tenían ni siquiera frazadas para taparse ni una almohada para reposar su cabeza
y por eso dormían dentro de la paja. Y
cuando llegó Eliiiahu HanNaví a visitarlos disfrazado de un pobre, Rabbí Äkivá
le dio paja (le dio el maaser de su paja). De aquí vemos que lo que preguntó Ësav
a su papá de cómo se hacía el maaser de la paja es porque el alma de Rabbí Äkivá
estaba dentro de él. Y ella era la causante de las preguntas que hacía Esav a
Yitzjak, ya que el único Jajam que hacía el maaser de paja era Rabbí Äkivá.
Todo lo que Iaäkov intentaba era
sacar el alma que estaba atrapada en el talón de Esav. Puesto que allí estaban
atrapadas las neshamot de los Guerim, las neshamot más grandes de todas. Y el
tiempo más apto para liberarlas era a medianoche. Como dice el Rabbí Pinjás de
Mekoritz que dice: “Hay almas tremendas, las más grandes del mundo que cayeron
de grandes alturas a las más hondas profundidades de la impureza. Por eso
cuando llega la hora de Tikkún Jatzot nosotros liberamos y elevamos las almas
más grandes de su profunda caída”.
De cada palabra y de cada letra que
decimos del Tikkún Jatzot liberamos a otra alma y a otra alma. Como está dicho
del rey David que tenía el alma más grande del mundo y justamente era
descendencia de Lot que habitaba en la terrible ciudad de Sedom.
Tikkún Jatzot es la cosa más difícil
que hay para decir ya que es justo a medianoche. Algunas personas quieren
estudiar a esas horas y otras dicen para qué tengo que volver a repetir las
mismas palabras que dije ayer o los mismos capítulos de Tehil´lim que dije
ayer, la persona cree que la Tefil´lá de hoy tiene que ser como fue ayer. Por
eso no tiene ningún deseo de rezar. Él quiere decir cosas nuevas. Pero en
verdad el levantarse a medianoche es el apoyo más grande que tiene en el nuevo
día que va a empezar. Eso es la fuerza que renueva a la persona. Y cuanto más
temprano empieza la persona el día desde la media noche en adelante y continúa
sin dormir hasta la Tefil´lá Shajarit la cual dice palabra por palabra, letra
por letra, con cantos y melodías, así él prepara su día que va a empezar y no
solamente eso, sino que salva al pueblo de Israel de todo mal decreto. Eso es
lo que dice Rabbí Pinjás de Koritz que sólo si la persona dice el Tikkún
Jatzot, palabra por palabra, letra por letra, él libera y eleva todas las
neshamot del mundo. Ya que por medio del Tikkún Jatzot no hay neshamá que no
recibe su Tikkún. Se liberan todas las grandes neshamot que están presas en los
peores lugares. Todas las neshamot que vuelven en Teshuvá pertenecen a los que
dicen el Tikkún Jatzot y que lloran por las noches son los que salvan las
neshamot de las más grandes profundidades. Si supiéramos la grandeza del Bet HamMikdash
nos levantaríamos todas las noches a media noche. Pero a casi nadie le hace
falta. Parece que a ninguna persona le hace falta el Bet HamMikdash. Todos
tenemos una rica torta en la casa, comida buena. No necesitamos el Bet HamMikdash,
Baruj HaShem todos nos sentimos muy bien, hasta los 120, Pero en verdad hay
algunos que sí les hace falta el Bet Hamikdash, como cuentan del Rab Najmán
Shuster, que era un judío muy simple que vivía en la ciudad de Uman, y cuando
vio a los Jasidim de Breslev que rezaban con mucho entusiasmo e intención y
decían Tikkún Jatzot llorando, se impresionó mucho y al volver a Israel en su
casa empezó a decir el Tikkún Jatzot llorando con llantos por la destrucción
del Templo. Todos se burlaban de él porque veían que no sabía ni siquiera
pronunciar bien las palabras. Se acercaban a él burlándose y le decían: “¿Quién
eres tú para decir Tikkún Jatzot? Anda primero a aprender el Alefato. A ellos
le respondió Rab Najmán: ¨Parece que a ustedes no les hace falta el Templo,
ustedes son Jajamim, grandes sabios y Tzaddikim y por eso ustedes no necesitan
llorar por la pérdida del Templo. Pero yo, que soy un simple zapatero, a mí sí
me hace falta el Bet HamMikdash¨. Justo en ese momento estaban presentes dos
grandes Rabbínos: Rab Mordejai Sokolov y Rab Shelomó Gavriel que eran tremendos
Talmidé Jajamim, grandes genios, y le preguntaron a él: “¿Dónde recibiste ese
corazón? Les contestó: ¨Lo recibí en Uman¨. Le dijeron: “Si es así, también
nosotros queremos viajar a Uman”. Vemos como un simple zapatero con los llantos
de Tikkún Jatzot logró acercar a estos grandes sabios a la Jasidut Breslev.
Rabbí Shimshón de Estropoli tuvo un
sueño en el cual vio que su lugar en el Gan Edén será al lado del Rab Eshel de
Krako que en ese tiempo era el Rab de Lublin, era el director de una gran
Yeshivá y el juez principal de Krako, y él iba a ser el vecino de Rab Estropoli
en el mundo venidero. Pero esto a Rabbí Shimshon no lo sorprendió mucho y se
decía a sí mismo: ¨Yo estaré en el paraíso al lado de un Rab. Quizás este Rabino
está atado a este mundo y tiene mucho dinero y una casa linda. Entonces es un
castigo para mí estar al lado de él, por eso tengo que hacer muchos rezos para
cancelar este decreto¨. Pensando eso
decidió viajar a conocer al Rabino. Rab Shimshon se disfrazó de un mendigo y
golpeó la puerta del Rab Eshel y le preguntó si se podía quedar allí algunos
días. No entendemos lo que quería Rabbí Shimshon ver y averiguar. Rabbí Shimshón
quería ver si Rab Eshel se levantaba a media noche o no. Un día escuchó un
llanto en una de las habitaciones. Se acercó despacito y escuchó tremendos
llantos y aullidos. Abrió la puerta con cuidado y vio como Rab Eshel lloraba y
lloraba sentado en el piso por la destrucción del Templo y al volver a su casa
se dijo: ¨Baruj HaShem que ahora sé que voy a estar en un buen lugar en el
mundo venidero¨.
La persona tiene que saber que Rajel
llora todas las noches por nosotros que somos sus hijos. Si ella, llora todas
las noches a medianoche, como no te levantas tú a llorar junto con tu mamá. Hay
que participar con los llantos que ella llora. Nuestra madre llora por todos
los 6 millones de judíos que fueron asesinados en el Holocausto. Nuestra madre
llora también por todos los muertos causados por los terroristas y por todos los cohetes que caen en las
ciudades del sur y del norte de Israel causando pánico y daño a todos los
ciudadanos. Rajel llora por todas las neshamot para que vuelvan en Teshuvá.
¿Cómo una persona puede estar en otra pieza haciendo sus cosas, cuando escuchas
que su mamá está en la otra pieza llorando? Ahora que sabes esto, ¿cómo puedes
dedicarte a otras cosas o dormir a media
noche? Rajel es la Presencia Divina. No es suficiente para ti unirte a llorar
con Rajel. Una persona tiene que tener un poquito de sentimiento y un corazón
de iehudí para que pueda decir el Tikkún Jatzot y allí sentir el dolor que
tiene Rajel durante todas las generaciones que han pasado.
En la medianoche todo el mundo llora. Las estrellas lloran, todo el mundo llora con Rajel. Cuentan del Rab Zusha de Anipoli que cuando llegó a la vejez y vio que ya no podía levantarse a medianoche, avisó que no iba a venir más a la Bet HakKenéset. Pero de todas maneras a medianoche llegó a la sinagoga. Y le preguntaron: “¿Por qué viniste, no era que estabas débil y viejo?”. Les contestó: ¨Que puedo hacer, la vieja está llorando, Rajel llora. El llanto de ella no me deja dormir¨. Cuando nosotros apoyamos la Presencia Divina y lloramos junto a ella, junto a la madre Rajel, ella nos dará a nosotros todo lo que necesitamos, nos cuidará todo el día. Rajel maneja al mundo. Bajo ella están todos los tesoros. Ella sólo quiere ver quién llora con ella y quién sufre junto con ella. Cuando uno dice el Tikkún Jatzot y se sienta en el piso y se pone ceniza en la cabeza en el lugar donde se ponen los Tefil´lín, cancela todos los malos decretos que hay sobre el mundo.
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