domingo, 19 de marzo de 2017

EL AMOR PERFECTO



EL AMOR PERFECTO

Rabí Shimón bar Yojái en el Zóhar Bereshít 11b explica de la siguiente manera la relación entre amar a Di-s y entregarse a santificar Su Nombre:

El segundo precepto [temer a Di-s] incluye al primero [amar a Di-s] y se une a él; [ya que quien Lo ama, teme la mera idea de irritarle. Estos preceptos] nunca se separan. [En consecuencia, como veremos, ambos están insinuados en la luz del primer día de la Creación.] 

Ahavá consiste en amar a Di-s con un amor total, [y pregunta,] ¿qué es un amor total? [Es decir, ¿a qué sefirá alude? Y responde:] Es el amor intenso [que alude a la sefirá de jésed, como vemos en el versículo de Irmiáhu/Jeremías 31:2: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te he manifestado bondad”, en el cual ahavá y jésed se encuentran unidos.] 

Ahavá y la sefirá de jésed tienen una fuente común, como inferimos de las palabras Divinas a Abraham en Bereshít/Génesis 17:1: "Anda ante Mí y sé íntegro". [Es decir, Abraham, cuya raíz espiritual se encontraba en la sefirá de jésed, había de ser íntegro en su amor a Di-s.] Está escrito en el relato de la Creación, que dijo Di-s, "Haya luz". [En Cabalá, la luz representa la sefirá de jésed. Por lo tanto, explica el Zóhar,] el amor perfecto equivale al "amor intenso". El precepto de amar a Di-s nos enseña cómo hemos de quererle.

Dijo Rabí Elazar a su padre: "Padre, he oído la explicación del amor intenso”. Dijo su padre, "Dilo ante Rabí Pinjás, hijo mío, ya que él se encuentra en ése nivel". Dijo Rabí Elazar, "El amor intenso es un amor perfecto de ambos lados. [El amor perfecto presupone amar a Di-s, sin importar si Él te trata con amor y ternura o con justicia estricta.] Si tu amor no incluye ambos lados, no es un amor perfecto. Hemos aprendido que estos dos lados definen el modo en que hemos de amar a Di-s. Un hombre puede amar a Di-s porque tiene dinero, vida larga, hijos que le rodean, éxito en sus confrontaciones con sus enemigos, o simplemente porque lleva una vida cómoda. Si –Jas veShalóm/Di-s libre– su situación se invirtiese y el Altísimo fuera a cambiar la dirección de Su rueda tratándolo con justicia estricta, pronto comenzaría a estar en contra de Di-s. Un amor de esta índole no constituye el amor fundamental [porque se basa en una segunda intención: si este motivo cesase de cumplirse, también desaparecería el amor.]   

Un amor a Di-s total e íntegro presupone ambos lados, te trate Él con justicia estricta, o con amor y ternura haciendo que tengas éxito en la vida. Por lo tanto [y a fin de rectificar tu vida,] ama a Di-s como enseñaron nuestros sabios: “incluso si te quita la vida”. Ya que sólo ése amor [en el que aceptas] ambos extremos [de la Providencia Divina,] es íntegro. Esto explica el brillo [infinito] de la luz de la Creación, [que corresponde a la Providencia Divina influenciada por la entrega incondicional de la sefirá de jésed.] 

Esta luz fue ocultada para dejar paso a [la Providencia Divina afectada por] la justicia estricta [predominante en la sefirá] guevurá. La luz y la oscuridad, que corresponden a la bondad y la fortaleza, se fusionaron entonces en una sola entidad, [para mostrarnos que el amor perfecto que hemos de sentir presupone amar al Creador cuando nos aflige, tanto como cuando nos muestra Su amor incondicional.] Así es el amor perfecto que hemos de sentir por el Creador.

El amor fundamental introduce el amor en el reino de la justicia estricta, y presupone amar a Di-s con toda tu alma, entregándosela para santificar Su Nombre. Si Di-s te pusiese a prueba de este modo, ya fuese una prueba insignificante o de gran importancia, has de estar listo a entregarle tu cuerpo y tu alma con amor, como aprendemos de Jananiá, Mishael y Azariá en la hoguera, y de muchos otros. Entonces estarás incluyendo a jésed dentro de guevurá.

La introducción de guevurá dentro de jésed es de gran importancia. Si amas a Di-s por Su inmensa bondad hacia ti y por todos los beneficios con que te ha colmado, no confíes en tu rectitud, sino teme que una debilidad pasajera te cause caer en el pecado. Este es el amor total, que incluye ambos lados del espectro, ya que sólo puede decirse que la bondad es perfecta cuando se combina con la fortaleza, y a la inversa, la fortaleza sólo es perfecta si está impregnada de bondad.

La razón oculta por la cual repetimos el versículo, "HaShém es Elokím," durante los diez días de arrepentimiento entre Rósh Hashaná y Yom Kipur, es que el Nombre Inefable  יהוה  es el Nombre Divino que representa el amor incondicional, mientras que el Nombre Elokím  אלהים  expresa Su justicia estricta. Esto nos recuerda que, especialmente durante esos días, Di-s dirige hacia nosotros tanto Su amor incondicional como Su justicia estricta.

La primera vez que la palabra "amor" aparece en la Torá es con referencia al sacrificio de Itzják/Isaac en el monte Moriá. Como está escrito en Bereshít/Génesis 22:2: "Toma ahora a tu hijo, el único al que amas, a Isaac... ". Este versículo es un claro ejemplo de guevurá combinada con jésed. El nombre de Abraham se relaciona con el apego del Todopoderoso hacia el patriarca, refiriéndose a este como, "Abraham Mi amado," ya que el amor puro proviene de la sefirá de jésed. Isaac, en cambio, está vinculado con guevurá.

Ambos conceptos aparecen más adelante en la Torá, cuando Isaac se casa. Dice: "tomó a Rivkáh/Rebeca, que fue su mujer, y la amó" (Bereshít 24:67). El aspecto dominante en  Isaac era la justicia estricta. Al ser ofrecido en sacrificio pudo contenerse lo suficiente para aceptar las fuerzas de justicia estricta. Sin embargo, al amar a Rebeca desarrolló en su interior las fuerzas Divinas de jésed que heredadas de su padre Abraham. En su amor por Rivkáh y su unión con ella, Isaac muestra las fuerzas de jésed que están en él, como explicaremos referente al concepto místico del amor relacionado con la Shejiná.

Por tanto, lo principal del amor proviene del atributo de justicia estricta, que se manifiesta cuando entregas tu existencia por la santificación de Su Nombre. Tu cuerpo fue creado de acuerdo con las fuerzas de la naturaleza, por medio del Nombre Divino Elokím: como al aceptar la muerte en potencia por amor a Su Nombre muestras que no te preocupa tu bienestar, estarás santificado por las fuerzas de jésed, quienes tienen ahora la capacidad de contener la justicia estricta.

Por otra parte, la estructura espiritual de la neshamá proviene de las fuerzas de jésed. Como dice Rabi Shimón Bar Yojái (Rashbí), jésed es hija de Abraham. El patriarca mereció su contacto con las fuerzas Divinas de jésed porque, como deducimos de las numerosas pruebas que sobrellevó, se desgastó (tanto física como económicamente) al servicio de su Creador. Mostró que estaba desprovisto de la gula habitual en los seres humanos.

Lo mismo sucede con los donativos que se donan a causas de tzedaká. Quien da mucho dinero por caridad, actuando en contra de su tendencia natural, se vincula a jésed. Por tanto, cualquier aspecto de tu servicio Divino en que tengas que actuar en contra de tu naturaleza, te otorgará un contacto directo con el amor Divino.

Lo que anotamos más arriba (que el "amor perdurable" pertenece al mundo terrenal y se une al mundo celestial) se explica ahora con una cita de los Tikunim Zóhar 8, 100b: 
El venerable sabio se incorporó, y alzando la piedra entre sus manos, dijo: “¡Luminaria bendita! Hasta ahora la piedra [es decir, maljút] estaba en tu posesión, pero ahora se está elevando; guárdate de Sus piedras [de la Shejiná] ya que ahora Ella está elevándose a Su Amado por medio de las plegarias y canciones de los individuos rectos y por sus buenos actos.” Cuando esta piedra [maljút] desciende al mundo terrenal, se convierte en la "piedra de prueba" que probó a los patriarcas. Por tanto, dice el versículo de Tehilim 118:22: "La piedra que rechazaron los constructores..." [Los constructores] son los patriarcas. Cuando la piedra desciende a este mundo, [el amor incondicional de las Fuerzas Divinas de la Creación es suplantado por las Fuerzas de la Providencia Divina, porque su fusión característica de bondad y fortaleza ha de ponerse en vigor en el mundo terrenal.]

En cambio, cuando la piedra asciende está escrito: "La piedra que rechazaron los constructores" se ha elevado hasta que "vino a ser la piedra fundamental". La piedra probó a Abraham con las diez pruebas que superó. Cuando el hombre se enfronta a una prueba la Shejiná cae afligiéndose, y cuando la supera, Ésta se eleva hacia su Amado en los cielos. Al elevarse Ella, el ser humano puede superar todos los problemas que afectan a la humanidad. En el caso de Mordejái, tras superar la prueba de Hamán, el Todopoderoso le entregó al malvado Hamán. Esta reacción Divina es aún más segura referente a quien sobrelleva una prueba por amor a la Shejiná exiliada.   






      

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