PARASHÁ VAIERÁ: CONEXIÓN CON MIJAEL,
GAVRIEL Y RAFAEL
וַיֹּאמְרוּ אֵלָיו אַיֵּה
שָׂרָה אִשְׁתֶּךָ וַיֹּאמֶר הִנֵּה בָאֹהֶל
VAIOMERÚ ELÁV AIÉH
SARÁ
ISHTÉJA VAIÓMER HINNÉH
VAÓHEL
“Y le dijeron:
¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda” (Bereshít/Génesis
18:9)
En diez lugares
específicos de la Torá, se inscribe un punto o una serie de puntos en el
pergamino encima de una palabra o frase especifica. Aunque pequeños, estos
puntos son fuerzas poderosas de energía, y cada una de ellas indica la
presencia en el texto de una energía adicional y una lección única.
En Bereshít/Génesis
18:9, encontramos tres puntos sobre la palabra eláv (a él), que aparece en la
frase “y le dijeron”. Las letras con puntos son Álef, Iúd y Vav, y los puntos
indican que vinieron tres ángeles a visitar a Avrahám: Mijael, Rafael y Gavriel.
El Zóhar también revela que los ángeles eran los mismos tres hombres que
estuvieron parados cerca del patriarca en el exterior de su tienda:
El verso “Y he
aquí que había tres hombres” se refiere a los tres ángeles: mensajeros que se
visten con aire y bajan a este mundo con una apariencia humana.
(Zóhar, Vaierá
5:52)
Luego el Zóhar
sigue explicando la función de estos ángeles:
Y cada uno de
los tres ángeles servía a un propósito distinto. Rafael, que gobierna el poder
de la curación, ayudó a Avrahám a recuperarse de la circuncisión. Otro, Mijael,
que vino a informar a Sará de que daría a luz un hijo, gobierna el Lado
Derecho; toda la abundancia y las bendiciones del Lado Derecho se le entregan a
él. Y Gavriel, quien vino a destruir Sodoma, gobierna sobre el Lado Izquierdo y
es responsable de todos los Juicios en el mundo, pues los juicios vienen del
lado izquierdo. La ejecución la realiza el Ángel de la Muerte, el panadero jefe
del rey, quien ejecuta las sentencias que se decretan bajo el dominio de Gavriel.
(Zóhar, Vaierá
5:54-55)
Avrahám era
estéril y Sará había atravesado la menopausia hacía mucho tiempo, por lo que
dar a luz un hijo a la edad avanzada de la pareja era inimaginable. El ángel
Mijael, que está correlacionado con la Sefirá de Jésed, que personifica a la
misericordia y el compartir, bendijo a Avrahám y a Sará para que pudieran tener
un hijo al cabo de un año.
Es a través de
la vibración personificada por el ángel Mijael logramos el control sobre el
mundo material, incluidos nuestros cuerpos físicos. El nivel de poder de la
mente sobre la materia aumenta con cada acto de compartir que realizamos,
especialmente aquellos actos que son difíciles de hacer.
Gavriel
corresponde a la Sefirá de Guevurá, que es el juicio. El papel de Gavriel es canalizar
esta energía de juicio a nuestra dimensión para destruir los poderes corruptos
y negativos del mundo, representados por las ciudades de Sodoma y Gomorra.
En nuestras
vidas personales, debemos aprender a utilizar el poder del juicio con discreción
espiritual atemperado por la misericordia. Así pues, un juicio invocado con
justicia es equivalente a disciplinar a un niño que se comporta mal; está
enraizado en el amor y preocupación por el bienestar del niño, no en la
frustración o el enojo reactivo.
La Luz que
emana a través de Gavriel destruye nuestro Sodoma y Gomorra interno, los
impulsos negativos que nos tientan a gratificar nuestro propio ego a expensas
de los demás. Esta onda de Luz suaviza nuestro corazón para que nunca juzguemos
a las personas con excesiva severidad.
Rafael es el
conducto a través del cual la curación entra en el mundo. Rafael representa la
energía del equilibrio, que está englobada por la Sefirá de Tiféret. Rafael
curó las heridas de la circuncisión de Avrahám y después salvo al sobrino de
Avrahám, Lot, cuando Sodoma y Gomorra fueron destruidas.
Cuando
carecemos de equilibrio espiritual y nos inclinamos hacia las ilusiones de los
placeres físicos y la riqueza material, se crea una abertura para que la
enfermedad física entre en el sistema de nuestro cuerpo. Así pues, a través de
la energía de Rafael, florece un anhelo de espiritualidad dentro de nosotros y
en el mundo. La civilización humana, peligrosamente empapada en el
materialismo, necesita esta energía para corregir su comportamiento y volverse
más equilibrada. Meditar colectivamente en la verdad interna de esta lectura es
por lo tanto inmensamente beneficioso para el planeta.
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