NAKDISHÁJ - LA KEDUSHÁ - Hebreo-Fonética-Español
Levantar un cofre pesado lleno de
vastos tesoros es imposible si usas un simple hilo. El hilo se rompe porque es
muy débil. Sin embargo, si nos unimos y combinamos numerosos hilos, finalmente
construiremos una soga. Una soga puede fácilmente levantar el cofre con los
tesoros. Al combinar y unir las oraciones de la congregación, nos transformamos
en una fuerza unida, capaz de halar los tesoros espirituales más valiosos. Más
aún, esta unidad ayuda a las personas que no están bien versadas o no conocen
bien las conexiones. Al unirnos y meditar como una sola alma, todos recibimos
los beneficios debido al poder de la unidad, sin importar nuestro conocimiento
y entendimiento. Esta oración tiene lugar entre la segunda y la tercera
bendición de la Ämidá. Representa a la Columna Central que une las Columnas
Izquierda y Derecha.
En esta oración, los ángeles hablan
entre ellos, diciendo: “KADÓSH, KADÓSH, KADÓSH - Santo, Santo, Santo”. Cuando
recitamos estas tres palabras, nuestros pies están juntos como si fuesen uno
solo. Cada vez que pronunciamos Kadósh, saltamos un poco más alto en el aire.
Saltar es un acto de restricción y de desafío a la fuerza de la gravedad.
Espiritualmente hablando, la gravedad contiene la energía del Deseo de Recibir
para Sí Mismo. Es la fuerza reactiva de nuestro planeta, siempre atrae todo
para sí.
Mientras decimos la Kedushá (Santidad)
meditamos en traer la Santidad del Creador entre nosotros. Como está escrito: “VENIKDASHTÍ
BETÓJ BENÉ ISRAEL
- Seré santificado entre los hijos de Israel. (Vaikrá/Levítico 22:32)
Debes meditar en las letras Guímel y
Iúd del Nombre אבגיתץ las iniciales del primer verso del Anná
Bejóaj, las cuales ayudan fortalecer la memoria espiritual.
NAKDISHÁJ (“Te santificaremos”)
נַקְדִּישָׁךְ וְנַעֲרִיצָךְ
כְּנֹעַם שִֹיחַ סוֹד שַֹרְפֵי קֹדֶשׁ. הַמְּשַׁלְּשִׁים לְךָ קְדֻשָּׁה. וְכֵן כָּתוּב
עַל יַד נְבִיאָךְ. וְקָרָא זֶה אֶל־זֶה וְאָמַר
NAKDISHÁJ VENAÄRITZÁJ
KENÓÄM SÍAJ SÓD
SARFÉ KÓDESH,
HAMMESHAL´LESHÍM LEJÁ KEDUSHSHÁ, VEJÉN KATÚV
ÄL IÁD NEVIÁJ: VEKARÁ ZEH
EL-ZEH VEAMAR:
Te santificaremos y te
reverenciaremos conforme al consejo de los santos serafines, los cuales
proclaman ante Ti la declaración de santidad tres veces por día. Y así fue
escrito por medio de Tu profeta: “Y un (ángel) llama al otro y declara:
קָדוֹשׁ. קָדוֹשׁ קָדוֹשׁ יְיָ
צְבָאוֹת. מְלֹא כָל־הָאָרֶץ כְּבוֹדוֹ
KADÓSH, KADÓSH
KADÓSH ADO-NÁI TZEVAÓT, MELÓ
JOL-HAÁRETZ KEVODÓ
Santo, Santo, Santo, Señor de los
Ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria.
לְעֻמָּתָם מְשַׁבְּחִים וְאוֹמְרִים
LEÜMMATÁM MESHABBEJÍM
VEOMERÍM:
Frente a ellos alaban y dicen:
בָּרוּךְ כְּבוֹד־יְיָ מִמְּקוֹמוֹ
BARÚJ KEVÓD-ADO-NÁI
MIMMEKOMÓ
Bendita es la gloria del Señor desde
su lugar
וּבְדִבְרֵי קָדְשָׁךְ כָּתוּב
לֵאמֹר
UVDIVRÉ KODSHÁJ
KATÚV LEMOR:
Y en Tus santas escrituras está
escrito, diciendo:
יִמְלֹךְ יְיָ. לְעוֹלָם אֱלֹהַיִךְ
צִיּוֹן לְדר וָדֹר הַלְלוּיָהּ
IMLÓJ ADO-NÁI, LEÖLÁM ELOHÁIJ
TZÍON LEDÓR VADÓR
HALELUIÁ´H
El Señor reinará por siempre jamás;
tu Di-s, oh Sion, de generación en generación, ¡Alabad a Di-s!
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