LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

NAKDISHAJ - LA KEDUSHA - Hebreo-Fonética-Español


NAKDISHÁJ - LA KEDUSHÁ - Hebreo-Fonética-Español   

Levantar un cofre pesado lleno de vastos tesoros es imposible si usas un simple hilo. El hilo se rompe porque es muy débil. Sin embargo, si nos unimos y combinamos numerosos hilos, finalmente construiremos una soga. Una soga puede fácilmente levantar el cofre con los tesoros. Al combinar y unir las oraciones de la congregación, nos transformamos en una fuerza unida, capaz de halar los tesoros espirituales más valiosos. Más aún, esta unidad ayuda a las personas que no están bien versadas o no conocen bien las conexiones. Al unirnos y meditar como una sola alma, todos recibimos los beneficios debido al poder de la unidad, sin importar nuestro conocimiento y entendimiento. Esta oración tiene lugar entre la segunda y la tercera bendición de la Ämidá. Representa a la Columna Central que une las Columnas Izquierda y Derecha.

En esta oración, los ángeles hablan entre ellos, diciendo: “KADÓSH, KADÓSH, KADÓSH - Santo, Santo, Santo”. Cuando recitamos estas tres palabras, nuestros pies están juntos como si fuesen uno solo. Cada vez que pronunciamos Kadósh, saltamos un poco más alto en el aire. Saltar es un acto de restricción y de desafío a la fuerza de la gravedad. Espiritualmente hablando, la gravedad contiene la energía del Deseo de Recibir para Sí Mismo. Es la fuerza reactiva de nuestro planeta, siempre atrae todo para sí.

Mientras decimos la Kedushá (Santidad) meditamos en traer la Santidad del Creador entre nosotros. Como está escrito: “VENIKDASHTÍ  BETÓJ  BENÉ  ISRAEL - Seré santificado entre los hijos de Israel. (Vaikrá/Levítico 22:32)

Debes meditar en las letras Guímel y Iúd del Nombre  אבגיתץ  las iniciales del primer verso del Anná Bejóaj, las cuales ayudan fortalecer la memoria espiritual.

NAKDISHÁJ (“Te santificaremos”)

נַקְדִּישָׁךְ וְנַעֲרִיצָךְ כְּנֹעַם שִֹיחַ סוֹד שַֹרְפֵי קֹדֶשׁ. הַמְּשַׁלְּשִׁים לְךָ קְדֻשָּׁה. וְכֵן כָּתוּב עַל יַד נְבִיאָךְ. וְקָרָא זֶה אֶל־זֶה וְאָמַר

NAKDISHÁJ  VENAÄRITZÁJ  KENÓÄM  SÍAJ  SÓD  SARFÉ  KÓDESH, HAMMESHAL´LESHÍM  LEJÁ  KEDUSHSHÁ, VEJÉN  KATÚV  ÄL  IÁD  NEVIÁJ: VEKARÁ  ZEH  EL-ZEH  VEAMAR:

Te santificaremos y te reverenciaremos conforme al consejo de los santos serafines, los cuales proclaman ante Ti la declaración de santidad tres veces por día. Y así fue escrito por medio de Tu profeta: “Y un (ángel) llama al otro y declara:

קָדוֹשׁ. קָדוֹשׁ קָדוֹשׁ יְיָ צְבָאוֹת. מְלֹא כָל־הָאָרֶץ כְּבוֹדוֹ

KADÓSH,  KADÓSH  KADÓSH  ADO-NÁI  TZEVAÓT, MELÓ  JOL-HAÁRETZ  KEVODÓ

Santo, Santo, Santo, Señor de los Ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria.

לְעֻמָּתָם מְשַׁבְּחִים וְאוֹמְרִים

LEÜMMATÁM  MESHABBEJÍM  VEOMERÍM:

Frente a ellos alaban y dicen:

בָּרוּךְ כְּבוֹד־יְיָ מִמְּקוֹמוֹ

BARÚJ  KEVÓD-ADO-NÁI  MIMMEKOMÓ

Bendita es la gloria del Señor desde su lugar

וּבְדִבְרֵי קָדְשָׁךְ כָּתוּב לֵאמֹר

UVDIVRÉ  KODSHÁJ  KATÚV  LEMOR:

Y en Tus santas escrituras está escrito, diciendo:

יִמְלֹךְ יְיָ. לְעוֹלָם אֱלֹהַיִךְ צִיּוֹן לְדר וָדֹר הַלְלוּיָהּ

IMLÓJ  ADO-NÁI, LEÖLÁM  ELOHÁIJ  TZÍON  LEDÓR  VADÓR  HALELUIÁ´H 

El Señor reinará por siempre jamás; tu Di-s, oh Sion, de generación en generación, ¡Alabad a Di-s!


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