NÓAJ: UNIÓN DE LOS MUNDOS SUPERIORES E INFERIORES
Según la Kabbaláh, la historia de Nóaj y el
Arca es un código:
• Nóaj es una metáfora del Mundo Superior
(Sefirá) conocido como Iesód, que es el nacimiento y manantial de toda la Luz
espiritual que fluye a nuestras vidas.
• El Arca se refiere al ámbito de un Mundo
Inferior conocido como Maljút, que es nuestra existencia física.
• Los hombres malvados de la generación de
Nóaj representan los rasgos egocéntricos que contaminan nuestras almas; éstos
comprenden el lado oscuro de la naturaleza humana.
Cuando los Mundos Superiores e Inferiores se
unen, una acción metafóricamente descrita como Nóaj entrando en el Arca, la Luz
fluye a nuestro mundo, trayendo protección, una dicha indescriptible y
serenidad. Cuando estos dos ámbitos están desconectados, el flujo de Luz se
corta, dejando a nuestra dimensión luchando por mantenerse a flote en un mar caótico
de oscuridad: el lugar de nacimiento de la destrucción y el sufrimiento.
Desde el día en que el mundo fue creado, Nóaj/Noé
estaba destinado a unirse con el Arca y a entrar en ella. Hasta que ambos se
unieron formando un uno, el mundo no había alcanzado la estabilidad total. Tan
pronto esto ocurrió, está escrito: “Y de éstos se llenó toda la Tierra”. (Bereshít/Génesis
9:19) ¿Qué significa “en”? Estas palabras son análogas al versículo: “Y de allí
se dividía y se convertía en otros cuatro ríos”, (Bereshít/Génesis 2:10) lo
cual significa que llenarse es similar al arca celestial, que es el secreto del
jardín. Desde ese punto del texto en adelante, encontramos la separación y la
difusión de la progenie en todos los rincones del mundo.
(Zóhar, Nóaj 1:11)
Nuestros propios pecados, que nacen de nuestro
ego, causan una desconexión entre los Mundos Superiores e inferiores. Tal como
hemos visto, esta es la causa radical detrás de cualquier desastre que azota a
la humanidad. Pues en verdad, Di-s no penaliza ni decreta juicios sobre la
humanidad. Nuestras propias acciones pueden unirnos con la fuente de toda la
Luz o cortar nuestra conexión con los Reinos de Dicha Infinita. Tenemos el
libre albedrío para elegir el curso de nuestra acción, igual que tenemos la
inteligencia para elegir mirar con más profundidad las cosas a través de los
lentes de la Kabbaláh.
Un serio estudio de la Parashá Nóaj (“La Historia
de Noé”), combinado con un entendimiento kabbalístico de sus códigos y
metáforas, ayuda a través de la unión de los Mundos Superiores e Inferiores a
corregir los errores que la humanidad ha cometido a lo largo del tiempo. Igual
que Nóaj entró en el Arca, la Luz entra ahora en Maljút (nuestro mundo) para
corregir nuestras injusticias, perfeccionar nuestras almas y protegernos para
siempre contra el juicio. De la misma forma que la gente malvada de la
generación de Nóaj fue destruida por el Diluvio, nuestros rasgos negativos
encuentran su destrucción cuando un diluvio de Luz nos limpia para siempre del
narcisismo y la auto-indulgencia.
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