LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

JAYE SARA: MÁS ALLA DE LA VIDA


JAIÉ SARÁ: MÁS ALLA DE LA VIDA

La historia de Jaié Sará trata sobre la vida de Sará, aunque sólo el primer versículo de esta historia hace mención de ella.

El secreto más profundo está relacionado con la forma en que se menciona la edad de Sará. La Torá no dice que Sará vivió 127 años, sino “100 año, 20 año y 7 años”. La pregunta obvia es, ¿Por qué los 100 y los 20 se mencionan en singular mientras que el 7 se expresa en plural utilizando la palabra “shaním”?

El Zóhar dice que Sará representa la totalidad de la unidad, como la semilla que contiene dentro de sí misma el total de los elementos del árbol subsecuente: las ramas, las raíces, los frutos y las hojas. Todos ellos emergen separadamente de la semilla, indicada por los “7 años” (shéva shaním). Kabbalísticamente, siete también se refiere a Maljút (la dimensión de este mundo físico) nuestro mundo de diferenciación y fragmentación que está gobernado por el tiempo, el espacio y el movimiento.

Puesto que Sará personifica la idea de la unidad, el “100 año” indica el concepto kabbalístico de 100 dimensiones espirituales distintas: las Diez Sefirót, multiplicadas cada una de ellas por sus diez niveles individuales propios (también llamados Sefirót). Cada una de las Diez Sefirót también están formada por otras Diez Sefirót (10x10), lo cual introduce el concepto de unidad y completitud. Y el “20 año”, aunque es un nivel inferior de conexión-de 10+10, que son las 10 Sefirót de Ór Iashár (Luz Directa) más las 10 Sefirót de Ór Jozér (Luz Retornante), continúa estando en el reino de la no separación. Sólo en este mundo físico emergen el caos y la separación, trayendo con ellos las limitaciones del tiempo, el espacio y el movimiento.

El número de años que vivió Sará nos enseña que este mundo físico no es la auténtica realidad, sino una realidad ilusoria que podemos transformar en un mundo de unidad. También nos muestra que la vida de Sará personificaba tanto unidad como diversidad, y por lo tanto la diversidad no tiene necesariamente que resultar en separación, ni siquiera en conflicto.






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