NÓAJ: ABERTURA A LOS MUNDOS SUPERIORES
El Gran Diluvio acabó en el mes de Escorpio.
Las fechas y los periodos en la Torá nunca se dan arbitrariamente. Cada fecha
representa una ventana de oportunidad, una abertura a los Mundos Superiores a
través de la cual fluye a nuestro mundo una influencia espiritual específica.
Esto explica la importancia fundamental que atribuimos a las fechas en nuestra
vida. Plantar semillas en el momento correcto es, después de todo, la manera de
hacer que crezcan los más dulces frutos. El ángel negativo, Satán, que aparece
en nuestro mundo como nuestro ego, nos impulsa constantemente a través de
nuestra propia impaciencia a elegir las fechas equivocadas, lo cual hace que
plantemos una semilla demasiado pronto o que posterguemos las cosas demasiado
tiempo y nos perdamos así el momento de plantar y los frutos resultantes.
Estos impulsos emocionales de impaciencia son
tan fuertes en nuestro interior que debemos utilizar todas las herramientas a
nuestra disposición para mantenerlos bajo control. Iniciar un matrimonio,
lanzar un nuevo negocio o seleccionar una fecha para mudarnos a un nuevo hogar
son algunas de las actividades que se ven sustancialmente afectadas por el
calendario cósmico. El calendario kabbalístico y los conocimientos de la Torá
nos dicen cuáles son los periodos apropiados para iniciar o abstenernos de
llevar a cabo alguna de las actividades de nuestra vida diaria.
“VAIHÍ MIKKÉTZ
ARBAÏM IÓM VAIFTÁJ NÓAJ ET-JAL´LÓN
HATTEVÁH ASHÉR ÄSÁH
- Y fue, que al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había
hecho”
Cuando la inundación remitió, Nóaj abrió una
ventana antes de abandonar el Arca. El mensaje aquí es simple: cuando un hombre
está intentando liberarse de circunstancias difíciles, debe primero abrir una
ventana en su alma, creando una abertura en su corazón que ha sido bloqueada
por su ego. A menudo, esto implica estar dispuesto a pedir ayuda, ya sea de
otra persona o de la Luz del Creador, siendo el criterio elegir aquello que
cause más dolor a nuestro ego. Las influencias espirituales en esta sección
ayudan a disminuir nuestro ego de una forma compasiva, creando una abertura dentro
del alma de la humanidad. De esta forma se abre una ventana global al Cielo que
permite que la Luz del Creador irradie a toda la existencia y anuncia nuestra
Redención Final.
El Zóhar dice:
“Ábreme...” (Shír HaShirím/Cantar de los
Cantares 5:2), significa: ábreme una abertura tan fina como el ojo de una
aguja, y Yo te abriré las Puertas Celestiales.
(Zóhar, Emór 24:129)
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