LA LETRA י IUD

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LA LETRA י IUD   Por Kabbalah y Torah en Expansión   La letra י ‘Iud’, un pequeño punto suspendido, revela la chispa de bondad esencial escondida en la letra ט ‘Tet’. A continuación del ‘Tzimtzum’ inicial (la contracción de la ‘Or En Sof’ (Luz Infinita) de HaShem para hacer “lugar” a la Creación), quedó dentro del ‘Jalal’ (“espacio vacío”) un punto potencial e individual o ‘Reshimú’ (“impresión”). El secreto de este punto es el poder del Infinito de contener el fenómeno finito dentro de Sí Mismo, y expresarlo en la realidad externa aparente. Una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra י ‘Iud’ יוד (iud-vav-dálet): “punto” (iud), “línea” (vav), “superficie” (dálet).   Estas 3 etapas corresponden en Kabbalá a: “punto” (Nekuddá), “espectro” (Sefirá) y “rostro” (Partzuf). El punto inicial, el poder esencial de la letra

PARASHA NOAJ / NOÉ - (Bereshít/Génesis 6:9-11:32) - Arca de protección


PARASHÁT NÓAJ - (Bereshít/Génesis 6:9-11:32) - Arca de protección

EL SECRETO DEL DILUVIO

La historia de Nóaj relata uno de los episodios más horribles de toda la Torá. Tan solo mil años después de haber creado el mundo, el Creador trae un diluvio que destruye prácticamente a toda la raza humana. ¿Qué nos enseña esto? ¿Qué nos dice acerca de la naturaleza de Di-s? ¿Qué podemos aprender del hecho de que fuera necesaria una limpieza general, a pesar de que el mundo sólo había existido durante un breve periodo de tiempo?

Primero debemos recordar que las fuerzas negativas están esperando al acecho el momento en que emergemos de la matriz. Esto es cierto no sólo para los seres humanos individuales, sino también para toda la humanidad. Se dice que cuando los niños nacen, sus manos están apretadas como puños, como diciendo: “Vengo sólo para recibir. Dame”. Pero esta intención no se limita a los más jóvenes. La mayoría del mundo está gobernada por un Deseo de Recibir egoísta. Aunque no ha habido otro gran diluvio desde los tiempos de Nóaj, esto no se debe a que nos hayamos convertido en personas justas. La única razón por la cual se nos ha perdonado otro diluvio es la promesa del Creador de no volver a destruir nunca más el mundo. En su lugar, tenemos el arcoíris, que es el mensaje del Creador que nos dice que aunque el mundo pueda merecer la destrucción, la misericordia de Di-s nos ha dado otra oportunidad para convertirnos en mejores personas.

Sólo hay un periodo en la historia en el que el arco iris dejó de aparecer, y fue mientras Rav Shimön bar Iojái estuvo en el mundo. En otras palabras, a lo largo del tiempo, desde la Creación hasta la transformación del mundo - la Redención Final, el único periodo durante el cual el mundo no necesitó ser limpiado fue durante la vida de Rav Shimön.

De la misma forma que Nóaj tenía el Arca para salvarlo de la muerte durante el Gran Diluvio, ahora tenemos el Zóhar para que nos salve de la muerte espiritual cada día de nuestras vidas. Sólo a través del poder espiritual del Zóhar podemos salvarnos de cualquier peligro que nos amenaza, ya sea una catástrofe medioambiental, guerras, terrorismo, enfermedades o epidemias. La forma en que nos protege el Zóhar depende enteramente de nosotros y de cómo creamos nuestra conexión personal con éste. Para mantener un vínculo personal fuerte con el Zóhar, debemos leer y escanear secciones de este a diario. Estas lecturas pueden durar desde un minuto a más de una hora. Escanear o leer el Zóhar es la única forma de salvarnos de otro “Diluvio” -cualquiera que sea su forma en nuestros tiempos. El Zóhar dice:

A lo largo de estos pasajes se imbuye al lector conciencia y motivación interna para ocasionar la eliminación total del mal y el caos en esta Tierra. Estos pasajes despiertan un deseo de transformar nuestra propia naturaleza reactiva y de compartir la Luz del Zóhar. Según todos los kabbalístas, el Zóhar es el instrumento más efectivo de todos para eliminar la Inclinación al Mal nacida en los corazones de la humanidad. Cuando una masa crítica de gente acepte su sabiduría, erradicaremos permanentemente todo el dolor y el sufrimiento de la humanidad.

(Zóhar, Nóaj 13, Introducción)

Rav Jiiá dijo que el mundo estuvo en un estado de pobreza desde el momento en que Adám desobedeció la orden del Santo, Bendito Sea Él, hasta el momento en que Nóaj ofreció su sacrificio, asentando así al mundo. Rav Iosi dijo que el mundo no fue asentado y la tierra no se purificó de la polución de la Serpiente hasta que Israel se paró ante el Monte Sinái y se asió al Árbol de la Vida. Sólo entonces el mundo se asentó adecuadamente.

(Zóhar, Nóaj 13:88)

La Torá nos dice que Nóaj fue un hombre justo en su generación. ¿Qué significa eso? Según una interpretación, había tantas personas malvadas en tiempos de Nóaj que es asombroso que un hombre tan justo pudiera existir en un ambiente de estas características. Sin embargo, la conexión de Nóaj con la Luz del Creador era tan fuerte, que ninguna persona malvada pudo empujarlo al Otro Lado. Si hubiera vivido en tiempos de Avrahám, cuando había muchas más personas justas, Nóaj podría haber sido una figura de rectitud aún más grande.

No obstante, hay otra forma de verlo que adopta una posición opuesta: Nóaj fue justo porque vivió en una generación de personas malvadas. Él no era fundamentalmente diferente de sus semejantes, quienes eran, ciertamente, una multitud colérica y malintencionada; él sólo era un poco mejor, y por ello fue considerado como una persona justa dentro de su generación tan negativa. Por otro lado, si hubiera vivido en tiempos de Avrahám, probablemente habría sido una persona más normal, y no especialmente virtuosa.

Se nos cuenta que Nóaj permaneció fuera del Arca hasta que estuvo a punto de ahogarse; sólo entró cuando no tuvo alternativa. Los comentadores han debatido la aparente falta de confianza de Nóaj en que el diluvio fuera a venir realmente. Pero hay una explicación importante de Ohév Israel (Rav Avrahám Iehoshúä Heshel de Apta, también conocido como Apta Rebbe) que dice que Nóaj tenía miedo de creer muy firmemente en la catástrofe próxima porque sabía que la certeza tiene el poder de hacer que las cosas sucedan. La certeza crea y atrae la realidad. Cuando Rashi escribió que Nóaj tenía poca confianza, quería decir que Nóaj confiaba en Di-s pero tenía miedo de tener la certeza total que en realidad crearía el diluvio. Así que Nóaj no entró en el Arca hasta que las aguas le forzaron a hacerlo. Esperó hasta el último segundo para que su propia certeza no fuera la causa del diluvio.

El pasaje bíblico referente la rectitud de Nóaj ha sido debatido durante siglos sin llegar a ninguna conclusión clara. Lo importante es que tenemos que ver a las personas de forma individual-tal como son dentro del contexto de sí mismas y no en relación a los demás. ¿Somos justos o no? ¿Estamos conectados a la Luz del Creador o no?

La historia de Nóaj contiene muchas lecciones de gran valor. Respecto al tema de la comodidad personal, aprendemos que todo aquel que busca una vida meramente cómoda nunca lo logrará, pero aquellos que se desafían a sí mismos obtendrán la alegría y la realización verdaderas tanto en este mundo como en el siguiente. Un comentario que aparece en una sección posterior de la Torá, la Historia de Vaiéshev, ilustra mejor esta idea. Dice: “Y Iaäkóv se sento”. Significa que Iaäkóv quería vivir los años que le quedaban con comodidad, poder estudiar todo el día sin interrupciones. Iaäkóv había sentido tanta angustia con su hermano, Ësáv, y con su suegro, Laván, que en sus años de ocaso quería un poco de confort. ¿Era pedir demasiado? ¿Por qué el modesto deseo de Iaäkóv podría considerarse algo malo?

La respuesta, tal como escribió el Rey Salomón, es que todo lo que está bajo el cielo tiene un tiempo, y el tiempo para la comodidad no es mientras estamos en este mundo. No está para encontrarse aquí, donde pasamos cada momento del día enzarzados en una batalla con el Deseo de Recibir Sólo para Uno Mismo. Nuestras vidas son una larga prueba. Nunca podemos decirnos a nosotros mismos: “Estoy cómodo. Ya no tengo que luchar más”. En cambio, debemos esforzarnos constantemente para no dejar que nuestra conciencia desfallezca debido a estas pruebas y a cualquier fracaso que podemos experimentar como consecuencia. Debemos aferrarnos firmemente a la idea de que el verdadero confort sólo está en la Luz que recibimos y en la satisfacción que alcanzamos como resultado de enfrentarnos a nuestros desafíos y atravesar nuestras dificultades. La comodidad verdadera no es algo que debamos buscar fuera de nosotros mismos y nuestra relación con Di-s.

Si creemos que nuestras pruebas en la vida han acabado y pensamos: “He llegado al lugar donde tenía que llegar. He alcanzado la cima. He finalizado mi tikkún (corrección) de errores”, seguramente acabaremos descubriendo lo contrario. En este mundo, pensar que hemos hecho lo suficiente nunca es una alternativa real. Siempre que continuemos en el ámbito físico, lo más probable es que nos queden muchas más cosas por hacer.

Mucha gente empieza a estudiar Kabbaláh y de repente lo deja, quizá diciéndose a sí mismos: “Sé más de lo que sabía cuando llegué aquí y puede que con esto ya sea suficiente”. Pero no es suficiente. Hay incontables cosas que tenemos que hacer para alcanzar nuestro verdadero objetivo, y alguien que sólo busca la comodidad personal y el descanso está perdiendo la batalla con su proceso personal de perfección, su tikkún. Trascender nuestra pereza innata es uno de los elementos principales en cualquier lista de deseos espirituales. Paradójicamente, cuando realmente nos esforzamos por cambiar y crecer—y no sólo buscamos lo cómodo- el resultado de nuestro esfuerzo es la plenitud duradera, la felicidad, la salud, el apoyo financiero, el éxito y la protección.

APRECIACIÓN Y EL PACTO

La historia de Nóaj viene justo después de la historia de la Creación, pero las acciones negativas de la humanidad ya habían casi destruido todo lo que era bello en el mundo que Di-s había creado. Debido a nuestra naturaleza, la humanidad es seducida por la gratificación inmediata del ego, y por lo tanto apreciamos nuestros tesoros espirituales sólo cuando nos los quitan. En esta historia, recibimos la capacidad de despertar una apreciación genuina por todas las cosas buenas que hay en nuestra vida, de forma que no tengamos que perderlas para apreciar su valor y su importancia.

También es significativo el Pacto entre Nóaj y Di-s. Este Pacto está relacionado con los actos sexuales negativos y el derramamiento disipado de la semilla de un hombre para obtener placer egoísta e indulgente, y no para compartir y crear vida.

Al conectar con esta sección, limpiamos al mundo de pecados sexuales, destruyendo las fuerzas negativas y los seres que se crean a través del desperdicio del esperma de un hombre. El Zóhar dice:

“Cuando un hombre y una mujer se desean el uno al otro y se unen como uno solo, el esperma del hombre produce un hijo en el cual sus respectivas imágenes están combinadas, pues Di-s crea al hijo en una imagen que incluye a ambos padres. Este es el motivo por el cual una persona debe santificarse en el momento del acto sexual para que esta imagen sea tan perfecta como debe ser”.

(Zóhar, Lej Lejá 31:329)

Por lo tanto, imbuimos nuestras relaciones sexuales de divinidad, abolimos todos nuestros deseos egoístas y desatamos la voluntad de nuestras almas, para finalmente ser merecedores de un lugar en el Mundo por Venir.

En términos kabbalísticos, el Mundo por Venir no es algo que esté en el futuro; se refiere al ámbito espiritual de Biná. Biná es un despliegue ilimitado de Luz del cual extraemos la beneficencia del Creador. La iniquidad y la oscuridad no pueden prevalecer en la presencia de la Luz de Biná, y nuestra conexión con Biná nos ayuda a destruir todas las fuerzas negativas, evitando así que éstas corrompan y destruyan nuestro mundo.


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