sábado, 7 de julio de 2018

SOBRE IERUSHALAIM (Jerusalén)


SOBRE IERUSHALÁIM (Jerusalén)

Dijo Rabbí Natán: No hay amor como el amor de la Torá y no hay sabiduría como la sabiduría de Israel y no hay belleza, como la belleza de Jerusalén.  (Avót de Rabbí Natán, 28)  

Todo profeta del que no se nombra su ciudad natal, es originario de Jerusalén.  (Ejá Rabbá) 

“Hermosa provincia, gozo de toda la tierra, es el monte Sion, a los lados del Aquilón, la ciudad del gran rey”. (Tehil´lím 48:3). Qué quiere decir “hermosa” - que todos declaran su belleza, que no existe otra comparable a ella. Aunque está escrito sobre Tiro (Iejezkél 27:3): “Tiro, tú has dicho: 'Yo soy de perfecta hermosura'- Se lo dijo sobre ella, pero los demás no lo han repetido”.

El refrán popular dice: Uno no es lo que su madre dice de uno (que es), sino lo que sus vecinos dicen de él. Pero eso no ocurre lo mismo con Sion. Todos reconocen (su hermosura) aunque está en ruinas. Está escrito “¿Es ésta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de la tierra?” (Ejá 2:15).  (Midrásh Tehil´lím 48:3) 

Hasta que no fue elegida Éretz Israel, todos los países fueron dignos de la profecía, pero desde que fue elegida Éretz Israel, fueron eximidos de ella los demás países.  Hasta que no fue elegida Jerusalén, todos los lugares eran dignos para el sacrificio, pero desde que fue elegida Jerusalén, fueron eximidos de él los demás lugares. Hasta que no fue elegido el Templo, toda Jerusalén era digna para la Shejiná. Desde que fue elegido el Templo, fue eximido el resto de Jerusalén. (Ialkút Shimöní 12:1)

Los árboles de Jerusalén eran de canela y cuando se los usaba para calentar, su aroma cubría todo Éretz Israel y desde que fue destruido Jerusalén, fue recogido lo que quedó de ellos, que era como un gramo de cebada y quedó guardado en el tesoro del rey.  (T.B. Shabbát 63a) 

Dijo Rav Ajá: La Shejiná jamás abandonó el Kotel Hammaraví.  (Shemót Rabbá 2:2) 

En el futuro HaKadósh Barúj Hú agregará a Jerusalén mil jardines, mil torres, mil palacios y mil mansiones y cada uno de ellos será como Tzipori en sus tiempos de prosperidad. Dijo Rabbí Iosé: Yo vi Tzipori en su hora de prosperidad y contenía ciento ochenta mil tiendas de especias. (T.B. Bavá Batrá 75b) 


Decía Rabbí Iojanán: En el futuro, Jerusalén se convertirá en la Metrópolis de toda la Tierra. (Shemót Rabbá 23:10)  


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