viernes, 20 de julio de 2018

EL PODER TRANSFORMADOR DEL LIBRO DE DEVARÍM (Deuteronomio)


EL PODER TRANSFORMADOR DEL LIBRO DE DEVARÍM (Deuteronomio)

A menudo escuchamos a la gente decir: “¡Si tan sólo hubiera sabido antes lo que se ahora!”. En el libro de Devarím (Deuteronomio), la Torá nos ofrece una segunda oportunidad de entender y saber, dado que todo lo que ocurrió anteriormente es presentado de nuevo aquí. Devarím (Deuteronomio) repite el relato del Éxodo de Egipto que, como veremos, es la historia fundamental de nuestra propia vida. Sin embargo, Devarím (Deuteronomio) es más que sólo repetición en el sentido convencional de la palabra; nos da una oportunidad de vivir nuevamente eventos pasados con una nueva conciencia. Podemos hacer esto al aprender a vivir de forma diferente porque, si somos sinceros con nosotros mismos, sabemos que hoy estamos cometiendo los mismos errores que cometimos en el pasado.

¿Qué significa realmente para nosotros esta “segunda oportunidad” de Devarím (Deuteronomio)? De acuerdo con la Kabbaláh, si no cambiamos nuestra conciencia o el modo en que vemos la vida, entonces nuestra vida no puede cambiar para mejor. Devarím (Deuteronomio) nos da la energía para cambiar nuestra experiencia de vida al cambiar nuestra conciencia. A través de la conexión con este libro de la Torá, podemos recibir tres formas diferentes y específicas de energía que nos ayudan a hacer ese cambio tan difícil: la energía para hacer nuestro trabajo espiritual, la energía del entusiasmo espiritual y la energía de la perseverancia espiritual. El propósito y el poder de Devarím es infundir estas tres aparentemente diferentes formas de energía de la Luz del Creador en nuestras vidas y darnos la sabiduría y el poder de reescribir la película de nuestra propia vida.

La Kabbaláh enseña que el trabajo espiritual no es llamado “trabajo” en vano. No es fácil porque no está destinado a ser fácil. El trabajo espiritual es un proceso de crecimiento, de salir más allá de nuestras zonas de confort. Significa ir contra nuestras tendencias reactivas innatas y conscientemente escoger la alternativa proactiva. Es negarse a sucumbir a las tentaciones del papel de víctima y asumir toda la responsabilidad de lo que ocurre en nuestra vida.

El poder del entusiasmo que recibimos del libro de Devarím es un poco diferente de lo que podemos encontrar en películas o eventos deportivos. Esta clase de entusiasmo no es como la luz de la bombilla de un flash, que ilumina todo por una fracción de segundo y luego nos deja en la oscuridad nuevamente. No es como un programa de televisión cuyo final genera la pregunta inevitable: “¿Qué sigue?”. El entusiasmo espiritual es similar a una experiencia en la cual el tiempo parece acelerarse o desaparecer por completo, el cansancio ni siquiera se siente y el proceso vale la pena no sólo por aquello a lo que conlleva, sino por el proceso mismo. Es un entusiasmo generado desde adentro, no desde afuera; de tener una sensación de propósito; de ver un panorama mucho más amplio del que veíamos antes; de asumir la responsabilidad de cambiar y actuar en consecuencia con ímpetu, sabiendo que nos llevará a una vida mejor y más enriquecida.

De la misma manera, la energía de perseverancia que obtenemos de Devarím (Deuteronomio) no es como la perseverancia necesaria para limpiar toda la casa o cambiarle el aceite al carro. En realidad es una forma de energía caracterizada por su calidad inexhaustible; inexhaustible porque nos energiza en pos de la Luz. Si un individuo que está en estado de pobreza de pronto se entera de que un millón de dólares le espera en un banco al otro lado de la ciudad, buscaría la manera de llegar hasta allá; aun durante un terremoto. Si una persona tiene hambre, perseverará durante cualquier dificultad para obtener una comida. Incluso esos ejemplos de perseverancia representan una pequeña fracción de la energía que obtenemos cuando nuestro objetivo es una conexión personal e íntima con la Luz.

Muchos de los eventos de Devarím (Deuteronomio) ocurren en las mismas ubicaciones desérticas que los cuatro libros anteriores de la Torá, así como mucho de los eventos de nuestra vida involucran el mismo tipo de acciones y responsabilidades año tras año. Pero recuerda lo siguiente: con la nueva conciencia que Devarím (Deuteronomio) nos da -y con la infusión de Luz que acompaña dicha conciencia-podemos cambiarlo todo. Podemos revolucionar nuestra vida, no sólo cambiando nuestro empleo, aumentando nuestros ingresos o mejorando cualquier otra cosa en el ámbito físico, sino al reedificarnos a nosotros mismos desde el nivel más profundo de nuestro ser, el nivel de la semilla. Ese es el verdadero significado de la transformación, y el poder para hacer que ocurra nos espera en estas páginas. El Zóhar dice lo siguiente acerca de la Torá:

Rabbí Shimön abrió la discusión hablando acerca del versículo: “Entonces Jizkiiáhu volvió su rostro hacia la pared y oró al Eterno” (Ieshaäiáhu/Isaías 38:2). ¡Vengan y vean cuán poderosa es la fuerza de la Torá, y cuán alto se eleva por encima de todo! Porque quien conduce su vida de acuerdo a la Torá no le teme a aquellos de arriba o de abajo, y los contratiempos o enfermedades de este mundo no le afectan. A través de la Torá, se conecta con el Árbol de la Vida y aprende de éste cada día.

La Torá enseña a cada persona como seguir un camino recto. Aconseja cómo arrepentirse y regresar con su Señor para cancelar el decreto contra él. Porque aunque se haya emitido un decreto de no cancelar el decreto en su contra, no obstante debe ser cancelado y no serle aplicado más en este mundo. Entonces, con este propósito, el hombre debe ocuparse en el estudio de la Torá día y noche, sin desviarse de ésta. Como está escrito: “sino que meditarás en él día y noche” (Iehoshúä/Josué 1:8). Así, si se desvía de la Torá si la abandona- es como si abandonara el Árbol de la Vida.

(El Zóhar, Prólogo 180-181)

Que el libro de Devarím (Deuteronomio) te traiga toda la Luz que es tu deseo más auténtico y tu verdadero destino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario