jueves, 26 de julio de 2018

ORACIÓN PARA ENCONTRAR ESPOSA DEL SEFER BET TEFILÁ


ORACIÓN PARA ENCONTRAR ESPOSA

Señor del Universo, con tu misericordia formaste tu mundo y creaste al primer hombre y le proporcionaste una ayuda para él, nos consagraste con tus mandamientos y me ordenaste casarme con una mujer y engendrar hijos.

Bendito es Aquél que forma al hombre, ya que todo lo creó para su gloria. Sin embargo, mi angustia crece; el miedo y el estremecimiento se apoderan de mí, ya que temo que mis iniquidades y pecados provoquen que destines para mí a una mujer mala, que no es mi pareja y que no es idónea para mí.

También temo que otro hombre se adelante y tome a mi pareja, lo que causaría que fuera necesario dejar de lado a un alma por otra. Por lo tanto, me presento ante Ti con el corazón quebrantado y decaído con el propósito de verter delante de Ti mi oración, oh Padre misericordioso.

Sea tu voluntad, Eterno, Di-s nuestro y Di-s de nuestros ancestros, que te llenes de misericordia hacia mí y me destines a mi pareja, la que es idónea y adecuada para mí desde los seis días de la Creación, para largueza de días y años de vida.

Que mi pareja sea una mujer valiosa, temerosa del Eterno e inteligente, que tenga buenas cualidades de carácter y suela llevar a cabo buenas obras.

Que no aborte ni sea estéril, y que tampoco tenga defectos físicos, sino que esté completa en todo y tenga éxito en todo, de tal modo que pueda yo dedicarme a la labor sagrada sin contratiempos.

Y no me tomes de este mundo antes de que se cumpla mi tiempo, y tampoco me dejes de lado a causa de algún otro hombre en el mundo.

Oh Di-s, lleno de misericordia, que restauras a los individuos a casa, misericordioso, que agracia, que protege, que sostiene, que salva, es recto y redime, ayúdame en aras de la gloria de tu Nombre. Hazlo en aras de tu abundante misericordia y en aras de nuestros santos ancestros, Avrahám, Itzják e Israel, tus siervos, así como en aras de Moshé y de Aharón, de Ioséf y de Davíd. Hazlo también en aras de todos los hombres justos y devotos, cuyo mérito nos protege y que interceden por nosotros. Hazlo por Ti y no por nosotros, hazlo por tu Nombre, hazlo por tu diestra, hazlo por tu Torá, hazlo por tu santidad.

Concédeme gracia y respóndeme, y escucha mi oración, pues Tú escuchas la oración de cualquier boca. Bendito es Aquél que escucha la oración. Que la expresión de mi boca y la meditación de mi corazón sean aceptables delante de Ti, oh Eterno, mi roca y mi redentor.

(Extraído del libro Bét Tefil´lá)


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