martes, 19 de marzo de 2024

RATZO VASHOV

RATZÓ VASHOV

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Las Sefirot pueden aparecer en semejanzas opuestas incluso simultáneamente. Ambos son representaciones verdaderas.

 

Las Sefirot pueden aparecer en semejanzas que incluso pueden ser mutuamente contradictorias, exactamente de la misma manera que las imágenes en un sueño pueden cambiar en un solo momento.

 

Cada semejanza vista en la visión profética proporciona conocimiento sobre un poder y un atributo.

 

Los atributos y poderes se conocen de acuerdo con el orden verdadero y apropiado en el que están dispuestos y funcionan, mientras que las semejanzas están de acuerdo con la capacidad del alma para recibir.

 

Si las semejanzas a través de las cuales aparecen las Sefirot fueran intrínsecas a las Sefirot mismas, obviamente sería imposible atribuir dos semejanzas contradictorias a un mismo sujeto. Sin embargo, dado que estas semejanzas no son intrínsecas a las Sefirot sino que fueron elegidas por HaShem, no hay dificultad en el hecho de que puedan aparecer en semejanzas diferentes y contradictorias, una tras otra, o incluso simultáneamente porque en un momento quiere la Suprema Voluntad que aparezcan de una manera, y en otro de otra manera.

 

Exactamente de la misma manera que las imágenes en un sueño pueden cambiar en un solo momento. En el caso de un sueño, no es el objeto real representado en el sueño lo que se ve, sino una imagen o semejanza del objeto fabricado por la facultad de creación de imágenes de la mente: la imaginación. Es esta imagen la que el soñador ve en su mente y, a través de ella, obtiene el conocimiento que el sueño fue enviado a revelar, ya sea verdadero o falso.

 

La facultad de creación de imágenes de la persona crea una imagen en su mente que consta de imágenes y símbolos oníricos correspondientes al conocimiento revelado a través del sueño. La imagen es tal que el soñador cree que en realidad está viendo los objetos mismos.

 

Sin embargo, lo que la persona ve en el sueño no es más que el producto de su imaginación y, en consecuencia, las leyes que se aplicarían a los objetos reales si fueran vistos por el ojo físico en la vida de vigilia no se aplican a las imágenes vistas en el sueño.

 

El soñador puede soñar que ve cierta cosa, pero esa misma cosa puede convertirse en otra cosa en el mismo sueño. Estos cambios no ocurren de tal manera que la persona pueda realmente ver la transición de uno a otro en la forma en que el ojo físico vería la transición si tuviera lugar frente a la persona.

 

En el sueño, la persona ve lo que ve de una manera, luego lo ve de otra manera. No puedes objetar que no era así hace un momento, porque así es simplemente como funciona la imaginación.

 

De igual forma en el caso de la visión profética, es posible ver imágenes contradictorias. La persona puede ver una cosa, pero cuando la vuelve a mirar para entenderla, se transforma en otra cosa. Así, en la visión de Iejezkel (Ezequiel), “los seres vivientes ‘RATZÓ  VASHOV’ (corrían y tornaban)” (Iejezkel 1:14).

 

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