domingo, 24 de marzo de 2024

EL QUE SE GLORÍA, GLORÍESE EN ESTO

EL QUE SE GLORÍA, GLORÍESE EN ESTO

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Dado que la esencia de ‘ELO-HUT’ (La Divinidad) no se puede conocer en absoluto, también es imposible conocer la esencia de las Sefirot. Cualquier cosa que se sepa de las Sefirot es solo porque está permitido verlas de esta manera, no porque sean intrínsecamente de esta manera. Lo que se sabe de ellas es esta forma espiritual. Esta forma espiritual no es su esencia intrínseca sino sólo la forma en la que se les permite ser vistas.

 

La forma en que se ven es sólo la forma en que aparecen a través de Maljut, que muestra estos poderes de esta manera. Estos poderes constituyen el orden a través del cual se rige la Creación.

 

La Voluntad Suprema no sólo quiso que este fuera el orden que gobernara a las creaciones inferiores, siendo éstas las gobernadas, sino que el orden de gobierno se pudiera ver en y a través de las mismas creaciones inferiores.

 

Los reinos creados y sus habitantes fueron diseñados de tal manera que mostraran e ilustraran el sistema de gobierno de HaShem en la forma misma que toman.

 

Hay tantas creaciones como partes del sistema de gobierno. Así, cada uno de los poderes individuales que constituyen el sistema general de gobierno produce una creación que surge de él y que proporciona un cognado visual de ese poder en su misma forma y estructura, cualidades y atributos.

 

Todo esto sucede a través del atributo de Maljut, al cual se hace alusión en el verso (Bamidbar/Números 12:8):

 

“Él verá la semejanza de HaShem”.

 

Maljut se llama ‘TEMUNAT  HASHEM’ (“la semejanza de HaShem”) porque este es el atributo que produce las formas o semejanzas espirituales en las que aparecen las Sefirot.

 

El atributo de Maljut es la raíz de todos los reinos inferiores y la fuente de toda su existencia, y es a través del atributo de Maljut que las leyes del gobierno de HaShem se ven en las formas que toman los cuerpos de las creaciones en los reinos inferiores.

 

Pero allí, en el nivel de Maljut mismo, la forma es espiritual, porque todo desciende gradualmente, nivel por nivel. La forma espiritual está inscrita en el atributo de Maljut, y es de allí que emerge más tarde la forma material.

 

Los seres humanos no tienen el poder de aprehender las Luces Supremas excepto en la forma en que esas luces se relacionan consigo mismas en los reinos inferiores, ya que las Luces Supremas son las raíces de las formas que se encuentran en los reinos inferiores y por lo tanto se relacionan con ellas.

 

Por lo tanto, los humanos podemos percibir las Sefirot solo a través de la lente de Maljut, que muestra las Luces Supremas y su modo de gobierno a través de imágenes. En consecuencia, “…el que se gloría, gloríese en esto (hebreo, זאת ‘Zot’), en entenderme y conocerme” (Irmiahu/Jeremías 9:23).

 

Aquí, la palabra ‘ZOT’ (“esto”) alude al atributo de Maljut, porque solo de esta manera es posible alcanzar cualquier percepción.

 

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