LOS PODERES DEL REINO ESPIRITUAL

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Cuando decimos que el ‘Séjel’ (“intelecto”) forma una imagen mental de algo visto por el alma en alguna forma física (por ejemplo, un círculo real), no es así. Lo que el alma ve son los poderes del Reino Espiritual ordenados en cierto orden que se expresa en la forma en que el alma los ve.

 

Por ejemplo, el alma puede tener una percepción de la Providencia general y total de HaShem, en oposición a Su providencia individual sobre los detalles de la Creación, y “traducir” esta percepción en la forma de un “círculo”.

 

Así se ven las Sefirot como luces dispuestas en un orden espiritual que se entiende que tiene forma de círculos (Ïggulim) o que tiene una forma recta y vertical (iosher). Las Sefirot pueden “irrumpir” o “ascender” o “descender” de varias maneras. No es que esta sea la forma real que toma, pero así es como podemos entenderlo.

 

Por lo tanto, lo que se ve es algo que se entiende como si uno pudiera ver esa forma en el mundo inferior. Esto se llama la visión del alma, cuya visión no es como la visión del cuerpo.

 

En otras palabras, el alma misma entiende lo que ve. La visión del alma misma no es como la visión de los ojos físicos, porque la gloria de HaShem no puede ser vista por el ojo físico. En consecuencia, no necesita representarse sino en formas apropiadas y relevantes para la visión del alma que lo contempla, y el alma ve las cosas como realmente son, no alguna forma física externa.

 

En consecuencia, los sujetos de la visión profética no aparecen necesariamente de la misma manera que los objetos físicos correspondientes aparecerían ante el ojo físico.

 

Lo que ve el alma es una luz brillante que se entiende como un círculo (Ïggul) si lo que se ve es “circular”, o como una línea recta (Iosher) si lo que se ve en la visión es “recto”. Lo mismo se aplica a todas las otras formas o imágenes vistas por el alma: no es que se vea la forma física misma.

 

Incluso la forma espiritual que se ve no es de la esencia intrínseca de las Sefirot mismas. Porque las creaciones son de 2 clases: físicas y espirituales, y cada una tiene sus propias formas respectivas. Pero la Gloria Suprema no posee intrínsecamente ninguna de estas 2 clases de formas.

 

Sin embargo, puede aparecer a través de tales formas, aunque no en una forma física, que es burda, sino en una forma espiritual, que es fina y sutil. “Aparece” o se “ve” de la misma manera que los pensamientos “aparecen” o se “ven” en la mente.

 

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