Si la luz de la Menorá es la luz de
la Torá, entonces ¿cómo es posible que podamos encenderlas por nuestra propia
cuenta? ¿Acaso la luz de la Torá puede ser encendida por manos humanas?
La respuesta es que sí, que es posible
hacerlo. Éste es el profundo secreto de la Torá Oral, que constituye un tema básico
de la festividad de Januká.
La profecía, que había servido como
un conducto para establecer la ley judía desde los días de Moshé Rabénu,
culminó en la época del reinado de Alejandro Magno. En ese momento los Sabios
adquirieron el poder para legislar la ley judía: “De ahora en adelante, inclina
tu oído y oye las palabras de los Sabios” (Séder Ölám, capítulo 30).
Después de que la ideología griega
conquistara al mundo, las palabras de Torá, que hasta ese momento llegaban
desde Arriba, comenzaron a emanar de las mentes y de los corazones de los
Sabios. El ingreso de la Luz Divina al mundo, que es el tema de las velas de Januká,
se logra a través de nuestro propio acto de encender las velas.
G
M
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