JANUKÁ SEGÚN EL
ARIZAL
בָּרוּך אַתָּה יְיָ אֱלֹהֵינוּ
מֶלֶךְ הָעוֹלָם אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו וְצִוָּנוּ לְהַדְלִיק נֵר חֲנוּכָּה
BARÚJ ATTÁH
ADO-NÁI ELO-HÉNU MÉLEJ
HAÖLÁM ASHÉR KIDDESHÁNU
BEMITZVOTÁV VETZIVÁNU LEHADLIK
NÉR JANUKKÁH
“Bendito eres Tú, Ado-nái, Di-s
nuestro, Rey del universo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el
encendido de la vela de Januká”
Según el Arizal, estas 13 palabras
corresponden a los 13 Atributos de Misericordia del Creador. Después de decir
estas trece palabras correspondientes a los atributos de misericordia, que de
acuerdo a la Kabbaláh son la Corona Suprema, Kéter Ëlíon, se toma la vela
piloto, el shamásh que corresponde a jojmá, “sabiduría”, y encendemos las
velas, una tras otra, de acuerdo al día de la festividad, hasta que llegamos el
último día a la octava vela, la janukiá completa, todo irradia luz. De acuerdo
a la Kabbaláh, las 8 velas corresponden a las sefirót desde biná,
“entendimiento”, la primera vela, hasta la sefirá de maljút, reinado, la última
vela.
Y así en Januká hay 22 componentes
correspondientes a las 22 letras de la Lengua Sagrada. Son 13 de la bendición,
luego el shamásh, 14, y otros 8 suman en total 22. Es decir que en Januká todas
las letras del alef-bet brillan con la luz esplendorosa, lo más excelente de lo
excelente. Con luz de alegría.
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