SIMBOLISMO DE LOS ALIMENTOS DEL SEDER DE ROSH HASHANÁ
DÁTILES
La razón por la cual se comen dátiles en Rosh Hashaná se
debe a que en hebreo la palabra “tamar” (dátil) se asemeja a la palabra “tamu”
cuya raíz verbal significa “terminar”, lo cual también deseamos para nuestros
opresores.
El simbolismo tradicional de los dátiles hace juego con su
nombre hebreo Tamar, similar a Tam, que significa final o extinción. Este Simán
pide por el fin de nuestros enemigos y aquellos que buscan dañarnos. Formulado
de manera positiva, es un llamado a la paz y a la tranquilidad en el año que
está dando comienzo.
Si la cena es con un grupo de solteros y solteras, pueden
utilizar el juego de palabras en inglés: dátiles en inglés es dates, que
también significa "citas". Con un dátil en la mano, deséales a todos
un año lleno de exitosas citas y encuentros significativos.
“Sea Tu voluntad, Hashem Di-s nuestro, que nuestras
enemistades lleguen a su fin y que este año traiga la paz para nosotros y el
mundo entero”.
RUVIA (ALUBIA)
Se come en Rosh Hashaná alubia por ser que estos frijoles
crecen en grandes cantidades y de la misma forma anhelamos que se multipliquen
nuestros preceptos y buenas acciones. También la palabra “ruvia”, el nombre de
este alimento en hebreo, comparte la misma raíz que “irbu”, o sea “aumentar”.
La Ruvia (alubia) es uno de los alimentos simbólicos
mencionados en el Talmud. Es un frijol o una legumbre, usualmente representada
como una vaina verde de frijoles. El nombre remite a la palabra Irbú,
acrecentar o ser plenos. Con este Simán, estamos pidiendo que nuestros méritos
se acrecienten y que seamos bendecidos con la abundancia. Al mismo tiempo, la
Ruvia nos da una oportunidad de recordar y reconocer a aquellos que son menos
afortunados: por ellos, pedimos que este año sea de prosperidad y abundancia no
solo para nosotros sino también de dar y compartir con otros.
Prueba la versión libia del Simán de la prosperidad: en lugar
de Ruvia (alubia), los judíos de Libia mezclan azúcar con semillas de sésamo
para simbolizar la abundancia, pues las semillas son tan pequeñas y numerosas
que no pueden ser contadas.
“Sea Tu voluntad, HaShem nuestro Di-s, que nuestros méritos
se vean acrecentados, que seamos bendecidos con todo lo que necesitamos y
podamos compartir nuestra bendición con otros”.
PUERRO
Se coloca en Rosh Hashaná “karti”, o sea puerro, porque en
hebreo esta palabra es similar a “ikaretu” lo que significa “destruyan”, lo
cual esperamos para todo lo malo. Con el puerro se inicia una pequeña serie de
alimentos dedicados a nuestros enemigos, los internos y los externos.
Karti –puerro o cebolla de verdeo– remite a la palabra
ikartú: "Serán arrancados". El deseo tradicional asociado con este
alimento pide que nuestros enemigos sean arrancados, junto con todos aquellos
que buscan nuestro mal. Los judíos de ascendencia persa pelan la cebolla de
verdeo y la arrojan por sobre sus hombros, a veces recitando los nombres reales
de enemigos que quisieran ver destruidos. Para una interpretación más positiva,
este Simán puede ser formulado como un pedido de ser bendecidos con buenos
amigos y enriquecedora vida comunitaria.
“Sea Tu voluntad, HaShem Di-s nuestro, que aquellos que
están contra nosotros no triunfen, y que seamos bendecidos con amigos
verdaderos y una comunidad que nos apoye
y contenga”.
ACELGA
El motivo por el cual se coloca acelga en Rosh Hashaná, se
debe a que en hebreo “silka” (acelga) se asemeja en su raíz a la palabra
“istalku”, que significa ”desaparezcan”, lo cual deseamos para nuestros malos
impulsos así como para nuestros enemigos.
La palabra aramea Salka (remolacha) recuerda la palabra
Lehistalek, retirarse. En esta bendición, pedimos que nuestros enemigos se
batan en retirada y que seamos liberados de aquellos que desean nuestro mal.
Si te es difícil con la versión aramea, una interpretación
alternativa de este Simán sugiere que tengamos éxito en seguir nuestro propio
camino.
“Sea Tu voluntad, HaShem Di-s nuestro, que todos nuestros
enemigos se batan en retirada, y que nosotros podamos batir nuestro propio
ritmo hacia un camino de libertad.
CALABAZA
La calabaza en hebreo es llamada “kara”, esto se asemeja a
la palabra “shetikra” (poseen la misma raíz) que significa “que rompas”, lo que
pedimos a Di-s que haga con los malos decretos.
Kará es identificado como una calabaza o zapallo. Kará,
pronunciado de modo levemente diferente, significa también arrancar o rasgar;
con una ortografía levemente distinta, significa también proclamar. La
bendición tradicional asociada con la calabaza pide que nuestros malos decretos
sean anulados y que nuestros méritos sean proclamados. Si pensamos en los
méritos como bendiciones, entonces este Simán efectivamente nos recuerda
proclamar y hacer que nuestras bendiciones cuenten.
“Sea Tu voluntad, HaShem Di-s nuestro, que nuestros malos
decretos sean anulados y nuestros méritos y bendiciones sean proclamados”.
GRANADA
La granada es una de las frutas que tiene más semillas en su
interior, y hay quienes dicen que contiene alrededor de 613 semillas (igual a
la cantidad de mitvot). Por eso comemos granada en Rosh Hashaná para desear que
nuestras mitzvot (preceptos, buenas acciones) se multipliquen como las semillas
de este fruto.
La granada, que en Israel madura durante la temporada de
Rosh Hashaná, contiene muchas semillas dulces (por no mencionar varios y
fabulosos antioxidantes). De hecho, hay un Midrásh según el cual la granada
contiene 613 semillas, que simbolizan las 613 mitzvot (preceptos). Ya sea
exacto ese número o no (puedes contarlo y ver por ti mismo), la granada
simboliza las mitzvot y las buenas acciones.
“Sea Tu voluntad, HaShem nuestro Di-s, que estemos tan
llenos de buenas acciones como semillas contiene la granada.
MANZANA
La manzana que se come en Rosh Hashaná cocida con azúcar o
sumergida en ella (o en miel), representa nuestro deseo de ser merecedores de
un año dulce y lleno de bondad.
El alimento simbólico más conocido de Rosh Hashaná, la
manzana con miel, es más común en la tradición ashkenazí. La costumbre iraquí,
por dar un ejemplo diferente, es comer una manzana asada con azúcar, mientras
que en el Yemen se sirven membrillos en lugar de manzanas. En todas las
variantes, estos alimentos representan el deseo de un año dulce. El sabio
Jafetz Jaím nos recuerda que la dulzura debe ser reflejada también en nuestro
estado de ánimo: evitar el enfado, pues es un mal augurio para el nuevo año. En
cambio, debemos ser de temperamento dulce en Rosh Hashaná.
“Sea Tu voluntad, HaShem Di-s nuestro, que seamos renovados
con un Nuevo Año que sea bueno y dulce”.
CABEZA DE PESCADO O CORDERO
La cabeza de pescado se eligió para simbolizar que siempre
ocupemos lugares importantes en lo que respecta al estudio y cumplimiento de la
Torá.
En muchas comunidades se sirve una cabeza de pescado o de
cordero en el Seder de Rosh Hashaná (no preocuparse, nadie dice que hay que
comerlos). Cualquiera de éstos representa el deseo de ser en Rosh Hashaná como
la cabeza y no como la cola: liderar, y no quedar a la zaga.
La cabeza del cordero (los sesos son retirados y cocinados)
también sirve como un recordatorio del carnero que fue sacrificado en la
historia de la Akedá (Atadura) de Itzjak/Isaac, que es la parashá (porción) que
se lee tradicionalmente en Rosh Hashaná. Los judíos de Bagdad dejaron de
utilizar el pescado como Simán, debido a que su nombre en hebreo, Dag, suena
como la palabra hebrea Deagá, preocupación.
“Sea Tu voluntad, HaShem Di-s nuestro, que seamos cabeza y
no cola.
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