Dueño del mundo, padre misericordioso, apiádate de nosotros,
y danos el mérito de tener hijos (varones eruditos de la Torá) e hijas, con
santidad y pureza. Sanos y completos en cuerpo y en alma. Dales salud, fuerza,
vigor, belleza y que encuentren gracia a tus ojos y los ojos de las personas.
Danos el mérito de poder criarlos para la Torá, que contraigan matrimonio, y
que hagan siempre buenos actos. Otórgales larga y buena vida, para que te
sirvan. Que encuentren su pareja en su momento, y danos el mérito de casarlos,
y que veamos hijos de nuestros hijos, y descendencia de nuestra descendencia.
Descendencia digna y bendecida por Di-s, y que no se encuentre en ellos ninguna
profanación, por siempre. Otórgales a nuestros hijos bendición y larga vida.
Sálvanos a nosotros y a todo el pueblo de Israel, del sufrimiento de criar a
nuestros hijos sin ningún sufrimiento, por siempre.
Que tengamos el mérito que toda nuestra descendencia sean eruditos de la Torá, y cumplidores de tus preceptos, temerosos del cielo, y limpios de todo pecado. Que cumplan siempre tu voluntad. Sálvalos de toda enfermedad, y cura su cuerpo de todo mal. Que no se encuentre en nuestra descendencia ningún estéril, por siempre. Que se multipliquen como las estrellas del cielo, y los granos de arena, por todas las generaciones. Concédeles a todos, larga vida para que cumplan verdaderamente tu voluntad. Que todos conozcan tu santo Nombre, y que se cumpla en ellos lo escrito en el versículo: “Hijo sabio alegra a su padre” y que se cumpla en ellos: “Alégrese tu padre y tu madre” Alárgales su vida con buenos años, y que cumplan tu voluntad por siempre.
Que tengamos el mérito que toda nuestra descendencia sean eruditos de la Torá, y cumplidores de tus preceptos, temerosos del cielo, y limpios de todo pecado. Que cumplan siempre tu voluntad. Sálvalos de toda enfermedad, y cura su cuerpo de todo mal. Que no se encuentre en nuestra descendencia ningún estéril, por siempre. Que se multipliquen como las estrellas del cielo, y los granos de arena, por todas las generaciones. Concédeles a todos, larga vida para que cumplan verdaderamente tu voluntad. Que todos conozcan tu santo Nombre, y que se cumpla en ellos lo escrito en el versículo: “Hijo sabio alegra a su padre” y que se cumpla en ellos: “Alégrese tu padre y tu madre” Alárgales su vida con buenos años, y que cumplan tu voluntad por siempre.
(Extraído del “Likkuté Tefil´lót”)
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