EL YULI (La materia sin forma)
Muchos secretos de Purím se pueden
encontrar en los escritos del Rav Isaac Luria, “El Arí”, un kabbalista
preeminente del siglo 16.
El Arí explica la idea del Yuli. Antes
de que algo físico se manifieste, pasa por un nivel espiritual llamado yuli. El
Arí explica que la única manera de transformar cualquier cosa negativa en tu
vida es llevándola a este estado.
Piensa en esto. ¿Con cuánta
frecuencia dejas tus “asuntos” en reposo, sólo para ver cómo vuelven a salir de
nuevo? El Arí explica que en Purím tienes la oportunidad de transformar la
negatividad desde la raíz para que deje de molestarte, para siempre.
Durante este periodo de 24 horas
conocido como Purím, puedes dejar el mundo dónde vives 364 días al año e ir al
nivel de yuli. Cuando lo alcanzas, puedes convertir cualquier oscuridad en tu
cuerpo, tu mente y tu alma.
Una forma de visualizar este proceso
es considerando un collar de plata caro, pero feo. La plata es valiosa pero
tiene una forma desagradable. Decides que quieres convertirlo en algo bonito,
entonces lo fundes -lo llevas a un estado indiferenciado–, y así creas algo
bello a partir de él.
Esto es lo que puedes hacer en Purím.
Toma cualquier negatividad que tengas, llévala de vuelta a yuli, ¡y transforma
tu fealdad en algo bello!
Es importante no sólo oír el
concepto, sino también entender la lógica espiritual de cómo y por qué esto
funciona. Sabemos que en el proceso de creación hay en realidad dos pasos.
Tanto el Arí como Rav Áshlag en las Diez Emanaciones Luminosas discuten
ampliamente sobre esto. Está la llamada etapa antes de la forma, antes de que
lo físico domine, a la cual se hace referencia con distintos nombres: el Arí y
los kabbalistas usan la palabra YULI, significa energía o materia antes de su
formación. También es llamado Jómer y nivel de Ain (la nada). Luego está la
forma que toma esa materia, la cual es llamada tzurá.
¿Qué ocurre? La Luz del Creador
entra en la materia, en el comienzo de la fisicalidad. En la primera etapa se
llama materia, yuli, ain o jómer. Luego toma forma y se convierte en un árbol,
un vaso, etc. Entonces, primero está la materia y después la forma. Primero
está yuli o la materia antes de que tome forma, luego está la forma que toma la
fisicalidad. En la esencia de cada uno de nosotros está la energía de la Luz
del Creador; y luego nosotros le damos forma. Desafortunadamente, solemos darle
la forma según el Deseo de Recibir para Sí Mismo.
Entonces, para las cosas físicas hay
dos etapas: primero la materia o Jómer y luego Tzurá o la forma que toma.
Cuando las cosas están en el estado de materia puedes modificarlas como quieras
porque aún no tienen forma. Pero cuando aparecen y se manifiestan como forma,
es casi imposible cambiarlas en ese punto.
Lo mismo aplica en nosotros. Cada
uno de nosotros vino a este mundo como materia y le hemos dado forma a esa
materia. Cuando hacemos una acción y vamos contra lo que es cómodo para
nosotros, cuando vamos contra nuestro ego, nos regresamos, en cierta medida, al
nivel de materia antes de la forma. Y cuando haces eso constantemente cada vez
que tienes la opción —la tenemos muchas veces al día, en gran o menor
proporción— te apartas de la forma y te llevas al nivel de YULI, es decir,
materia sin forma.
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