SHEM 72 – PURIFICACIÓN ESPIRITUAL - מום
Vocalización: Mum (Moshé Cordovéro); Me/Va/Me (A. Abulafia).
Valor numérico: 86
Ángel portador del Nombre: Mumiah. Valor numérico: 101
“Espera, oh Israel a HaShem, desde ahora y para siempre”.
(Tehilim/Salmos 131:3)
“Vuelve, alma mía, a tu descanso porque HaShem te ha
prodigado el bien”.
(Tehilim/Salmos 116:7)
Significado: Yesod de Yesod: indica la influencia lunar por
excelencia. Canaliza toda la sensibilidad, receptividad, intuición,
emocionalidad y psiquismo propios de Yesod. Nos ayuda también a discernir las
ilusiones y espejismos del bajo astral, y a limpiar y purificar nuestro espejo
mental trabajando sobre nuestra agua interna. También da fundamento y
proporciona andamiaje a nuestras vidas, para no ir a la deriva por las mareas
astrales. Lleva a tierra las energías sutiles: Concreta y materializa, por lo
que es una poderosa ayuda en la realización de cualquier intención. También
confiere la vitalidad lunar, por lo que es un Nombre potente para la sanación,
en particular para todas las enfermedades que tengan que ver con los fluidos
del cuerpo. Tiene una fuerte conexión con la naturaleza (Mem-Vav-Hei = 86 = HaTéva,
la naturaleza), sobre todo con el elemento agua (agua es Mem-Yud-Mem, cambiando
Yud por Vav).
Como Nombre que cierra el ciclo de los setenta y dos rige
sobre todo final: Su luz concede realización y éxito, ayuda a terminar las
cosas, a completar lo que se ha emprendido, a cerrar adecuadamente los ciclos.
Pero todo final lleva en sí la semilla de un nuevo comienzo (Salmo 131:3).
Mem-Vav-Mem nos trae la esperanza de que siempre habrá un nuevo comienzo. A
veces experimentamos el fin como una muerte. Mem-Vav-Mem nos guía a través de
todas las muertes y nos prepara para el nuevo nacimiento. Nos ayuda a
regenerarnos y a renacer de nuestras cenizas. Esotéricamente, el nombre consta
de dos letras Mem unidas por una Vav. Mem es la matriz espaciotemporal de
nuestras vidas, el útero materno que nos trae a la encarnación. Vav significa
unión y fertilización. Mem Vav Mem indica que pasado y futuro están unidos –
pivotando sobre el presente – y que hay una transferencia de información entre
ambos. Creemos que el pasado es algo ya fijo y escrito para siempre, pero en
realidad no hay tal cosa como el pasado independiente de nuestra experiencia y
percepción (interpretación) del mismo. Y eso lo podemos cambiar. Y con ello
cambiamos el efecto kármico que puede tener sobre nosotros. Por eso, la
meditación sobre este Nombre hace un trabajo de limpieza, purificación y
neutralización del karma negativo. Y lo hace por el procedimiento que recibe el
nombre de Teshuvá: retorno, es decir, rebobinado y borrado. No es un borrado
sin más: es necesario modificar la semilla de negatividad en nuestra actuación
de entonces, que no es otra que el deseo egoísta de recibir. Por eso a veces
teshuvá se traduce como arrepentimiento, no en el sentido de culpa, sino de
transformación de nuestra conducta del modo de recibir al modo de compartir.
Entonces el alma llega a su descanso. Entonces se manifiesta todo el potencial
de Luz de este Nombre. Porque las dos letras Mem también representan las aguas
superiores (de Briá) y las aguas inferiores (de Asiá). Cuando hay conexión (la
Vav) fluyen todas las bendiciones: Y´HVH Gamal (Tehilim/Salmo 116:7); se abre
el sendero de guimel, que es la Luna (Yesod de Yesod), que une Tiferet con Keter,
y el alma – en su contacto con lo Divino – vuelve a su hogar y encuentra
realmente su descanso.
Mem-Vav-Mem es 86, el valor del Nombre Elo-him (y de la naturaleza,
como hemos visto antes), lo que indica que es un Nombre maternal (Biná), cuya
luz nos prodiga toda clase de cuidados. No deja de ser curioso, sin embargo,
que la palabra Mum, significa en hebreo imperfección, defecto, mutilación o
invalidez. Lo cual tiene varios niveles de significado: Por un lado indica que
ese Nombre de Di-s corrige precisamente eso: la imperfección y los defectos
acumulados en el ciclo que termina, mediante la limpieza (por el agua) y el
rebobinado al que se ha aludido antes. Todo ello como preparación al nuevo
ciclo que comienza. En un nivel más profundo, el hecho de que un Nombre de Di-s
signifique literalmente imperfección significa que no existe tal cosa. Que la
imperfección no existe. Es algo subjetivo. Existe el cambio, la evolución, la
transformación. Pero en el plano divino no hay imperfección.
Mumiah (101) es, el valor del Nombre Elo-him, como hemos
visto, con la terminación Yah (15), que es el Nombre de Di-s en Jojmá. En la
unión de Jojmá y Biná siempre tenemos la puerta abierta al cambio positivo y a
la creatividad en nuestras vidas.
Gran ayuda bravo
ResponderEliminarShalom gracias
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