SHEM 49 – FELICIDAD - VAV HE VAV
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SHEM 49 - FELICIDAD - והו
Vocalización: VaHU (Moshé Kordovero); Va/He/Va (A. Abbulaäfia, vocal natural de cada letra).
Valor numérico: 17
Ángel portador del Nombre: Vehu´el.
Valor numérico: 48
“Grande es HaShem, y digno de
suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable” (Tehil´lim/Salmos 145:3).
Significado: Jojmá de Nétzaj:
Sabiduría de la naturaleza. Sabiduría de las emociones. El ser humano ha sido
creado para la felicidad. Tiene los instrumentos para ello. Se lo impiden su
propia actitud y sus emociones negativas. Todas ellas son aprendidas, no forman
parte de su naturaleza. Todas tienen su raíz en el deseo de recibir para uno
mismo, y todas pueden ser transmutadas, liberando la energía encapsulada,
cambiando nuestra fase de vibración del deseo de recibir al deseo de dar. Por
supuesto que hemos de recibir. Podemos y debemos pedir por nuestras verdaderas
necesidades. Y nuestras verdaderas emociones son una valiosísima guía para
dilucidar cuáles son e ir tras ellas (su iluminación es uno de los frutos de la
meditación sobre este Nombre). Con la actitud correcta de agradecer lo que la
vida nos trae de continuo. Dice el Talmud: ¿Quién es sabio? El que se conforma
con su parte. Por supuesto que hay sufrimiento, hay tikkún, hay karma. Podemos
también aceptarlo, sabiendo que es lo mejor – “Gam zu letová. También esto es
para bien”, como decía de continuo el sabio talmúdico – y liberándonos del
extra de sufrimiento puramente mental que añadimos de continuo. Si nos ponemos
en manos de HaShem, todo lo que nos ocurra – “positivo” o “negativo” – será una
expresión de la Sabiduría.
La Guimmatriiiá del Nombre Vav-He-Vav
= 17 = Tov (Bien) = Álef-He-Vav-He אהוה Este último es un Nombre secreto de Di-s,
correspondiente a Dáät, que aparece como notarikón en el primer versículo de
Bereshit/Génesis: ET HASHSHAMÁIM VE´ET
HAÁRETZ, los cielos y la tierra, expresando que la naturaleza del
Pensamiento de la Creación es el Bien, el deseo del Creador de impartir su
bondad a todas las criaturas. El Bien, Tov, es el sello de la Creación. En
particular, el Tóv es la Luz del primer día de la Creación: “Y vio Elo-him la
Luz que era buena; VAIIAR ELO-HIM ET-HAOR
KI-TOV” (Bereshit 1:4). Y después dice: Iom Ejad. Día Uno (y no “día
primero” como debiera), enfatizando que en la Luz que es Tov, todo es Uno.
Mediante este Nombre Vav-He-Vav
podemos sintonizarnos con esta energía y desde esa Luz del Yo Soy que es
nuestra esencia podemos amar la Luz del Yo Soy en el otro, y superar los
problemas de relación que podamos tener, abriéndonos a la dimensión dadora de
la Luz, que no conoce límites. Leemos en el Zóhar en la porción Toledot: “R.
Eleazar discurrió sobre el versículo: Feliz es el hombre cuya fuerza es en Ti
(en cuyo corazón hay sendas) (Tehil´lim 84:6). Dijo: Feliz es el hombre que se
atiene firmemente al Santo y en Él coloca su fuerza. ¿Cómo quién, por ejemplo?
¿Diremos como Jananiá, Mishael y Äzariá (Daniel 3:17-18), cuando ellos dijeron
audazmente al Rey de Babilonia: “He aquí que nuestro Di-s a quien servimos es
capaz de liberamos de la hornalla de fuego candente; y Él nos liberará de tu
mano?”. No, no es así; pues si Di-s no hubiera estado con ellos para
liberarlos, el Nombre de Él no habría sido aclamado Santo, como ellos
declararon que lo era. Pero ellos mismos comprendieron su error, y,
corrigiéndose, dijeron: “Pero has de saber, oh Rey...” es decir, que Di-s nos
libere o no nos libere, has de saber que nosotros no serviremos a tus dioses...
La tradición nos cuenta que Ezequiel dijo algo a aquellos que abrían sus ojos,
o sea, que Di-s no los apoyaría si esperaban retribución. Fue entonces que
comenzaron todo de nuevo, diciendo: “Pero has de saber, oh Rey...”. Un hombre
no ha de afirmar, por lo tanto, confiadamente: “Di-s me liberará o hará para mí
esto o aquello”, sino que, ha de procurar cumplir los preceptos de la Ley y
andar por la senda de la verdad, y luego confiar plenamente en Él y que Él lo
ayudará. Pues seguramente cuando un hombre se dispone a purificarse recibe para
ello ayuda de lo alto. Así un hombre ha de poner su confianza en Di-s y en nada
más. De ahí la expresión “cuya fuerza es en Ti”. Las palabras siguientes “En
cuyo corazón hay sendas”, indican que un hombre ha de limpiar su corazón de
todos los pensamientos extraños, de manera de hacerlo como una senda que
conduce directamente al destino deseado”.
Jojmá de Nétzaj: En el Árbol, Jojmá
alcanza a Nétzaj a través de Jésed. Transmisión de la berajá. E´l Tov: La Tet
unida a la Bet de la bendición y de la Sabiduría y la Rueda de la Fortuna: su
distribución.
48 = Guilá = goce, alegría, éxtasis
48 = Gumá = acequia, canal.
Torrente, Iuval.
48 = Jáil = fuerza, valentía,
coraje, valor/ riqueza, opulencia, fortuna. Jil (mismas letras) = tormento,
angustia, aflicción.
48 = Joli = enfermedad, sufrimiento,
pena, pesar. Jom, calor, ardor. Kojav, estrella.
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