50. LO SUFIECIENTE NUNCA ES SUFICIENTE - דני
Hacemos concesiones en la vida. Nos conformamos con menos.
Nos vendemos tan pronto como experimentamos algo de disfrute y terminamos
vendiéndonos muy barato. Este Nombre es acerca de agarrar la enchilada entera.
Existen dos realidades: la oscuridad y la Luz. Podemos estar
en una o en otra. Pero tendemos a perder el tiempo en las grises. Cuando
alcanzamos un poco de Luz en nuestras vidas, tendemos a excusar a la poca
oscuridad a la que todavía mimamos. Pero vinimos aquí para obtenerlo todo. La
meta es borrar toda la oscuridad y complacernos en la Luz absoluta.
Nos gusta creer que somos grandes pensadores. Pero en
verdad, pensamos en pequeño. No importa si tenemos miles de millones de dólares
en nuestras cuentas bancarias, o si dirigimos una de esas 500 compañías que
aparecen en la revista Fortune, o si dirigimos un país entero, para el caso es
lo mismo.
Pensar en grande significa buscarlo todo, la felicidad
permanente, la grandeza espiritual, el gozo eterno, nuestra verdadera alma
gemela, la inmortalidad, la paz en la Tierra para siempre, y dejar atrás todo
aquello que evita que alcancemos esa tierra prometida. Cincuenta mil millones
de dólares palidecen en comparación con una satisfacción interminable y una
existencia llena de alegría.
Si no creemos genuinamente en que estas son metas
alcanzables y nuestro destino, entonces nunca podremos decirle a nadie que
sabemos cómo pensar en grande. Ya que el ego, el lado oscuro de la naturaleza
humana, nos engañó para que pensemos en pequeño. Todo es posible. Cuando lo
creamos, lo veremos.
Meditación
Nuestros ojos y nuestro corazón permanecen enfocados en la
meta final en todo momento. Despertamos la persistencia y la pasión para nunca
(y eso significa nunca) conformarnos con menos.
“Te alabaré, oh HaShem, con todo mi corazón; contaré todas
tus maravillas”.
(Tehilim/Salmos 9:2)
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