SOLO PARA BIEN

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

El deseo de HaShem es sólo otorgar el bien. Incluso el mal es un medio a través del cual Él otorga el bien. De esta manera Su Unidad se revela claramente.

 

La voluntad del Emanador, Bendito Sea Su Nombre, es sólo buena, y por tanto nada perdurará excepto Su bondad. Todo lo que inicialmente es malo no surge de otro dominio que pueda resistir contra Él. Al final ciertamente será bueno, y entonces se revelará que no hay otro dominio que el Suyo.

 

Esta es la respuesta a la objeción anterior: si la Voluntad Suprema quisiera hacer nacer poderes capaces de poner límites a Su poder (como si tal cosa fuera posible), esto no sería contrario a la Voluntad Suprema, ya que Él quiso así es.

 

No podemos decir que la Voluntad Suprema deseara la existencia de otras voluntades con poder para limitarlo de cualquier modo. Porque la Voluntad Suprema sólo quiere el bien, y ciertamente no sería bueno si Su bondad no pudiera llegar a Sus criaturas. Si dices que esa es la naturaleza de la bondad – beneficiar a los ‘Tzaddikim’ (personas justas) y castigar a los ‘Reshaïm’ (malvados), mientras que “mostrar compasión por los malvados es cruel” – la Torá dice lo contrario: “Seré misericordioso con quien seré misericordioso” (Shemot/Éxodo 33:19) – “aunque no sea digno” (Berajot 7a). También está escrito que: “El pecado de Israel será buscado, pero no existirá, y la transgresión de Iehudá no será hallada” (Irmiahu/Jeremías 50:20). De aquí vemos que es la voluntad de HaShem beneficiar incluso a los ‘Reshaïm’ (malvados).

 

Si argumenta que todo esto se aplica sólo después del largo exilio y el castigo: esto es precisamente lo que prueba el punto. Porque si es así, vemos que la Voluntad Suprema asegura que eventualmente todos se beneficien. De esto podemos inferir que Su voluntad es sólo beneficiar, literalmente. Sin embargo, Él tiene que tratar con cada uno adecuadamente de acuerdo a su naturaleza. Es necesario castigar a los ‘Reshaïm’ para perdonarlos después. Si la intención era rechazar a los ‘Reshaïm’, deberían literalmente ser destruidos en lugar de ser castigados para beneficiarlos después. El hecho de que sean castigados para beneficiarlos después es una prueba clara de que Su voluntad es solo para bien. Porque el resultado previsto de una acción es el propósito último que gobierna todas las partes de esa acción. Al final, todos los hombres, sean ‘Tzaddikim’ (justos) o ‘Reshaïm’ (malvados), reciben el bien. Si es así, el propósito final es otorgar bondad a todos.

 

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