LOS HIJOS DE LA TERCERA GENERACIÓN

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

 

Devarim/Deuteronomio 23:8-9:

 

“No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque fuiste extranjero en su tierra. Los hijos de la tercera generación que les nazcan podrán entrar en la Asamblea de HaShem”.

 

Podemos entender mejor la razón por la que la Torá permite que los edomitas y los egipcios (de la tercera generación después de la conversión) se conviertan en miembros de pleno derecho del Pueblo de Israel si echamos un vistazo al desarrollo histórico de Avraham, el primer convertido al judaísmo.

 

Tanto la segunda generación después de Avraham, es decir, Itzjak-Ishmael, como la tercera generación, es decir, Iaäkov-Ësav, todavía contenían una cantidad considerable de פסולת ‘Pesolet’ (“basura”) espiritual. Sólo la cuarta generación de los descendientes de Avraham, los hijos de Iaäkov (Jacob), eran completamente puros y se habían despojado de sus desechos espirituales.

 

Ësav (Esaú) en realidad se convirtió en el medio por el cual Iaäkov recibió la ‘Berajá’ (Bendición). Como reconocimiento de esto, la tercera generación de ‘Guerim’ (“conversos”) descendientes de Esaú/Edom son admitidos como miembros de pleno derecho.

 

La Torá lo reconoce en Devarim 23:8-9.

 

En Bereshit/Génesis 15:13 a Avraham se le dijo que la cuarta generación de sus descendientes regresaría a la tierra de Kenáän (Canaán). Mientras estuvieron en Mitzraim (Egipto), las almas del Pueblo de Israel se refinaron hasta el punto de que pudieron convertirse en una nación compuesta por más de 600.000 hombres en edad militar, un pueblo que calificó para el título de “Israel”, el título honorífico otorgado por Di-s a Iaäkov.

 

Es apropiado, por lo tanto, que la tercera generación de un egipcio converso al judaísmo goce de plena igualdad con los demás ‘Bené Israel’ (Hijos de Israel), así como Iaäkov, que era la tercera generación contando desde el ‘Guiur’ (“conversión”) de Avraham, era puro y se había despojado de toda la basura espiritual que había quedado de la contaminación de la “Serpiente”.

 

Israel también había permanecido גרים ‘Guerim’ (“extranjero”), en Egipto durante 3 generaciones.

 

La prohibición de llevar el salario de la prostitución al altar de Di-s se explica simplemente por el hecho de que la ramera está en deuda con Lilit, la antítesis de la שכינה ‘Shejiná’. Es un dominio donde los perros ladran porque ‘Malaj HamMávet’ (El Ángel de la Muerte) ronda constantemente. Por eso oró el rey David en Tehil´lim/Salmos 22:21:

 

הַצִּילָה מֵחֶרֶב נַפְשִׁי מִיַּד־כֶּלֶב יְחִידָתִי

 

HATZTZILA  MEJÉREV  NAFSHÍ  MIIIAD-KÉLEV  IEJIDATÍ

 

“Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida”.

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