SI VES UN BURRO

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

Este ‘Limmud’ (estudio) ha sido donado para ‘Berajá’ (bendición) y ‘Hatzlajá’ (éxito) de la Familia Moctezuma de USA

 

Para ‘Refuá Shelemá’ (sanación completa) de Consuelo bat Graciela Marcelina

 

Y para protección física y espiritual de Maura bat Adela, Víctor ben Honoria, Brisa Itzel y Víctor Jr. bat uben Maura

 

En el Zejut (mérito) de nuestros patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá 

 

Bereshit/Génesis 49:3:

 

רְאוּבֵן בְּכֹרִי אַתָּה כֹּחִי וְרֵאשִׁית אוֹנִי יֶתֶר שְׂאֵת וְיֶתֶר עָז

 

REUVÉN  BEJÓRI  ÁTTA  KOJÍ  VERESHIT  ONÍ  IÉTER  SE´ET  VEIÉTER  ÄZ

 

“Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; principal en dignidad, principal en fortaleza”.

 

Caín fue el primogénito y con eso vino una carga más pesada de un ‘Tikkún’ (“corrección”) heredado de los padres. Adam siguió a la ‘Serpiente’ y se conectó con ‘Mortalidad’. Caín necesitaba vencer el deseo de traer la muerte a su hermano. Fracasó, como su padre antes que él, en seguir el consejo de Di-s y permanecer en el camino correcto.

 

Con la bendición de Iaäkov (Jacob) a sus hijos, Reuvén (Rubén) reconoció como el primogénito. Llevaba la fuerza y ​​una mayor responsabilidad para continuar el camino del padre.

 

Caín fue el primer hijo del primer padre y madre y Reuvén fue el primer hijo de Leá, la primera esposa de Iaäkov. Comenzó la línea de los hijos de Israel, nombre que se le dio a Iaäkov.

 

Como ‘Bené Israel’ (Hijos de Israel), llevamos la carga del ‘Tikkún’ (“corrección”) del mundo y tenemos una mayor responsabilidad de continuar la Luz de los padres en todo el mundo.

 

Shemot/Éxodo 23:5:

 

כִּי־תִרְאֶה חֲמוֹר שֹׂנַאֲךָ רֹבֵץ תַּחַת מַשָּׂאוֹ וְחָדַלְתָּ מֵעֲזֹב לוֹ עָזֹב תַּעֲזֹב עִמּוֹ

 

KI-TIRÉ  JAMOR  SONAAJÁ  ROVETZ  TÁJAT  MASSAÓ  VEJADALTÁ  MEÄZOV  LO  ÄZOV  TAÄZOV  ÏMMÓ 

 

“Si ves caído debajo de su carga el asno de uno que te aborrece, no se lo dejarás a él solo, ciertamente lo ayudarás a levantarlo”.

 

El Zóhar cita este versículo para enseñarnos la responsabilidad de los demás. Cuando vemos a alguien a quien odiamos y tiene dificultad para seguir los caminos de la Luz y trabajar en su ‘Tikkún’ (“corrección”), entonces no debemos ignorarlo y ofrecerle ayuda de cualquier manera que podamos.

 

Ojo, nunca fuerces tu camino justo a los demás. No hagas que los demás te odien por ser diferente. Es mejor dejarlos con sus problemas en lugar de agregar más odio en el mundo. Porque la persona tal vez se desconecte de la Luz pero si te odia a ti o a otros como tú, entonces es peor. El odio crea una fuerte energía que alimenta ‘El Lado Negativo’. Si no puedes hacerlo con amor y cuidado, No lo hagas.

 

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Trabajo y prosperidad económica

 

Paz en el hogar

 

Alma gemela

 

Bendición y éxitos para la familia

 

Éxitos en los negocios

 

Éxitos en los estudios

 

Protección física y espiritual

 

Protección contra la envidia y el mal de ojo

 

Teshuvá y despertar espiritual

 

Bendición y concordia para tu país

 

Elevación del alma de un familiar o un ser querido, etc.