¿TU TIKKÚN ES REALMENTE TUYO?

 

Por Kabbalah y Torah en Expansión

Este Limmud (estudio) ha sido donado para Berajá (bendición) y Hatzlajá (éxito) de la Familia de Elsa González de USA y Denise bat Esperanza de México  

 

En el Zejut (mérito) de nuestros patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá 

 

Rabbí Eläzar Pedat fue un ‘Jajam’ (sabio) entre el periodo del primer y segundo Templo. Era muy pobre y nunca se quejó de eso. Su enseñanza se cita en el Talmud y otras fuentes.

 

El Zóhar se refiere a una historia sobre él para explicar el propósito del proceso de ‘Tikkún’ (“corrección”).

 

Una vez, Rabbí Pedat se desmayó debido al hambre. Di-s se le apareció en un sueño y le preguntó si quería que él destruyera el mundo para darle la oportunidad de nacer como una persona rica. Rabbí Pedat le preguntó a Di-s si estaba seguro de que sería rico y Di-s dijo que no había ninguna garantía al respecto. Rabbí Pedat no aceptó la oferta de Di-s.

 

El Zóhar nos dice que una persona se considera un mundo pequeño. Cuando Di-s dijo que estaba dispuesto a destruir el mundo por Rabbí Pedat, se refería a la “existencia del cuerpo” para que el alma pudiera reencarnarse.

 

Muchas preguntas vienen a la mente al leer esta historia, pero nos centraremos en la explicación del Zóhar.

 

No importa si una persona es justa o no. Si nació en un proceso específico de ‘Tikkún’ (“corrección”), no podrá salir de él hasta que esté muerto. Sea lo que sea lo relacionado con los hijos, la vida y el sustento no vienen por el mérito de la persona sino por su ‘Mazzal’, que es el punto del proceso de Tikkún con el que entró al mundo.

 

Empujar en la dirección incorrecta solo endurecerá el proceso de ‘Tikkún’.

 

¿Por qué Di-s no podía garantizar al justo, Rabbí Pedat, que volvería como un hombre rico?

 

El profundo secreto que se revela aquí es el verdadero objetivo de la humanidad. La creación del mundo fue para Adam y todo el Tikkún es para él. Nosotros, como chispas de su alma, nos reencarnamos para el proceso de su (“nuestra”) corrección. Como individuos, debemos encajar en el plan global que nos lleve a la ‘Redención Final’. Debemos corregirnos y trabajar por el todo, independientemente de nuestro estado personal. Tener hijos, salud o dinero no son los principales objetivos. Debido a que somos temporales en este mundo, debemos ver el panorama general y hacerlo por los demás. Como nuestro cuidado natural por nuestros hijos, debemos cuidar y ser responsables por el Todo. No se trata de nosotros como seres separados, sino del proceso de traer la Redención Final con la Corrección Final de toda la humanidad.

 

Cuando nos cuidamos y nos tratamos con dignidad humana, reparamos la desconexión entre todas las almas dispersas (chispas) de Adam y nos acercamos y unimos a la Redención Final, que es como regresar al Jardín del Edén pero sin la presencia de la “Serpiente” (Sammael).

 

Rabbí Pedat era justo y vio el cuadro completo. No se preocupó por sí mismo y eligió permanecer pobre mientras seguía con su ‘Tikkún’ (“corrección”), revelando la Luz en el mundo.

 

Rabbí Iehudá Ashlag (Báäl HasSul´lam), en su artículo sobre ערבות Ärvut’ (“la responsabilidad mutua”), del libro: מתן תורה ‘Mattán Torá’ (“La entrega de la Torá”) escribió lo siguiente:

 

Pero la corrección final del mundo se logrará al presentarles a todos el secreto de la obra de Di-s, y como dice Zejariá/Zacarías 14:9: “Y el Señor será Rey sobre toda la tierra. En ese día el Señor será Uno y Su Nombre Uno”, y el versículo dice específicamente: “En ese día” y no antes, y también está escrito (Isaías 11:9): “Porque la tierra será llena del conocimiento del Señor”, etc… (Guematria 506), lo mismo que אהבת חנם ‘Ahavat Jinnam’ (Amor Incondicional) y acudirán a Él todas las naciones, etc…

 

Sin embargo, el papel de los ‘Bené Israel’ (israelitas) para el mundo es como el papel de nuestros santos padres para la nación de Israel. El mérito de nuestros Patriarcas nos permitió desarrollarnos y perfeccionarnos hasta volvernos dignos de recibir la Torá. Sin ellos siguiendo las leyes de la Torá antes de que fuera dada, entonces no seríamos mejores que todas las demás naciones. También los israelitas tienen la responsabilidad de estudiar la Torá y las ‘Mitzvot’ para limpiarse y prepararse a sí mismos y al resto del mundo hasta que acepten la gran obra del amor incondicional por los demás. Es la escalera para alcanzar el propósito de la Creación, que es ser uno con la Luz, Bendito Sea Él.

 

Comparte la Luz con todas las personas que están en tu vida, tráelos a la unidad que se necesita para que el mundo entero manifieste ‘Mashíaj’.

 

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