ROMPIENDO LA KELIPPÁ
Por Kabbalah y Torah
Este Limmud (estudio) ha sido donado
para Berajá (bendición) y Hatzlajá (éxito) de la Familia Villazón Gutiérrez,
Águila Hernández y de Denise Rodríguez de México
En el Zejut (mérito) de nuestros
patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá
Shir HaShirim/Cantar de los Cantares
6:11:
אֶל־גִּנַּת אֱגוֹז יָרַדְתִּי לִרְאוֹת בְּאִבֵּי
הַנָּחַל לִרְאוֹת הֲפָרְחָה הַגֶּפֶן הֵנֵצוּ הָרִמֹּנִים
EL-GINNAT EGOZ
IARÁDTI LIROT BEIBBÉ
HANNÁJAL LIROT HAFAREJÁ
HAGGUÉFEN HENÉTZU HARIMMONIM
“Al huerto de los nogales descendí a
ver los frutos del valle, y para ver si florecían las vides, si florecían los
granados”.
El “Huerto de los Nogales” es el
aspecto de la Luz dentro de todo en Maljut.
Al romper la ‘Kelippá ‘que significa
el caparazón, revelamos la Luz, que es la energía de la vida y la continuación.
Si la Luz no se revela a tiempo, la ‘Kelippá’ la consume y se transforma en la
muerte.
En Shabbat podemos revelar la Luz de
la Shejiná porque está saliendo de su caparazón, que es Maljut, para unificarse
con la Luz Suprema.
El ‘Berit Milá’ (“circuncisión”) tiene
un aspecto similar. Los cuatro pasos para quitar la ‘Örlá’ (el prepucio) rompen
la ‘Kelippá’ del cuerpo para permitir que el niño se conecte a la Luz.
Esta ‘Kelippá’ está formada por el
primer pecado y nos ha traído la mortalidad. Fue el primer pecado que se
cometió antes del primer Shabbat y la circuncisión es el primer Tikkún
(reparación) que hacemos en el mundo físico para corregirlo. Este proceso se
realiza después de que el recién nacido pasa el primer Shabbat de su vida.
Tehil´lim/Salmos 51:19:
זִבְחֵי אֱלֹהִים רוּחַ נִשְׁבָּרָה לֵב־נִשְׁבָּר
וְנִדְכֶּה אֱלֹהִים לֹא תִבְזֶה
ZIVJÉ ELO-HIM
RÚAJ NISHBARÁ LEV-NISHBAR
VENIDKÉ ELO-HIM LO
TIVZÉ
“Los sacrificios de Di-s son el
espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás Tú, oh
Di-s”.
El corazón es como una nuez, tiene
una ‘Kelippá’ del ego en él. La Luz no puede entrar a menos que el ego se rompa
como una cáscara de nuez. Debe ser golpeado fuertemente para permitir la
conexión a la Luz.
Mishlé/Proverbio 16:5:
תּוֹעֲבַת יְהֹוָה כָּל־גְּבַהּ־לֵב יָד לְיָד לֹא
יִנָּקֶה
TOÄVAT ADO-NAI
KOL-GUEVAH-LEV IAD LEIAD
LO INNAKÉ
“Abominación es al Señor
todo altivo de corazón; el pacto que él haga, no será sin castigo”.
Este versículo nos dice que incluso
las buenas acciones sin un corazón puro, no pueden ser conexiones a la Luz.
Un corazón con ego se considera un
prepucio. Al igual que con la circuncisión, como explicamos anteriormente, debe
cortarse para dejar entrar la Luz.
(Tikkuné HazZóhar)
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