PERMANECER VIVO
Por Kabbalah y Torah
Este Limmud (estudio) ha sido donado
para Berajá (bendición) y Hatzlajá (éxito) de la Familia Águila Hernández de
México
En el Zejut (mérito) de nuestros
patriarcas y matriarcas Avraham, Itzjak, Iaäkov, Sará, Rivká, Rajel y Leá
El corazón es una parte del sistema que produce nuestras palabras
habladas. Se encuentra entre las “alas” de los pulmones y es la fuente de
“fuego” que vibra en los pulmones y el vapor sale como palabras.
Las “Dos cámaras del corazón” son el aspecto de las dos letras ‘He’
del Nombre Sagrado יהו"ה. La letra ‘Vav’ es el sonido de las palabras y la ‘Iud’ es la
esencia de las palabras.
Tehil´lim/Salmos 33:6:
בִּדְבַר יְהֹוָה שָׁמַיִם נַעֲשׂוּ וּבְרוּחַ פִּיו
כָּל־צְבָאָם
BIDVAR ADO-NAI SHAMÁIM
NAÄSÚ UVRÚAJ PIV
KOL-TZEVAÁM
“Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo su
ejército por el aliento de su boca”.
La letra ‘Iud’ es numéricamente 10 y en ella está el secreto de los
עשרת הדברות ‘ÄSERET HADDIBBEROT -
Los Diez enunciados” (mandamientos) que salieron de la boca de Di-s.
La boca es el Maljut de la cabeza, que es el Kéter del cuerpo.
Debido a la relación entre el corazón, los pulmones y la boca en la cabeza, las
palabras que hablamos unifican el cuerpo, que es el aspecto de las 7 Sefirot
inferiores (ZaT) y la Cabeza, las 3 Sefirot Superiores (GaR).
En la Mishná (Tradición Oral) está escrito: “Una persona no dice
nada hasta que su boca y su corazón son iguales”.
Cuando pronunciamos palabras, deben resonar con el espíritu de la
Torá, que es el Corazón (Lev) לב, del alma israelita. No hay una manifestación verdadera cuando
las palabras no están conectadas a la fuente de Luz y Verdad que proviene de la
Torá.
La explicación común de este dicho es que una persona debe hablar y
ser fiel a su corazón. Pero un corazón malvado y palabras también pueden manifestarse
del sistema impuro.
El Zóhar relaciona los dos lados del corazón y la boca en igualdad
con el Primer Mandamiento: “ANOJÍ ADO-NAI ELO-HÉJA - Yo soy el Señor, tu Di-s” y “LO-IHIÉ LEJÁ
ELOHIM AJERIM ÄL-PANAI - No tendrás otros dioses ante mi
faz”. Las dos expresiones son un mandamiento y es el aspecto de los dos grupos
de preceptos: “ÄSÉ VELO TAÄSÉ - Harás y No Harás”.
El Zóhar agrega que las dos primeras declaraciones, que son las
raíces de todo lo demás, salieron como 70 voces para las 70 naciones.
La Torá es la conexión con el Árbol de la Vida y rechazarla pone a
una persona en un estado terminal, que se descuenta de la Redención Final y la
Resurrección de los Muertos.
Los hijos de Israel que tienen las palabras de la Torá en su
corazón y boca están conectados al Árbol de la Vida y se dice en Devarim/Deuteronomio
4:4:
וְאַתֶּם הַדְּבֵקִים בַּיהֹוָה אֱלֹהֵיכֶם חַיִּים
כֻּלְּכֶם הַיּוֹם
VEATTEM HADDEVEKIM BAADO-NAI ELO-HEJEM JAIM KUL´LEJEM
HAIOM
“Mas vosotros que os adheristeis al Señor vuestro Di-s, todos
estáis vivos hoy”.
“HAIOM - Hoy”: La redención final.
(Tikkuné HazZóhar)
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