TANÁ DEVÉ RIBBÍ
ISHMAËL - Se enseñó en la casa de Rabbí Ishmaël
Por Kabbalah y Torah
Este versículo dice: “Si tuviéramos
el privilegio de conectar con el rostro del Creador una vez al mes, sería
suficiente”. Cuando bendecimos a la Luna, transformamos la negatividad del
mundo en positividad desde el nivel de la semilla, estamos cara a cara con el
Creador. Debido a que estamos cara a cara con el Creador, nuestra negatividad
es eliminada.
תָּנָא דְּבֵי רִבִּי יִשְׁמָעֵאל:
אִלְמָלֵא זָכוּ בְנֵי יִשְׂרָאֵל אֶלָּא לְהַקְבִּיל פְּנֵי אֲבִיהֶן שֶׁבַּשָּׁמַיִם
פַּעַם אַחַת בַּחֹדֶשׁ דַּיָּם. אָמַר אַבַּיֵי: הֵלְכָּךְ נִימְרִינְהוּ מְעוֹמֶד
TANÁ DEVÉ RIBBÍ
ISHMAËL: ILMALÉ ZAJÚ VENÉ
ISRAÉL EL´LÁ LEHAKBÍL PENÉ AVIHÉN
SHEBBASHSHAMÁIM PÁÄM AJÁT
BAJÓDESH DAIÁM. AMÁR ABBAIÉ: HELKÁJ NIMERINEHU MEÖMED
“Se
enseñó en la casa de Rabbí Ishmaël: Si los hijos de Israel tuvieran el
privilegio de contemplar el Rostro de su Padre en los Cielos sólo una vez al
mes, sería suficiente para ellos. Abbaié dijo: Por lo tanto, recitemos mientras
estamos de pie” (Sanhedrín 42a)
VEHAIÁ: “Y será”
Pedimos que la luz de la Luna sea
como la del Sol nuevamente. Esta es nuestra conexión con el Mashíaj, cuando el
Sol y la Luna sean dos reyes iguales reinando en los Cielos.
וְהָיָה אוֹר־הַלְּבָנָה כְּאוֹר
הַחַמָּה וְאוֹר הַחַמָּה יִהְיֶה שִׁבְעָתַיִם כְּאוֹר שִׁבְעַת הַיָּמִים בְּיוֹם
חֲבֹשׁ יְהוָה אֶת־שֶׁבֶר עַמּוֹ וּמַחַץ מַכָּתוֹ יִרְפָּא
VEHAIÁ OR-HAL´LEVANÁ
KEÓR HAJAMMÁ VEÓR
HAJAMMÁ IHIÉ SHIVÄTÁIM
KEÓR SHIVÄT HAIAMÍM
BEIÓM JAVÓSH ADO-NÁI
ET-SHÉVER ÄMMÓ UMÁJATZ
MAKKATÓ IRPÁ
“Y la luz de la luna será como la
luz del Sol; y la luz del Sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el
día que soldará el Señor la quebradura de su pueblo, y curará la llaga de su
herida”. (Ieshaäiáhu/Isaías 30:26)
וַתַּעְדִּי זָהָב וָכֶסֶף
וּמַלְבּוּשֵׁךְ שֵׁשׁ וָמֶשִׁי וְרִקְמָה סֹלֶת וּדְבַשׁ וָשֶׁמֶן אָכָלְתְּ וַתִּיפִי
בִּמְאֹד מְאֹד וַתִּצְלְחִי לִמְלוּכָה
VATTAÄDDÍ ZAHÁV VAJÉSEF
UMALBUSHÉJ SHESH VAMÉSHI
VERIKMÁ SÓLET UDVÁSH
VASHÉMEN AJÁLT VATTÍFI BIMÓD MEÓD VATTITZLEJÍ
LIMLUJÁ
“Y fuiste adornada de oro
y de plata, y tu vestido fue lino, y seda, y bordado; comiste flor de harina de
trigo, y miel, y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, y has prosperado hasta
reinar”. (Iejezkél/Ezequiel 16:13)
SHALOM ÄLEJEM: “Que la paz esté contigo”
Deseamos ‘Shalom Älejem’ / ‘Älejem
Shalom’ al menos a 3 personas cuando terminamos de decir el BIRKÁT HAL´LEVANÁ (la
Bendición de la Luna). ‘Shalom Älejem’ ofrece la paz a nuestro prójimo. La
contestación de ‘Älejem Shalom’ ofrece la paz de regreso.
La acción de extendernos hacia los
demás ayuda a manifestar la energía de “amar a tu prójimo”. Este es un momento
poderoso para infundir este tipo de energía porque acabamos de eliminar la
negatividad desde su fuente (la Luna), lo que nos da una ventana de oportunidad
para efectuar un cambio positivo.
Decir ‘Shalom Älejem’ es para ayudar
a eliminar los celos que la Luna tiene del Sol.
Debes decir a 3 de tus compañeros:
שָׁלוֹם עֲלֵיכֶם
SHALOM
ÄLEJEM
“Que la paz esté contigo”
Cada uno de los 3 compañeros contesta:
עֲלֵיכֶם שָׁלוֹם
ÄLEJEM SHALOM
“Que contigo esté la paz”
Sacude los bordes de tu ropa y
medita en eliminar todas las kelippót (las kelippót siempre se adhieren a los
bordes) que fueron creadas por los celos de la Luna, y luego observa tus
Tzitzít.
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