¿POR QUÉ LOS
JUSTOS SON CASTIGADOS?
Por Kabbalah y
Torah
Rabbí Abbá
recuerda una vez en la que preguntó a Rabbí Shimön bar Iojái por qué los justos
son castigados por los pecados de una generación, y le fue dicho que esto hace
penitencia por los pecados del mundo. Él había dicho que todos los mortales son
partes de un cuerpo. Rabbí Abbá aprendió que usualmente un tzaddík (hombre
justo) es suficiente para hacer penitencia por todos, pero si hay demasiado
pecado, entonces más tzaddikím son golpeados. Cuando los justos mueren,
entonces todo es sanado y es perdonado.
Él [Rabbí
Shimön] me dijo: Los justos son ciertamente atrapados por los pecados de la
generación, y ya hemos discutido estos asuntos. Pero cuando los justos son
atrapados con dolencias y pestilencia, esto es para hacer penitencia por los
pecados del mundo, porque entonces la penitencia es efectuada por los pecados
de la generación, ya que la Kedushá (el lado de la santidad) es de ese modo
levantado y la Sitrá Ajará (el otro lado) se rinde. ¿Cómo sabemos acerca de
esto? Aprendemos esto de todas las partes del cuerpo, porque cuando todas las
partes del cuerpo están en problemas y dolencias serias prevalecen en ellas, un
miembro tiene que sufrir de manera que todos ellos deban estar sanos. ¿Y cuál
es el miembro que ha de sufrir? Es, por supuesto, el brazo, del cual la sangre
es liberada, y entonces todas las partes del cuerpo recuperan la salud.
Y de ese modo
es que todas las personas son partes unidas del cuerpo. Cuando HakKadósh Barúj
Hú (el Santo, Bendito Sea Él), desea otorgar curación al mundo, causa
enfermedades y peste a un tzaddík (hombre justo) de entre ellas y, por él, da
curación a todos. ¿De dónde aprendemos esto? Del versículo: “Pero estaba herido
por nuestras transgresiones... y por su herida somos sanados (Ieshaäiáhu/Isaías
53:5). “… y por
su herida”: esto se refiere a la liberación de la sangre, como uno que deja
brotar la sangre del brazo, porque en esa herida “somos sanados”, es decir:
nosotros, todas las partes del cuerpo, encontramos curación.
(Zóhar,
Pinejás)
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