PARASHA EMOR: ATRAER EL FUEGO ESPIRITUAL

PARASHÁT EMÓR: ATRAER EL FUEGO ESPIRITUAL

Por Kabbalah y Torah

צַו אֶת־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וְיִקְחוּ אֵלֶיךָ שֶׁמֶן זַיִת זָךְ כָּתִית לַמָּאוֹר לְהַעֲלֹת נֵר תָּמִיד

TZÁV  ET-BENÉ  ISRAÉL  VEIKJÚ  ELÉJA  SHÉMEN  ZÁIT  ZÁJ  KATÍT  LAMMAÓR  LEHAÄLÓT  NÉR  TAMÍD

“Manda a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas claro, molido, para la luminaria, para hacer arder las lámparas de continuo”. (Vaikrá/Levítico 24:2)

Era muy importante encender las velas de la Menorá en el Tabernáculo (y posteriormente en el Templo) porque proporcionaba una conexión tanto física como espiritual con la Luz. El fuego es un puente hacia un nivel más elevado, que representa el potente fuego de los Mundos Superiores; por lo tanto, usamos el fuego físico para atraer fuego espiritual.

Al sacerdote le está ordenado arreglar diariamente las lámparas en el Templo. Hemos explicado esto con relación al candelabro. Este secreto está en la semejanza de arriba, ya que la Luz Celestial en el aceite de ungir primero escurre sobre la cabeza del Sacerdote celestial, el cual es las primeras tres Sefirót de Zéër Anpín. Entonces el enciende las lámparas, a saber: las Sefirót de Maljút, las iluminaciones del fuego, y las hace que iluminen, como está escrito: “KASHSHÉMEN  HATTÓV  ÄL-HARÓSH - Es como el ungüento precioso sobre la cabeza...” (Tehil´lím/Salmos 133:2), y: “...el aceite de ungir de su Señor está sobre él...” (Vaikrá/Levítico 21:12). Así, sólo al sacerdote le está permitido arreglar las lámparas y encenderlas dos veces diarias, para corresponder a la iluminación de unidad que ocurre dos veces, y la ofrenda diaria que es ofrecida dos veces diariamente; todo eso se necesita.

Las velas están brillando dondequiera por medio de los esfuerzos del sacerdote, arriba y abajo, para que haya regocijo y así esa alegría abunde en todas direcciones, a saber: derecha e izquierda, con el encendido de las lámparas.

(Zóhar, Emór 2:14-15)