PARASHÁT BEJUKKOTÁI -
(Vaikrá/Levítico 26:3-27:34) - Auto-purificación/Significado de mi vida/Mundos
Superiores
Por Kabbalah y Torah
DAR GRACIAS CADA DÍA
Al final de la parashá Behár, la
Torá habla de cómo había sido posible que la humanidad maldijera a Di-s. ¿Cuál
es la conexión entre eso y todo lo demás que se dice acerca del Monte Sinaí en
el resto del capítulo? Si podemos revelar este concepto importantísimo,
podremos conectar con el poder de inmortalidad que fue revelado en el Monte
Sinaí cuando Moshé subió a recibir los Diez Enunciados de parte de Di-s. Esta
revelación de Luz permitió que los sordos escucharan, que los ciegos pudieran
ver y que todas las personas que habían tenido alguna clase de defecto fuesen
curadas. Por ende, nos conviene encontrar una manera de conectar con esa Luz.
¿Cuál es la relación entre maldecir
a Di-s y el Monte Sinaí? Como lo explica Báäl HasSulám en la introducción de su
libro Las Diez Emanaciones Luminosas: “Nada en este mundo es realmente nuestro,
y no merecemos nada en realidad. Incluso si trabajamos por algo, lo que
recibimos como resultado no es una posesión verdaderamente. Si encontramos una
suma de dinero en la calle y no trabajamos para ganárnoslo, y tampoco cayó de
nuestro propio bolsillo, provino del Cielo. Y es así como deberíamos ver todo
en este mundo”.
Quienquiera que niegue que todo
proviene del Creador está, literalmente, maldiciendo a Di-s. Estos individuos
están diciendo que no necesitan al Creador, que merecen todo lo que poseen;
pero, al momento en que dicen esto, no son merecedores de nada. Se han
desconectado de la Luz. Por lo tanto, sólo pueden ocurrirles cosas negativas.
La manera de recibir Luz es dando
gracias cada día por lo que tenemos y no llorar por aquello que no tenemos. Si
entendemos esto, seremos merecedores de la inmortalidad. Esta es la primera
lección de la parashá Bejukkotái.
La segunda lección está relacionada
con la comprensión del “panorama completo”. Es muy sencillo quejarse por cualquier
cosilla que nos ocurre: “¡¿Por qué Di-s me ha hecho esto?!”. En las etapas
iniciales de su relación, Rav Brandwein, el maestro del Rav Berg, a menudo le
decía al Rav que se encargara de ciertas tareas, y Rav Berg no necesariamente
entendía por qué: hasta que vio el panorama completo. Es muy fácil tener
lástima por uno mismo y sentir que hemos sido “tratados mal”; no sólo por Di-s,
sino también por nuestros amigos, padres e, incluso, hijos.
Hay un Midrásh (conversación entre
los sabios) que dice que la vida y la muerte están en la misericordia de la
lengua. Cada minuto, el Lado Negativo está esperando que digamos algo que pueda
usar en nuestra contra. ¡Mucha de la fuerza de la negatividad proviene de lo
que nosotros decimos! Por lo tanto, debemos asumir la responsabilidad de todas
y cada una de las palabras o sonidos que pronuncian nuestros labios; en
especial con respecto a las palabras de autocompasión o culpa a los demás.
Comentarios
Publicar un comentario