LAG BAÖMER - 33 DEL ÓMER
Por Kabbalah y Torah
«Los seres que viven acá abajo dicen
que Di-s está en lo alto, mientras que los ángeles en el Cielo dicen que Di-s
está sobre la Tierra.»
(Séfer HazZóhar)
El día que Rabbí Shimön bar Iojái
(Rashbi) iba a partir de este mundo, dejó sus asuntos en orden. Sus amigos
entraron a su habitación y él les dijo: “Ahora es un momento de benevolencia
Divina. Ahora puedo revelarles cosas que hasta hoy no han sido reveladas”…
Durante todo ese día no se extinguió el fuego en su habitación, y nadie pudo
acercarse porque la luz y el fuego lo rodeaban… (Luego de que falleciera,
cuando entraron a buscarlo para enterrarlo), el fuego voló por el aire y bailó
delante de él. Se oyó una voz (del Cielo) que dijo: “Vengan y reúnanse (cada
año) para la hil´lulá (aniversario) de Rabbi Shimön bar Iojái.”
(Zóhar, Idrá Zutá)
EL MANÁ DE LAG BAÖMER
El día 33 después del éxodo de
Egipto es el día del fallecimiento de Rabbí Shimön bar Iojái y coincide con el
día en el cual el pueblo judío recibió por primera vez el maná en el desierto.
Dice el Midrásh que desde el momento
en el cual a los judíos se les terminó la comida que habían llevado desde
Egipto, estuvieron tres días sin tener pan y después comenzó a caer el maná.
[Si calculamos los días] vemos que el maná comenzó a caer en Lag BaÖmer.
LA TORÁ DE RASHBI
Lag BaÖmer es el aniversario del fallecimiento
de Rabbí Shimön bar Iojái. Él se encontraba al nivel de aquellos que comían el
maná, ya que vivió durante trece años en una cueva y Di-s le proveyó agua y un
árbol de algarrobo con el cual se mantuvo vivo durante todos esos años.
A través de Rabbí Shimön bar Iojái
se reveló la Torá Shebbeäl-Pé (la Torá Oral), porque él fue uno de los alumnos
de Rabbí Äkivá. Rabbí Äkivá es el fundamento de la Ley Oral –toda afirmación
anónima de los tanaítas es adjudicada a la opinión de Rabbí Äkivá.
Rabbí Shimön bar Iojái era alumno de
Rabbí Äkivá, y a través de él se reveló la parte secreta de la Torá. Esto sólo
podía ser revelado a través de aquellos que comieron el maná. Por lo tanto, es
adecuado que el fallecimiento de Rabbí Shimön bar Iojái tuviera lugar en Lag
BaÖmer, porque éste fue también el día en el cual comenzó a caer el maná. Rabbí
Shimön bar Iojái, quien estaba en el nivel de aquellos que comieron el maná,
partió de este mundo el día de Lag BaÖmer.
Así como el pueblo judío se mantuvo
en el desierto gracias al maná, una manera de manutención que llegaba directamente
del Cielo, así también Rabbí Shimön bar Iojái sobrevivió sus 13 años en la
cueva comiendo el alimento que le proveyó la Divinidad. Éste es un indicador
del elevado nivel espiritual, que hizo que fuera adecuado que la revelación de
una gran porción de la parte mística de la Torá (el Zóhar) tuviera lugar a
través de él.
RASHBI: UN TZADDÍK GAMÚR
Cuando Rabbí Shimön bar Iojaí dejó
este mundo, Rabbí Jiiá ayunó dos veces, durante cuarenta días cada vez, para
poder ver a Rashbi.
Subió al cielo, llegó a un palacio y
escuchó una voz que proclamaba que solo a uno que transforma las tinieblas en
luz y los sabores amargos a dulces se le permite entrar en este palacio.
¡Alguien que no ha transformado lo amargo en dulce no puede entrar aquí! Luego
vio a Mashíaj junto con Rashbi, y fue testigo de cómo Rashbi le enseñó a
Mashíaj.
Aparentemente, Rabbí Jiiá había
llegado al palacio de Rabbí Shimön bar Iojái, y una vez allí experimentó una
gran revelación. La lección del palacio es que Rashbi había transformado por
completo su iétzer hará (inclinación al mal). Era un tzaddík gamúr, Rashbi
había transformado completamente su maldad innata en bueno; él había levantado
todas las chispas sagradas de Elokus (la Divinidad) que sostienen el mal. Es
por eso que fue designado miembro de los bené äliá, porque él es uno de los que
elevan chispas sagradas y convierten el mal en bien.
SEGUL´LÓT Y COSTUMBRES EN LAG BAÖMER
Respecto al corte de cabello
conocido como “jalaká“, el Rab Jaím Vital escribe que es una “costumbre bien
conocida”. Al parecer esta costumbre puede ser aún anterior a los Rishoním. El
Arizál incluso iba desde Egipto hasta Merón para incentivar y mantener esta
costumbre en el día de festejo y regocijo.
Otra costumbre singular de la
celebración de LaG BaÖmer es el encendido de fogatas, lo cual se ve
prácticamente por todas partes en Israel en la actualidad, y de donar bebidas
(Jái Rotel: 54 litros) para los pobres, lo cual es un intento por invocar la
misericordia Divina en favor de quienes no pudieron tener hijos.
En el día 18 de Iár, el aniversario
de la muerte de Rabbí Shimön bar Iojái, las personas se reúnen y encienden
grandes fogatas simbolizando la luz de la Torá de Rabbí Shimön que se reveló el
último día de su vida.
Además, encienden muchas velas
porque muchas mujeres estériles fueron recordadas (y quedaron embarazadas) y
muchas personas enfermas fueron curadas a cuenta de los regalos que prometieron
llevar a este lugar (la cueva de Pekiin de Rabbi Shimön bar Iojái en Merón).
LAS 48 MIDDÓT
Existe también una dimensión
adicional respecto a los 49 días del Ömer. Nuestros Sabios nos enseñan que hay 48
middót (atributos) que debemos perfeccionar para poder adquirir la Torá. Como
un preludio a Shavuöt, los días del Ömer también están diseñados para que
logremos adquirir estos atributos.
El Pirké Avót (6:6) nos enseña que la
Torá se adquiere a través de 48 cualidades que son:
1.estudio,
2. escuchar con atención,
3. decir lo que se estudia en voz
alta,
4. entendimiento intuitivo,
5. discernimiento,
6. respeto a Di-s,
7. temor a Di-s,
8. humildad,
9. alegría,
10. pureza,
11. servir a los sabios,
12. estar cerca de otros
estudiantes,
13. discusión evaluativa con otros
estudiantes,
14. calma,
15. conocimiento del Tanáj y la
Mishná,
16. moderación en los negocios,
17. moderación en las actividades
mundanas,
18. moderación en los placeres
físicos,
19. moderación al dormir,
20. moderación al hablar,
21. moderación en los festejos,
22. lentitud para enojarse,
23. tener un buen corazón,
24. fe en los Sabios,
25. aceptar el sufrimiento,
26. saber el lugar de uno mismo,
27. estar feliz con lo que uno
tiene,
28. hacer una valla alrededor de las
propias palabras,
29. no alardear,
30. granjearse el cariño de los
demás,
31. amar a Di-s,
32. amar a Sus criaturas,
33. amar la rectitud,
34. amar la justicia,
35. amar la corrección de los
errores propios,
36. alejarse del honor,
37. no ser arrogante en relación a
la propia sabiduría,
38. no ser complaciente al tomar
decisiones halájicas,
39. tener empatía por los problemas
de otras personas,
40. juzgar a los demás de manera
positiva, encaminarlos hacia la verdad y la paz,
41. enseñar con calma,
42. preguntar y responder,
43. escuchar y agregar ideas
propias,
44. estudiar para enseñar,
45. estudiar para cumplir mitzvót,
46. imitar al propio maestro,
47. reflexionar sobre las lecciones
propias,
48. y repetir una idea en el nombre
de quien la dijo originalmente trae la redención al mundo – tal como dice en la
Meguil´lá: “Y Estér le dijo esto al Rey en nombre de Mordejái” (Meguil´lát Estér
2:22).
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