LA LETRA כ KAF

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LA LETRA כ KAF     Por Kabbalah y Torah en Expansión   Las 2 letras de la escritura completa de la palabra כ ‘Kaf’, כף son las iniciales de 2 palabras hebreas: ‘Kóaj’ (“potencial”) y ‘Poël’ (“real”). Así la כ ‘Kaf’ alude al poder latente dentro del reino espiritual, el potencial de manifestarse completamente en la esfera física de lo real. HaShem debe crear el Mundo continuamente; de lo contrario, la Creación dejaría de existir instantáneamente. Su potencial, es entonces actualizado a cada momento. Este concepto se conoce como “el poder de revelar el eterno potencial dentro de la realidad”. En la Jasidut se nos enseña que esta debe ser la primera percepción al despertar. De momento que el significado literal de la letra כף ‘Kaf’ es “palma” - el lugar del cuerpo donde se lleva a la práctica el potencial - esta percepción es reflejada en la costumbre de poner una palma sobre la otra al despertar, al recitar la plegaria ‘Modé Aní’:   MODÉ (MODÁ)   ANÍ   LEFANEJA   MÉLEJ  

PARASHA BO: EL FUEGO DEL CORAZÓN


PARASHÁT BÓ: EL FUEGO DEL CORAZÓN

El nivel más elevado que uno puede alcanzar es de merecer guardar su mente y de siempre recordar el Ölám Habbá (Mundo Venidero), es decir, de recordar de dónde vino, hacia dónde va y ante Quien tendrá que pararse para rendir cuentas por sus acciones. Debido a que el ietzer hará (la mala inclinación) domina en gran medida a la persona, causándolo que experimente la “muerte del corazón”, Jás veShalóm (“Que HaShém nos libre”) – es decir, de interrumpir los pensamientos del corazón para que uno no realice su servicio Divino y se olvide de su propósito eterno. Esto es tan grave como si la persona hubiese experimentado un ataque de corazón físico, que HaShém nos libre; y de repente el corazón deja de servir a HaShém correctamente y la persona está en gran peligro, que HaShém nos libre. Así también espiritualmente, cuando uno se olvida de su propósito eterno en este mundo, en ese momento su corazón se muere, que HaShém nos libre, y la persona está en gran peligro de perder el Mundo Venidero por completo, que HaShém nos libre. Porque la grandeza principal de la persona es que puede estimular su corazón para servir a HaShém en cada momento, incluso si él no merece convertir completamente todo su potencial en realidad. Sin embargo, su corazón todavía arde por HaShém, como vemos con Avrahám Avínu en que él fue el primer hombre que tuvo este deseo santo y su corazón ardía para servir a HaShém en verdad. Incluso cuando el mundo entero se levantó contra él, él no dejó que esto lo molestase en absoluto, sino que fortaleció su corazón para enfrentarlos, como en (Iejezkél 33:24): “EJÁD  HAIÁ  AVRAHÁM - Abraham fue uno”. 

Lo mismo sucede con cada persona, cuando ve los muchos obstáculos en el mundo que se levantan contra él tratando de impedirle alcanzar la santidad. Él debe saber muy bien que él si tiene el poder para vencerlos y para fortalecer su corazón. Esto fue lo que Rabbí Natán Z´L le dijo una vez a una persona que se quejó ante él cuando él habló sobre la grandeza de esta pasión ardiente que tuvo Avrahám Avínu. Este individuo preguntó: “¿Quién puede compararse con Avrahám Avínu?” Rabbí Natán Z´L le dijo: “¡Tú también tienes este poder, es sólo que no has despertado tu corazón para hacerlo!” Porque si la persona fortaleciera su corazón, no estuviera impresionado en absoluto de que cosa o cual persona se interpone en su camino para servir a HaShém. Seguramente sería capaz de ver las grandes maravillas de todo lo que desea hacer. Sólo se debe al gran obstáculo cuando el ietzer hará causa que su corazón muera, que HaShém nos libre, y se apaga el fuego sagrado en su corazón que arde por HaShém. En aquel momento él está en gran peligro, porque no tiene voluntad propia para seguir adelante, causándolo que caiga en una gran depresión y no quiere hacer nada en absoluto. Por lo tanto, la tarea principal de la persona es de despertar su corazón en cada momento con mucha fuerza y de saber que si realmente quiere llegar a los niveles más altos en el servicio a HaShém si puede llegar a ellos, porque nada puede interponerse ante el deseo santo que uno tiene cuando desea hacer algo santo. 

Ahora, no hay otra área donde el ietzer hará quiere causar la “muerte de corazón” de la persona como en el área del estudio de la santa Torá. El ietzer hará hace que la persona llegue a ser débil de corazón hasta el punto en que no es capaz de estudiar adecuadamente. Ya que la persona tiene dificultad para estudiar y no entiende lo que está estudiando, entonces se pregunta: “¿Por qué debo empezar a estudiar?” Sin embargo, Rabbí Najmán ya nos enseñó (Sijot Harán #76) que “la simple lectura de las palabras en voz alta si es considerado estudiar y la comprensión vendrá por sí misma más tarde”. Si la persona comienza a estimular su corazón para estudiar, aún si es sólo el simple leer las palabras, con el tiempo tendrá el mérito de comprender las profundidades de la Torá (Likkuté Moharán, parte I, lección 11). Sin embargo, se necesita un gran fuerza para levantarse contra los obstáculos del ietzer hará que desea impedirle a la persona que estudie. Uno necesita estimular el fuego de su corazón para poder perseverar en el estudio de la Torá, incluso si él no amerita comprender todo lo que estudia al principio. Porque con el tiempo tendrá el mérito de experimentar la gran dulzura de la santa Torá y que las palabras que estudió penetren su corazón en verdad. 

Esto es lo que Rabbí Najmán nos dice con respecto al “poder de la imaginación”, ya que estos pensamientos entran en la mente de la persona y ellos desean debilitar su mente y causarle sentimientos de desesperación, de que nunca llegará a realizar sus santos deseos. Estos obstáculos sólo se derivan del “poder de la imaginación”, donde la persona se imagina obstáculos vanos, como si él ya no tiene la fuerza santa de permanecer firme en contra ellos. Rabbí Najmán ya nos habló sobre esto (al final de Likkuté Moharán, parte I, lección 25) diciendo: “Hoy, tenemos que darle al ietzer hará un nuevo nombre: “el poder de la imaginación”, porque su éxito y estímulo es sólo a través de los obstáculos de falsedad y vanidad. Y alguien con un poco de inteligencia puede ver rápidamente que en verdad no hay obstáculos en absoluto, como Rabbí Najmán dice al final de Sijót Harán #6, en relación con los obstáculos que son como rayos de luz en una habitación oscura. Parecen sólidos, pero cuando uno trata de agarrarlos se da cuenta de que en verdad no son nada, sino simple rayos de luz.

Porque el ietzer hará inunda a la persona con pensamientos de desesperación y de tristeza en su corazón, diciéndole que él no puede hacer nada bien, porque todos estos altos niveles no pertenecen a él en absoluto. A través de esto, el ietzer hará quebranta a la persona por completo y hace que caiga en un estado de gran depresión, hasta que, literalmente, no hace nada en absoluto. Por lo tanto, la forma principal de vencerlo es a través del concepto de la “mano”, que corresponde a la alegría y a los instrumentos musicales que son tocados con la mano. Porque cuando uno se fortalece con mucha alegría y salta por encima de los obstáculos que quieren dominarlo, en aquel momento puede ver que él realmente si tiene el gran poder de mantenerse firme contra todos aquellos que se oponen a él, y cómo no debe dejar que ellos lo distraigan en absoluto. Por lo tanto, feliz es la persona que se estimula a sí mismo para entender el aspecto de simjá (alegría) y se fortalece con el espíritu de un corazón alegre. Porque entonces será salvo de la “muerte del corazón” y del “poder de la imaginación” y tendrá el mérito de recordarse de su objetivo eterno, el Ölám Habbá (Mundo Venidero), uniéndose así a HaShém en verdad. Feliz es él y feliz es su porción.

Vemos en la parashá Bó el mandamiento de los Tefil´lín (Shemót/Éxodo 13:9): “Y será como señal en tu mano, y como un recuerdo entre tus ojos, para que la Torá de HaShém esté en tu boca, porque con una mano fuerte HaShém te sacó de Mitzráim (Égipto)”. Tenemos que entender, ¿Cuál es la conexión entre los tefil´lín que deben ser colocados sobre la mano y como un recuerdo entre los ojos con la Torá estando en nuestra boca, y todo esto “porque con una mano fuerte HaShém nos sacó de Mitzráim”? De acuerdo con las palabras de Rabbí Najmán, podemos entender muy bien. “Y será como señal en tu mano” – corresponde a la alegría de las manos, como antes. Como en (Devarím/Deuteronomio 12:7) “Y te alegrarás en todo lo que pongas en tus manos”, que son los instrumentos musicales que son tocados con las manos. Porque cuando uno se coloca los Tefil´lín en la mano, la persona se fortalece con alegría, sabiendo muy bien que todo el poder de sus manos viene sólo de HaShém, y no dice: “El gran poder de mis manos me ha traído este éxito”. Más bien, él sabe muy bien que todo viene de HaShém. Esto lo lleva a un estado de alegría y luego se coloca los Tefil´lín shel Rósh (los Tefil´lín de la cabeza) “un recuerdo entre tus ojos” – que amerita recordar el Mundo Venidero. Él dirige su mirada para ver el verdadero propósito en este mundo, que es que “la Torá de HaShém esté en tu boca”, porque sólo a través de recordar el Mundo Venidero es que uno amerita estudiar la Torá de HaShém con intenciones santas. Porque el ietzer hará quiere dominar a la persona en gran medida con el “poder de la imaginación” para impedirle que estudie la santa Torá con intenciones santas, diciéndole que el estudiarla no es para él, porque él no tiene una mente buena y no entenderá bien. A través de todos estas engaños el ietzer hará impide que uno estudie la Torá.

Sin embargo, cuando la persona se fortalece a sí mismo con alegría y amerita guardar sus ojos del “poder de la imaginación”, entonces él amerita “que la Torá de HaShém esté en su boca” – que es el estudio de Torá. Esto es “que la Torá de HaShém esté en tu boca”, porque “con una mano fuerte HaShém te sacó de Mitzráim”. Porque sólo a través de HaShém haberles revelado el concepto de la “mano fuerte” – es decir, la clarificación del “poder de la imaginación” y el poder de fortalecerse a sí mismo mediante el concepto de la “mano de alegría”, como antes. A través de esto, ellos salieron de MiTZRáIM – es decir, el MeTZeR IáM (la constricción del Mar de la Sabiduría) – y fueron redimidos de la “mano” de PaRÖH/Faraón, que es PéH RÄ (una boca maligna). Esto es porque el Faraón corresponde a la instigación del ietzer hará para confundir al corazón de la persona. Él le dice a la persona que nunca tendrá éxito en cumplir “que la Torá de HaShém esté en tu boca” y que es mucho mejor invertir su tiempo en otras cosas vanas, que HaShém nos libre. De esta manera él atrapa a la persona en su red, porque enseguida que la persona abandona su estudio de Torá, es muy probable de olvidarse completamente de su objetivo eterno en la vida, y cae bajo el “poder de la imaginación”. Esto es como explica Rabbí Najmán en esta lección (sección 5), que el principal poder de la imaginación proviene del lashón hará (lengua maligna/chisme), que es PéH RÄ. Sin embargo, cuando HaShém reveló su mano fuerte y los Hijos de Israel, ellos ameritaron ver Su mano y fueron inspirados con una gran alegría y con la esperanza de que, sin duda, ellos si son capaces de merecer todo lo bueno. Y a través de esto, verdaderamente tuvieron el mérito de salir de Mitzráim y de bajo la mano del Faraón, para atar sus manos y cabezas con los santos Tefil´lín, que corresponden al recordar su verdadero propósito y el Mundo Venidero. Y que HaShém nos conceda el mérito de alcanzar este nivel de recordar y de estimular a nuestros corazones para que siempre podamos recordar el Ölám Habbá (Mundo Venidero); y así poder unirnos y conectarnos a HaShém en verdad y simpleza todos los días de nuestras vidas, desde ahora y para siempre. Amén Veamén.


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