LOS 72 NOMBRES DE DI-S
Hay muchos secretos ocultos en los
72 Nombres de Di-s, y el más importante es el hecho de que la letra hebrea Guímel
nunca aparece en ninguno de ellos. Esto lo explicó un kabbalísta que vivió hace
más de 400 años, Rabbí Natán Nata Shapiro (1585-1633 e.c, autor de Megalé Amukót),
quien era conocido como “el revelador de cosas profundas”. El Megalé Amukót
(tal como se le conocía) enseñaba que todo aquel afligido por el orgullo (gaavá
en hebreo), que empieza con la letra Guímel, no puede utilizar los 72 Nombres
de Di-s. Por muchas veces que lo intente, su orgullo interferirá
inevitablemente con el poder que reside en esta gran herramienta.
Por sí mismos, los Nombres tienen
poco poder. De la misma forma que sin una Vasija no puede revelarse la Luz.
Sólo a través de la Vasija podemos ver que hay Luz. De la misma manera, los
Nombres tienen que atravesar la conciencia de un ser humano. Si dicha conciencia
está dominada por una energía basada en el ego, la Luz preguntará: “¿A quién
estás sirviendo? ¿A ti mismo o a Mí? Si quieres permanecer en la esclavitud, te
dejaré aquí. Pero si Me lo permites, te liberaré. La elección es tuya”. Por lo
tanto, la ausencia de la letra Guímel nos revela el secreto del peligro del
orgullo.
La Parashá Beshal´láj describe la
Partición del “Mar Rojo”, y también introduce los 72 Nombres de Di-s.
Contrariamente a las descripciones convencionales de este acontecimiento, Di-s
no partió el “Mar Rojo”. Más bien fueron Moshé (Moisés) y los israelitas
quienes llevaron a cabo este acto, que dio un giro a la naturaleza física. Fue
la primera vez que se le entregaron a la humanidad las herramientas para crear
un milagro. El milagro fue posible gracias a los 72 Nombres de Di-s, mientras
que cualquier otro milagro de la historia bíblica hasta ese momento había sido
causado directamente por Di-s. A través de esta historia, aprendemos y nos
conectamos con la realidad potencial de la mente sobre la materia: la
conciencia que controla lo físico. El Zóhar escribe sobre la Partición del “Mar
Rojo” hablando sobre las Leyes Celestiales que se estaban cumpliendo:
Entonces está escrito: “VAIÓMER ADO-NÁI
EL-MOSHÉ MA-TITZÄK ELÁI - Y Di-s dijo a Moisés, ¿Por qué claman
a Mí?' (Shemót/Éxodo 14:15). Aprendimos en el Libro Oculto que “a Mi” es exacto,
pues es el atributo de Zéër Anpín, porque todo depende de Ättiká. En aquel
momento, Ättiká Kaddishá fue revelada, la buena voluntad estaba presente en los
mundos de Arriba, y entonces la Luz colectiva brilló.
Rabbí Itzják dijo: Entonces, cuando
todo brilló junto, el mar ejecutó las Leyes Celestiales -esto es, ahogar a los
egipcios y salvar a los hijos de Israel- porque aquellos Arriba y aquellos
Abajo se dedicaron a ello.
(Zóhar, Beshal´láj 14:180-181)
Comentarios
Publicar un comentario