LA LECTURA DE LA TORÁ Y LA MIKVÉ SEGÚN EL ARÍ
Después de terminar la Tefil´lá de Shajarít del viernes, Rabbí Itzják
Luria, el Arí, iba inmediatamente a su lugar de estudio y si había un rollo de
Torá válido, él lo sacaba y leía la Parashát HashShavuä (La Porción Semanal)
dos veces en hebreo y una vez en arameo. El leia del pergamino y su estudiante
leía el arameo, y el Arí repetía las palabras después de él (él hacía esto por
cada versículo hasta que completaba toda la parashá/porción).
El Arí solía leer un versículo en hebreo y después en arameo, luego
repetía este versículo en hebreo; no como otros que leen toda la porción de una
vez. También hacía un esfuerzo para leer esta porción el viernes como parte de
los preparativos para Shabbát. Si había una emergencia y no podía leer esta
porción el viernes, la leía después de Shajarít de Shabbát antes de la segunda
comida y no en pleno Shajarít. Después de leer la parashá, iba a hacer mikvé
(está dicho en el Zóhar que Rav Hamnuná Savá se sumergía en el río cada viernes
antes de Shabbát).
El Arí decía que una vez que la persona había leído la Parashá, ésta
tenía la fuerza para recibir la Santidad adicional de Shabbát y, por lo tanto,
él no iba a la mikvé antes de la lectura de la porción salvo que hubiese una
emergencia. Aun en ese caso, él no iba a la mikvé sino hasta el comienzo de la
quinta hora (a partir del amanecer) del viernes.
Asimismo, él decía que toda la Santidad adicional de Shabbát se revelaba
en la frente de la persona justo después de la mikvé (la parte principal de la
revelación ocurriría sólo después del mediodía y sólo si la persona había
meditado en eliminar las kelippót mundanas, las cuales son conocidas como la
vestimenta cotidiana del Néfesh de un individuo, mientras estaba en la mikvé).
Cuanto más nos acercamos al Shabbát, más fuerzas adicionales de Shabbát se
revelan.
MEDITACIÓN PARA LA LIMPIEZA CORPORAL ANTES DE SHABBÁT
Después de la mikvé, el Arí lavaba su rostro con agua caliente, seguido
de sus manos, y luego las secaba. Después lavaba sus pies con agua tibia, dado
que está mencionado en el Zóhar que en la tarde del viernes el lado negativo
quiere succionar energía del mundo de Atzilút. Asimismo, al lavarnos las
piernas con agua tibia antes de Shabbát, ayudamos a que la Shejiná se eleve por
encima de las kelippót.
Durante los días de la semana, la Shejiná está en un estado de “RÁGLEHA IOREDÓT
MÁVET - Los pies de Ella descienden a la muerte” y ahora la Shejiná lava
Sus pies que son Nétzaj, Hód, Iesód y, a través de esto, ellos ascienden a
Jésed, Guevurá, Tiféret (lo mismo ocurre con todos los otros mundos en el
secreto de “RAJATZTÍ ET-REGLÁI EJÁJA
ATANNEFÉM - He lavado mis pies, ¿por qué habría de ensuciarlos
nuevamente?”.
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