EL PODER DE JATZÓT HAL´LÁILA
VAIHÍ BAJATZÍ HAL´LÁILA
VAADO-NÁI HIKKÁ JOL-BEJÓR BE´ÉRETZ
MITZRÁIM MIBBEJÓR PARÖ HAIOSHÉV ÄL-KISÓ ÄD BEJÓR
HASHSHEVÍ ASHÉR BEVÉT
HABBÓR VEJÓL BEJÓR
BEHEMÁ - Y aconteció que a la medianoche
el Señor hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito
del Faraón que estaba sentado sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo
que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
(Shemót/Exodo 12:29)
La Plaga de la Matanza de los
Primogénitos ocurrió en la medianoche porque ese es siempre el momento en el
que Di-s va al Jardín del Edén para estudiar y conversar con los tzaddikím
(personas justas).
Se revela tanta Luz en este momento
que todos los niveles de negatividad son destruidos, igual que las Diez Plagas
eliminaron la negatividad del mundo. Por este motivo, muchos de los kabbalístas
se despertaban y todavía lo hacen- en la medianoche para hacer esa conexión con
el Creador y recibir la sabiduría que se les dispensa a ellos en este momento
especial en el Jardín del Edén.
Durante ciertas festividades,
también permanecemos despiertos toda la noche para que nosotros también podamos
hacer esta conexión con el Creador y, junto con los tzaddikím, remover la
negatividad.
Debido a esto, porque las almas son
el fruto del trabajo de HakKadósh Barúj Hú/El Santo, Bendito Sea Él, en todas y
cada una de las noches, las almas de los justos se elevan al jardín del Edén. Y
en la medianoche, el Santo, Bendito Sea Él, viene al Jardín del Edén para
deleitarse con ellos. ¿Con quién se deleita? ¿Es con las almas de los vivos o
de los muertos? Rav Iosi responde: “¡Con todas ellas! Con aquellos que habitan
en el Mundo de la Verdad, Y con aquellos que habitan en este mundo. Junto con
todos ellos, el Santo, Bendito Sea Él, encuentra deleite en la medianoche en el
Jardín del Edén”... Rabbí Iesá dijo: “Dices que Él incluso se deleita con
aquellas Almas de este mundo. ¿Cómo puede ser eso?” Él replicó: “Porque en Jatzót
(medianoche) todas las personas verdaderamente justas se despiertan para
estudiar la Torá y recitar todas las alabanzas de la Torá”. Y hemos aprendido
que el Santo, Bendito Sea Él, junto con todos los justos que están en el Jardín
del Edén, todos escuchan atentamente sus voces. Y durante el día, un hilo de
gracia se teje a su alrededor. Tal como está escrito: “IOMÁM IETZAVVÉ
ADO-NÁI JASDÓ ÚVAL´LAILA
SHIRÓ ÏMMÍ - Pero de día mandará
el Señor Su misericordia, y de noche Su cántico estará conmigo...” (Tehil´lím/Salmos
42:9). Debido a la canción de noche, ellos son merecedores de su amable
generosidad durante el día. Por lo tanto, las alabanzas que se elevan ante el
Santo, Bendito Sea Él, en la noche, son las más completas. Ven y ve: cuando los
israelitas estaban encerrados en sus casas, mientras el Santo, Bendito Sea Él,
mataba a los primogénitos de los egipcios, ellos estaban recitando estas alabanzas
y Tehil´lím/Salmos ante el Santo, Bendito Sea Él.
(Zóhar, Lej-Lejá 15:130, 132-133)
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